Toshiro Kurosawa
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Mucho Japón, Alemania, Inglaterra y demás hemos visitado todos pero nadie habla de Portugal, ¡¡¡y está aquí al lado!!!
Portugal, el país vecino, tiene un potencial turístico alucinante, tanto para el que quiera visitar monumentos como para el que solo desee marcha y playa, y tiene tres grandes ventajas para los españoles: a) no es muy grande, b) se puede llegar a él y recorrerlo en coche, y c) el idioma es muy parecido y mucha gente habla español.
Este verano, como ando agarrado de pelas me voy al Algarve (donde despareció Madeleine ). Ahora no tengo a mano fotos de mi anterior visita al lugar; aunque hay zonas muy masificadas de turistas ingleses, en la costa del Algarve se pueden encontrar playas paradisíacas dificiles de creer, decorados naturales desopilantes como el cabo de San Vicente, monumentos como el centro de Faro, todo Tavira o la fortaleza de Sagres, pueblecitos pesqueros que parecen anclados en el siglo XIX, un balneario de aguas sulfurosas del tiempo de los romanos (Monchique) y tiene una oferta gastronómica y de marcha nocturna alucinante... además, los alojamientos no son excesivamente caros. Ya os informaré cuando vuelva.
Si que tengo a mano fotos de mi última visita a Lisboa, para mi una de las ciudades con más encanto de Europa.
Cada capital de país suele tener un rasgo especial, definitorio, una atmósfera propia; Lisboa es, sin lugar a dudas, la ciudad de la melancolía, o mejor dicho, de la saudade, un término que no tiene traducción exacta en español, pero que quiere decir algo así como "melancolía por el recuerdo". La saudade es uno de los sentimientos clave del portugués, impregna su cultura y su música: el célebre fado portugués es la máxima expresión de la saudade.
Lisboa es por lo tanto una ciudad que siente melancolía por el recuerdo, por lo que fue: aunque tiene una parte moderna que en poco difiere de, por ejemplo, Madrid, su casco antiguo y sus barrios típicos son únicos en Europa: las casas bajas y decoradas de vivos colores o azulejos, las calles empedradas que suben y bajan, los entramados de cables de los tranvías, etc... todo tiene un aire ajado, viejo, que se cae a trozos. Lisboa es una ciudad destartalada.
Por otro lado, cuenta con algunos monumentos espectaculares: el castelho de Sao Jorge, el mosteiro dos Jeronimos y la torre de Belem (de arquitectura manuelina, siglo XV) una catedral del siglo XII, un museo de arte moderno, un ascensor del siglo XIX, etc, etc, etc...
Los taxis en Lisboa salen tirados; si se van 2 o 3 personas, salen al mismo precio que tomar un autobús o el metro; por ejemplo, desde el aeropuerto hasta Marques de Pombal, la plaza más emblemática de la ciudad nueva, apenas pueden ser 8 o 9 euros por trayecto. por la noche, del centro a Barrio Alto o Alfama apenas son unos 5 o 6 euros.
Los barrios más populares de la ciudad son el Barrio Alto y Alfama, situados en una colina; subir andando hasta arriba lleva su esfuerzo, así que hay un tranvía especial de tipo funicular. En estos dos barrios hay de todo: lugares de marcha super concurridos, restaurantes de moda y muy caros y viejas tascas donde comer peixe y tomar vinho verde y ginginha (licor de gindas) mientras se escucha fado en directo. Un lugar muy recomendable es El chapito, que tiene un excelente mirador sobre el Castelho de Sao Jorge, donde se puede cenar y tomar uns mojitos cojonudos. Después de cenar, escuchar fados o tomar copas, uno puede acabar la noche en la discoteca Lux, propiedad de John Malkovich (un enamorado de la ciudad), que ofrece unas espectaculares vistas sobre el puerto.
Los cubatas en Barrio Alto oscilan entre los 3 y los 6 euros; una comida en una tasca típica de Alfama, sobre los 15 euros; un plato del día, 5 o 6 euros. Pero, cuidado, aquí también hay restaurantes muy caros y "turistadas"... La turistada típica son los apertivos que dejan en la mesa, cuando uno se sienta al restaurante: si te los comes, te los cobran, y sin avisar. Algunas veces estos apertivos son muy buenos (gambas, quesos del país), pero otras veces son tan cutres como un poco de pan tostado y mantequilla...
La comida típica es el pescado, en particular el bacalao, pero tienen muchos otros tipos de peixe y los preparan de maneras deliciosas, muy similares a la cocina patria. También hace sus variedades de cerdo y demás carnes. El vino tinto de Portugal está un poco sobrevalorado, es difícil encontrar uno que se asemeje a un buen Rioja o Ribera de Duero, pero el vinho verde suele ser bastante bueno, similar al Albariño gallego.
En los alrededores de Lisboa hay dos sitios que deben verse: Cascais y Sintra.
Cascais es un genuino centro turístico por sus playas; los lisboetas se pueden ir a la playa en autobús o cercanías y en apenas una hora de trayecto ya están bañándose en las aguas del Atlántico. Sintra está al ladito, y tiene un monumento irrepetible, el Castelho da Pena (que algunos conocerán porque aparece en La novena puerta, de Roman Polanski)
Lisboa es ideal para hacer una escapada en un puente; se llega en avión desde Madrid en apenas una hora y cuarto, o 6 horas en coche. 4 días de alojamiento, comida, copas y restaurantes pueden salir a 300 euros por cabeza, y eso siendo derrochadores; si uno se lo plantea más "a lo pobre", puede ser por la mitad.
