¡Finalmente tomé posesión del JVC DLA-HD1! Y lo esperaba de pie firme, en particular, para poder compararlo a mi Ruby (Sony VPL-VW100).
A la atención de los moderadores del foro, preciso que publico mi CR en este hilo pues en él me refiero sobre todo al JVC DLA-HD1, incluso si implica también elementos de comparación con mi Ruby, con el Sharp XV-Z21000 (que muy amablemente me prestó un amigo por algunos días), y también con mi televisor catódico de 92 cm (euh sí, no tengo más pantalla plana LCD o plasma ya que no llego definitivamente a apreciar sus imágenes - vivamente la tecnología SED!).
Las comparaciones son ineludibles, ya que es necesario muchos referenciales, y sería muy difícil establecer el CR de un nuevo videoproyector sin referirse a los modelos anteriores que inevitablemente se aprendió a conocer bien (menos de ser a completamente virgen de proyección, lo que no es mi caso). Para prevenir toda sospecha de "partidismo emocional", deseo indicar que dispongo de un comprador para mi Ruby (a un precio muy aceptable dada la situación), y que estoy en condiciones (durante aún una semana) devolver y hacerme reembolsar el DLA-HD1 para el establecimiento que me lo vendió. Se me retira pues de todo vínculo personal frente a estos dos videoproyectores: puedo libremente conservar sin perjuicio el que prefiero, o incluso no conservar ningún.
Por lo tanto - una vez más a la agradable atención de los moderadores - cualquiera que sea mi decisión, no causará ningún PA sobre HCFR (ni a otra parte). Este CR no constituye pues de ningún modo una introducción disfrazada para cualquier venta. Terminé con las "menciones legales". Pasemos ahora pues al CR en realidad.
Las pruebas se llevaron en mi sala de proyección dedicada muy oscura (reflexión minúscula) y sobre una pantalla a ganancia 1,2 de una base de 3,32m (o sea 150 "de diagonal), los proyectores en método focal corto, y el informe de observación (distancia/base) yendo de 1,8 (mi última distancia a 0,7 (mi primera distancia).
" Mis fuentes fueron: un lector HD-DVD Toshiba HD-XE1 [ conexiones HDMI y YUV ], un PCHC Sony VAIO con lector BR [ conexión HDMI ], un lector DVHS D-Theater JVC HM-DT100 [ conexión HDMI ], un lector de DVD "normal" (Sony RDR-HX1010) [ conexiones HDMI y YUV ], un lector DVCAM (Sony) [ conexiones YUV y Y/C ], un sintonizador TVAD Médiasat Max HD [ conexiones HDMI y RVB ], y un sintonizador satélite SDTV a disco duro (Topfield) [ conexiones RVB, Y/C y CVBS ].
A partir del encendido del DLA-HD1, estoy afectado por su luminosidad, incluso en método normal. Nada comparable al Ruby, que al lado parece bien mate (sé que mi Ruby tiene un poco de botella, pero para estar al final de las 100h, no medí ninguna reducción de luminosidad con mi luxmetro).
El XV-Z21000, aunque más luminoso que el Ruby, está también muy por detrás del DLA-HD1. El alto método del DLA-HD1 aporta un suplemento de luminosidad, pero considero que en una parte oscura, el DLA-HD1 abastece arriba de 4m básicos, incluso en método normal. ¡Sobre mi pantalla de 150 "a ganancia de 1,2, obtengo en método normal más de 12 fL, y en alto método más de 15 fL!" ¡Con todo, esta luminosidad no impide el DLA-HD1 ofrecer negros increíblemente profundos! Medí sobre el DLA-HD1 (focal corto y método normal) un negro mínimo de 0,020 lúmenes, mientras que el Ruby con su iris cerrado al bloque (posición inexplotable en método dinámico) es a 0,029 lúmenes, y que el XV-Z21000 es a 0,219 lúmenes (él no juega en el mismo tribunal).
