Mensch Maschine
Santur
Respuesta: Películas que vais viendo en casita
El Crack 2 (José Luis Garci, 1983)
Espléndida continuación de la que, para muchos, es la mejor película de Garci. Aunque algunos giros de la trama no son muy coherentes, es notable el esfuerzo del director por hacer algo diferente sin salirse demasiado del esquema que trazó en la primera parte. Alfredo Landa está aquí aún mejor que en el film precedente, desbordando la pantalla con esa inimitable sequedad y mirada triste, que encuentra su justa correspondencia en un fascinante Madrid invernal, siempre entre el crepúsculo y la oscuridad rota por la luz de los neones y las farolas. Además, el evidente paso del tiempo desde la época en que se rodó el film, ha hecho que el tono melancólico de la película se acentúe cada vez más, potenciando su efecto hipnótico.
La trama detectivesca, por su parte, no es más que una mera excusa para ir desgranando la propia historia del 'Piojo' Germán Areta, culminando en un anticlímax que puede desconcertar al que espere una resolución parecida a la de la película original, pero totalmente coherente en esta historia de vidas fracasadas ante unos poderes en la sombra a los que no es posible vencer. Por supuesto, las interpretaciones de los secundarios rayan a un gran nivel, así como los diálogos y las evocadoras composiciones al piano de Jesús Gluck. Quizá estas últimas lleguen a resultar algo repetitivas, pero contribuyen de manera importante a la peculiar y absorbente atmósfera del film.
En fin, sigo diciendo que es una lástima que Garci no haya seguido esta línea en sus películas de las últimas dos décadas.
Un saludete.
El Crack 2 (José Luis Garci, 1983)
Espléndida continuación de la que, para muchos, es la mejor película de Garci. Aunque algunos giros de la trama no son muy coherentes, es notable el esfuerzo del director por hacer algo diferente sin salirse demasiado del esquema que trazó en la primera parte. Alfredo Landa está aquí aún mejor que en el film precedente, desbordando la pantalla con esa inimitable sequedad y mirada triste, que encuentra su justa correspondencia en un fascinante Madrid invernal, siempre entre el crepúsculo y la oscuridad rota por la luz de los neones y las farolas. Además, el evidente paso del tiempo desde la época en que se rodó el film, ha hecho que el tono melancólico de la película se acentúe cada vez más, potenciando su efecto hipnótico.
La trama detectivesca, por su parte, no es más que una mera excusa para ir desgranando la propia historia del 'Piojo' Germán Areta, culminando en un anticlímax que puede desconcertar al que espere una resolución parecida a la de la película original, pero totalmente coherente en esta historia de vidas fracasadas ante unos poderes en la sombra a los que no es posible vencer. Por supuesto, las interpretaciones de los secundarios rayan a un gran nivel, así como los diálogos y las evocadoras composiciones al piano de Jesús Gluck. Quizá estas últimas lleguen a resultar algo repetitivas, pero contribuyen de manera importante a la peculiar y absorbente atmósfera del film.
En fin, sigo diciendo que es una lástima que Garci no haya seguido esta línea en sus películas de las últimas dos décadas.
Un saludete.
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