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Santur
Respuesta: Películas que vais viendo en casita
El siciliano (Michael Cimino, 1987)
Desconcertante desastre cinematográfico de la mano del controvertido Michael Cimino, incapaz aquí de dotar de dirección alguna a esta representación ficticia de la vida del bandolero isleño Salvatore Giuliano. El italoamericano muestra parte de sus pasadas virtudes en forma de un esplendoroso diseño de producción y sentido épico de la planificación, aunque combinados con un esteticismo fotográfico de corte publicitario totalmente fuera de lugar, más digno de una película de Tony Scott o Alan Parker que del que iba a ser el sucesor de David Lean.
Además, la película cuenta con el desafortunado protagonismo de un infame Christopher Lambert, aquí más bizco que nunca y provocando dolorosas carcajadas al espectador con cada primer plano suyo. ¿Cómo narices podía Cimino ver los copiones tras cada día de rodaje y pensar que estaba rodando un películón con semejante amorfo delante de la cámara? Aunque también cabe la posibilidad de que Cimino rodase la película deliberadamente a cachondeo, puesto que los diálogos y muchas situaciones llegan de un delirante que ofende, dotando al conjunto de un tono cercano al completo absurdo. De hecho, no dudaría en calificar a 'El siciliano' como 'biografía camp'.
La pena es que la historia era bastante potente, y algunos actores cumplen bastante bien en sus papeles, como John Turturro o incluso Terence Stamp, éste último conservando cierta dignidad a pesar de lo ridículo de su personaje. En fin, que con esta película, se demuestra que Cimino se ganó a pulso su caída en el fango.
Un saludete.
El siciliano (Michael Cimino, 1987)
Desconcertante desastre cinematográfico de la mano del controvertido Michael Cimino, incapaz aquí de dotar de dirección alguna a esta representación ficticia de la vida del bandolero isleño Salvatore Giuliano. El italoamericano muestra parte de sus pasadas virtudes en forma de un esplendoroso diseño de producción y sentido épico de la planificación, aunque combinados con un esteticismo fotográfico de corte publicitario totalmente fuera de lugar, más digno de una película de Tony Scott o Alan Parker que del que iba a ser el sucesor de David Lean.
Además, la película cuenta con el desafortunado protagonismo de un infame Christopher Lambert, aquí más bizco que nunca y provocando dolorosas carcajadas al espectador con cada primer plano suyo. ¿Cómo narices podía Cimino ver los copiones tras cada día de rodaje y pensar que estaba rodando un películón con semejante amorfo delante de la cámara? Aunque también cabe la posibilidad de que Cimino rodase la película deliberadamente a cachondeo, puesto que los diálogos y muchas situaciones llegan de un delirante que ofende, dotando al conjunto de un tono cercano al completo absurdo. De hecho, no dudaría en calificar a 'El siciliano' como 'biografía camp'.
La pena es que la historia era bastante potente, y algunos actores cumplen bastante bien en sus papeles, como John Turturro o incluso Terence Stamp, éste último conservando cierta dignidad a pesar de lo ridículo de su personaje. En fin, que con esta película, se demuestra que Cimino se ganó a pulso su caída en el fango.
Un saludete.