Entonces ciertamente, se supone un TT realmente optimizado no enviar ninguna luz allí donde el DLA-HD1 envía este algún centésimo de lumen. Pero ningún proyector de matrices hace tanto y ofrece negros tan impresionantes como el DLA-HD1. Y ya había sido impresionado por el Ruby, quien el DLA-HD1 sobrepasa con todo. Para tomar conciencia debido a que los negros enviados por el DLA-HD1 contienen una luz infinitesimal, es necesario ver en una parte completamente negra una imagen completamente negra durante varios segundos (historia que nuestros pupilos se dilatan bastante). Es decir, un caso que no se produce casi nunca durante las películas (una imagen completamente negra supera raramente la duración de un segundo). En cuanto la menor forma luminosa - por eso modesto sea - aparece en la imagen negra, nuestros pupilos se contratan un poco, y el negro imperfecto nos parece inmediatamente perfecto.
Mucha gente parece indignarse debido a que las cuatro esquinas de la imagen son ligeramente más luminosas que el resto de la imagen. ¡No comprendo siempre en quien este fenómeno es un problema! La mayoría de los videoproyectores (no DLP) que he comprado estos últimos años presento en efecto este síntoma cuando la lámpara es nueva, pero al cabo de algunas horas de funcionamiento (entre 10 y 300 horas según los modelos), la luminosidad de la lámpara baja, y el negros de la imagen se vuelven entonces perfectamente uniformes en todo de la pantalla. Eso no pasó con mi Ruby que ya presentaba desde el primer momento un negro completamente idéntico sobre un 100% de la imagen. Llego incluso hasta pensar que este fenómeno es una muy buena cosa, ya que permite distinguir sin ambigüedades una nueva lámpara de una lámpara gastada, privando así el indelicados de toda posibilidad de engañar haciendo pasar una lámpara de ocasión para una nueva lámpara en la reventa de videoproyectores cuyos contadores pueden libremente volverse a poner a cero (la mayoría desgraciadamente). En resumen, un fechado interno sin llamada.
El DLA-HD1 tendría más bien esquinas cuyo diferencial de nivel de negro con relación al centro es menor que sobre mi Ruby (cuando su lámpara era nueva). Medí sobre el DLA-HD1 entre 0,030 y 0,024 lúmenes en las esquinas y 0,020 en todas las otras partes. ¡Realmente no hay que gritar al escándalo, sobre todo para un fenómeno tan transitorio! Pero es un electrochoque propiamente que se recibe cuando se envían al DLA-HD1 imágenes oscuras que contienen algunos rastros de luces (las estrellas en el cosmos, una lámpara- antorcha en la noche...) ¡! El negro del fondo de la imagen sigue siendo tan oscuro, pero la zona luminosa irradia de un resplandor impresionante, en el punto deslumbrar generalmente como en el mundo real, como cuando se sale de un túnel... ¡En todas las imágenes que contienen un escaso porcentaje de blanco, la dinámica del DLA-HD1 es claramente superior a la del XV-Z21000 (y el de los todos DLP que conozco), y muy claramente superior a la del pobre Ruby, con maldad liberado sobre este terreno!
Había optimizado los contrastes intraimagen de mi Ruby colocando el iris en método "él", y regulando (en la carta fábrica) el iris a mi apertura (alrededor 620). pero proyectando costa a costa de las imágenes de escaso porcentaje de blanco sobre el DLA-HD1 y el Ruby (iris tanto en método "dinámico" como en método "él" a micurso, el Ruby me parecí de una sosería y de un pâleur que se desesperaban, mientras que DLA-HD1 brillaba de un resplandor fabuloso.
Considero que sobre este punto, el DLA-HD1 no constituye una simple evolución, pero una verdadera revolución, ofreciendo un contraste intraimagen (en las imágenes a escaso porcentaje de blanco) que deja muy por detrás él los mejores proyectores LCD y LCoS, pero incluso los mejores proyectores DLP, y esto sin ninguna contrapartida (ningún iris, ningún AEC, ningún MDA, ningún hormigueo en los grises oscuros...).