¿Alguien se anima ha comentar más sobre el país vecino? Porto, Évora, Beja, Faro, Lagos, etc... hay muchas cosas por descubrir allí.
Portugal, el país vecino, tiene un potencial turístico alucinante, tanto para el que quiera visitar monumentos como para el que solo desee marcha y playa, y tiene tres grandes ventajas para los españoles: a) no es muy grande, b) se puede llegar a él y recorrerlo en coche, y c) el idioma es muy parecido y mucha gente habla español.
Este verano, como ando agarrado de pelas me voy al Algarve (donde despareció Madeleine ). Ahora no tengo a mano fotos de mi anterior visita al lugar; aunque hay zonas muy masificadas de turistas ingleses, en la costa del Algarve se pueden encontrar playas paradisíacas dificiles de creer, decorados naturales desopilantes como el cabo de San Vicente, monumentos como el centro de Faro, todo Tavira o la fortaleza de Sagres, pueblecitos pesqueros que parecen anclados en el siglo XIX, un balneario de aguas sulfurosas del tiempo de los romanos (Monchique) y tiene una oferta gastronómica y de marcha nocturna alucinante... además, los alojamientos no son excesivamente caros. Ya os informaré cuando vuelva.
Si que tengo a mano fotos de mi última visita a Lisboa, para mi una de las ciudades con más encanto de Europa.
Cada capital de país suele tener un rasgo especial, definitorio, una atmósfera propia; Lisboa es, sin lugar a dudas, la ciudad de la melancolía, o mejor dicho, de la saudade, un término que no tiene traducción exacta en español, pero que quiere decir algo así como "melancolía por el recuerdo". La saudade es uno de los sentimientos clave del portugués, impregna su cultura y su música: el célebre fado portugués es la máxima expresión de la saudade.
Lisboa es por lo tanto una ciudad que siente melancolía por el recuerdo, por lo que fue: aunque tiene una parte moderna que en poco difiere de, por ejemplo, Madrid, su casco antiguo y sus barrios típicos son únicos en Europa: las casas bajas y decoradas de vivos colores o azulejos, las calles empedradas que suben y bajan, los entramados de cables de los tranvías, etc... todo tiene un aire ajado, viejo, que se cae a trozos. Lisboa es una ciudad destartalada.
Por otro lado, cuenta con algunos monumentos espectaculares: el castelho de Sao Jorge, el mosteiro dos Jeronimos y la torre de Belem (de arquitectura manuelina, siglo XV) una catedral del siglo XII, un museo de arte moderno, un ascensor del siglo XIX, etc, etc, etc...
Los taxis en Lisboa salen tirados; si se van 2 o 3 personas, salen al mismo precio que tomar un autobús o el metro; por ejemplo, desde el aeropuerto hasta Marques de Pombal, la plaza más emblemática de la ciudad nueva, apenas pueden ser 8 o 9 euros por trayecto. por la noche, del centro a Barrio Alto o Alfama apenas son unos 5 o 6 euros.
Los barrios más populares de la ciudad son el Barrio Alto y Alfama, situados en una colina; subir andando hasta arriba lleva su esfuerzo, así que hay un tranvía especial de tipo funicular. En estos dos barrios hay de todo: lugares de marcha super concurridos, restaurantes de moda y muy caros y viejas tascas donde comer peixe y tomar vinho verde y ginginha (licor de gindas) mientras se escucha fado en directo. Un lugar muy recomendable es El chapito, que tiene un excelente mirador sobre el Castelho de Sao Jorge, donde se puede cenar y tomar uns mojitos cojonudos. Después de cenar, escuchar fados o tomar copas, uno puede acabar la noche en la discoteca Lux, propiedad de John Malkovich (un enamorado de la ciudad), que ofrece unas espectaculares vistas sobre el puerto.
Los cubatas en Barrio Alto oscilan entre los 3 y los 6 euros; una comida en una tasca típica de Alfama, sobre los 15 euros; un plato del día, 5 o 6 euros. Pero, cuidado, aquí también hay restaurantes muy caros y "turistadas"... La turistada típica son los apertivos que dejan en la mesa, cuando uno se sienta al restaurante: si te los comes, te los cobran, y sin avisar. Algunas veces estos apertivos son muy buenos (gambas, quesos del país), pero otras veces son tan cutres como un poco de pan tostado y mantequilla...
La comida típica es el pescado, en particular el bacalao, pero tienen muchos otros tipos de peixe y los preparan de maneras deliciosas, muy similares a la cocina patria. También hace sus variedades de cerdo y demás carnes. El vino tinto de Portugal está un poco sobrevalorado, es difícil encontrar uno que se asemeje a un buen Rioja o Ribera de Duero, pero el vinho verde suele ser bastante bueno, similar al Albariño gallego.
En los alrededores de Lisboa hay dos sitios que deben verse: Cascais y Sintra.
Cascais es un genuino centro turístico por sus playas; los lisboetas se pueden ir a la playa en autobús o cercanías y en apenas una hora de trayecto ya están bañándose en las aguas del Atlántico. Sintra está al ladito, y tiene un monumento irrepetible, el Castelho da Pena (que algunos conocerán porque aparece en La novena puerta, de Roman Polanski)
Lisboa es ideal para hacer una escapada en un puente; se llega en avión desde Madrid en apenas una hora y cuarto, o 6 horas en coche. 4 días de alojamiento, comida, copas y restaurantes pueden salir a 300 euros por cabeza, y eso siendo derrochadores; si uno se lo plantea más "a lo pobre", puede ser por la mitad.
¿Alguien se anima ha comentar más sobre el país vecino? Porto, Évora, Beja, Faro, Lagos, etc... hay muchas cosas por descubrir allí.