Muy de acuerdo, era una idea curiosa pero su plasmacion la recuerdo sosita.
Por mi parte he visto las cuatro adaptaciones más famosas al cine de la célebre (en su momento) novela La Atlantida (1919) de Pierre Benoit (algunas la vi hace un par de semanas pero he esperado para comentarlas juntas aunque sea brevemente), historia fantasy-adventure sobre un par de exploradores legionarios franceses que se internan a través de unas cuevas en Marruecos para descubrir un desconocido mundo gobernado por Antinea, reina descendiente de los antiguos Atlantes y que gusta de coleccionar amantes para su masculino harén y a los que acaba matando. Como se ve el planteamiento tiene un indisimulado parecido con la extraordinaria novela Ella (1887) de Henry Rider Haggard y, de hecho, Benoit fue acusado de plagio, aunque aseguró hasta el final que no había leído la otra. Si la de Haggard conoció una versión fílmica en los años 30 (muy agradable), las de La Hammer y hasta una de 1984 de Avi Nesher (una especie de loco -ver para creer- Mad Max con apenas un par de apuntes de Haggard); la de Benoit tuvo estas cuatro, un par más posteriores y algunos sucedáneos (como La legión del desierto (1953)). Pero AL GRANO
L'ATLANTIDE (1921) de Jacques Feyder /
L'ATLANTIDE (1932) de G.W.Pabst /
SIREN OF ATLANTIS (1949) de Gregg Tallas /
JOURNEY BENEATH THE DESERT (1961) de Edgar G.Ulmer.
(1921)
Sin duda se puede decir que las dos primeras son las "artísticas" mientras las otras van cayendo previsiblemente en un tipo de espectáculo aventurero más convencional, comercial y rebajado de elementos incómodos. No hace falta decir que las dos primeras son europeas (franco-belga y franco-germana respectivamente) la tercera es Hollywood y la cuarta vuelve a ser europea, italo-francesa, pero ya en la clave exploit de la época, con mucho colorido e interés por mostrar suntuosos decorados (pero B...) y vestuarios, con docenas de soldados, bailes y demás parafernalia, pero con la historia ya convertida en blando run-of-the-mill, equivalente a La Diosa del Fuego Hammeriana.
(1932)
La versión (muda, claro) de Feyder es muy sensorial y dura nada menos que 160 minutos y hasta la mitad exacta del metraje -con mucho de buscar claves aqui y alli por el sofocantemente cálido desierto bien capturado por la fotografia- no vemos a Antinea, interpretada por Stacia Napierkowska como si fuera una gata en celo, con un casco con cuernos, y produciéndose un cuarteto amoroso entre ella, una de sus sirvientas y los dos visitantes que incluso no excluye el carácter homosexual. La película de Pabst tiene un tono "autoral" más marcado (no he visto ninguna más suya, pero sé de su fama) y ascético, no sólo por la duración, también por una frialdad expositiva que alcanza a la Antinea de Brigitte Helm (si, la Maria de Metrópolis) pese y gracias a ello, la más fascinante de todas: una Antinea perfecta (y también lo hubiera sido una Ayesha de Haggard) e hipnótica, aún así creo que desaprovechada (más tiempo necesitaba). A destacar la partida de ajedrez el visitante tocándose la garganta. Se podría resumir que en realidad son dos visiones de La Reina teoricamente muy atractivas (la carnal y la enigmática) quizá la de Feyder como película es más interesante cuando no sale ella (pero su excesiva duración hace pasajes algo cansinos) mientras que con Pabst creo que baja mucho cuando no está Helm en pantalla aunque el director muestre curiosas ideas de puesta en escena intermitentemente y, en este caso, la duración (sólo 90 minutos) también ayuda. Vamos, algo de cal y de arena para ambas. Un adecuado remix de lo mejor de las dos sería explosivo.
(1949)
No sé puede decir lo mismo de la versión de Tallas, no muy mala pero su condición mucho menos arriesgada y, sobre todo, una Maria Montez como Antinea muy plana y ni exuberante ni misteriosa. Con todo la película se deja ver si te la tomas más como melodrama (lo más curioso es en los otros films la Reina se deja acompañar por un guepardo, aquí a la Montez la sigue una pantera negra). La italiana de extrañamente un tipo como Ulmer (autor de clásicos americanos como "Satanás", terror Universal; o los noir "Barbazul" y "Detour") es un exceso pulp casi pop 60s, divertido de ver a ratos, pero superficial y ya cada vez más lejos de la historia de las anteriores para meter incluso armas nucleares con importancia clave al final.
(1961)
Quizá estoy más acostumbrado a la heterodoxia genérica de Ella (aventura, fantasia incluso terror) y para mi gusto más compleja y llena de detalles y atractivas subtramas (sobrenaturales, reencarnaciones, canibalismo, antiguos restos de civilización con ecos de pavor cósmico) ; aunque reconozco que por la Atlantida solo hablo de las películas (no he leído a Benoit y, es verdad, las películas de Ella adelgazan mucho la trama: conceptual y psicologicamente) que eso sí, tienen sus cosas fascinantes: los amantes asesinados son convertidos en estatuas de oro. Pero recomiendo ver la muda (con paciencia), la de Pabst (sonora aunque casi muda también), la de Montez tiene un ligero pase. La italiana para completistas, aunque puede ser más entretenida de ver que la americana
LA LEGIÓN DEL DESIERTO (1953) de Joseph Pevney, tiene a Alan Ladd persiguiendo a unos forajidos para descubrir entre las montañas de Argelia una ciudad de la que se habla en el "exterior" como algo mítico, entre un vergel de vegetación y arbolado (nada como las anteriores) donde se enamora de la Princesa, que en esta ocasión no es mala ni siquiera ambivalente, es la Buena, con la que Ladd intentará evitar algo así como un golpe de Estado contra su padre, que es el que aquí gobierna la región. Poca cosa, para pasar una tarde.