Moros y Cristianos (Luis Berlanga. 1987)
que mala es la cabrona, probablemente la cota más baja de un genio, a medio camino entre las pelis ochenteras de Ozores y avanzando ciertas comedias españolas estética Mediaset de comienzos de los 90, pura impersonalidad y vulgaridad,
Lerink, no veo claro eso de que Nolan parece alejarse de Batman. Te lo digo porque tú sabes que hay muchas versiones de Batman, personaje que ha variado dependiendo del enfoque que cada creador le ha dado tanto en el cómic como en el cine y la televisión. Es un personaje abierto a diversos tonos a lo largo de décadas. Personalmente, no veo mal el tratamiento de gravedad que le ha dado Nolan, que me parece tan válido y respetable como cualquier otro. Mi problema es que el personaje está inmerso en un dispositivo narrativo atropellado, atrofiado, redundante, saturado, hipersubrayado... Todo eso asfixia al personaje. Por eso creo que el Joker es el único que se salva de la quema: su personalidad es tan potente que sobrevive al exceso nolanizado y encuentra su hueco como elemento agitador que saca la cabeza a pesar del mamotreto en el que está metido.De acuerdo con Nilsson y Upperseven.
Sobre Nolan, en general mi postura real se acerca más a la de Max: es una película que pretende abarcar tanto y hacer tanto ruido que se convierte en un desastre. Quizás lo peor es que es una película de Batman donde las intenciones parecen ser siempre alejarse de Batman, y eso demuestra el cacao mental que tiene Nolan en la cabeza, que podría ser un gran director (Memento, ahí está) pero parte siempre de posiciones artísticas totalmente equivocadas, del tipo: hacer una película sobre sueños donde los sueños son lugares ordenados y estructurados (?).
y Losilla es gilipollas.