El último gran mago, no sé que rayos me ha incitado a verla si no me gustan las pelis de magos y odio la magia, el escapismo y todas esas gilipolleces. Supongo que será que la tenía en el ordenador hace milenios y ya me apetecía darle el pasaporte.
No es que sea muy mala pero tampoco es buena, una historia plana y telefilmera que podría haber sido mucho mejor y haber dado más juego, pero se queda en el típico bodriete romántico descafeinado. Aunque la peli vaya de magia, eso es precisamente lo que le falta, magia. Pretende ser una especie de desmitificación de la figura del mago, también una peli sobre la pérdida de la inocencia, pero al final se queda en la superficie de ambas cosas, un truco de baratillo, vamos. Los personajes, especialmente los protas, no convencen. A la Zeta-Jones como pitonisa Lola farsante no se la cree ni ella misma, y el Houdini, con ese horroroso peinado, es como para matarlo. Ídem con la niña, que se empeña en poner constantemente la misma horrorosa y exageradísima mueca de felicidad infinita. A parte de eso, una peli que además aburre (pese a su corta duración) y no dice nada de nada, tiene unos cuantos momentos de interés y se deja ver medianamente, pero a parte de eso, completamente prescindible y echada a perder.
NOTA: 4