¡Por eso increíble que eso pueda parecer, los contrastes intraimagen del DLA-HD1 (para imágenes de escasos porcentajes de blanco) compiten con los de mi tubo catódico! Dado que las medidas tradicionales de contraste (contraste interruptor, contraste ANSI) no significan absolutamente nada en condición real de explotación, decido pues aplicar las excelentes recomendaciones de MLill, y elaboro (aproximadamente) la curva de los contrastes según el APL para cada proyector (y también para mi tubo catódico). Recuerdo que APL es el acrónimo inglés de Average Picture Nivel, y que designa el porcentaje de blanco en una imagen. ¡Ahora bien aquí que tengo la sorpresa de constatar que de los tres videoproyectores, es el JVC DLA-HD1 cuya curva se vinculó más con la de mi tubo catódico! Para un APL entre 0 y 20, la curva del DLA-HD1 es próxima a la del tubo catódico y claramente sobre las de los dos proyectores restantes.
¡Para un APL de 1, obtengo sobre el DLA-HD1 un contraste intraimagen de 15.570:1, mientras que el del Ruby lo limita a 3.200:1!
Para un APL entre 20 y 43, la curva del DLA-HD1 se acerca pero a resto superior a la del XV-Z21000, y permanece lejos sobre la del Ruby.
Para un APL entre 43 y 50, la curva del DLA-HD1 está superada por la del XV-Z21000, pero guarda hasta 50 una determinada superioridad sobre la del Ruby. Pues para un APL de los 50 - que corresponde al contraste ANSI - XV-Z21000 y el tubo catódico ofrecen contrastes intraimagen un poco superiores al del DLA-HD1, mientras que el contraste intraimagen del Ruby sigue siendo inferior al del DLA-HD1. ¡No obstante, un APL de 50 (contraste ANSI) se encuentra casi nunca en una película, y en los raros casos donde eso se produce, el contraste entonces casi no tiene ninguna importancia! Ya que con tal porcentaje de blanco, se contrata a nuestros pupilos tanto, que nuestros ojos son incapaces de percibir realmente la diferencia entre un negro profundo y gris oscuro. Generalizando: cuanto más el APL tiende hacia 50, menos el contraste intraimagen es perceptible por nuestros ojos (ya que nuestros pupilos se contratan); y cuanto más el APL tiende hacia cero, más el contraste intraimagen es perceptible por nuestros ojos (ya que nuestros pupilos se dilatan). Esta es la razón por la que, considero que los únicos contrastes intraimagen que presentan un significado visual se refieren a los APL inferiores a 40, y su interés aumenta a medida que el APL reducción. Y es precisamente cuando los contrastes se vuelven esenciales a nuestra percepción visual (APL<40) que el DLA-HD1 adopta toda su medida y domina a sus mejores competidores, hasta pasar a ser vertiginoso para APL muy bajo (<20), precisamente cuando se dilata a nuestro pupilo muy, y que nuestros ojos se vuelven hipersensibles al menor diferencial de luz. ¡Y que dice contraste intraimagen vertiginoso, dice profundidad, efecto 3D, y relieve! El JVC DLA-HD1 es el proyector ciertamente que ofrece la imagen más profunda desde el TT y el tubo catódico. Pienso pues sin exagerar que eso merece el calificativo de "revolucionario". Para resumir en una frase, tengo la impresión que JVC DLA-HD1 retiró la "vela blanca" que cubría todas las imágenes con mi Ruby. Y sin llegar hasta afirmar que estoy como el ciego que recuperó la vista, tengo a pesar de todo la impresión de poder finalmente respirar (visualmente). No voy a intentar torpemente competir con los excelentes diagramas CO publicados por todos los buenos estudios especializados como el RDS&DHC, y voy pues a limitarme a un acta sumaria.
¡Mientras que el DLA-HD1 se limita a encenderse con una lámpara halógena clásica, estoy muy sorprendido por la saturación y la exactitud de los colores, tanto en BLU-Ray, en HD-DVD, en TVAD, que en DVD y en fuente satélite SDTV! El DLA-HD1 domina sobre arriba el XV-Z21000 sobre este terreno, y de memoria, no creo recordar que el Pearl haya ofrecido un tan bonito resultado calibrado. Debo admitir que no percibo al desnudo ninguna superioridad colorimétrica sobre el Ruby!!! por medio de los distintos sistemas que yo poseo (entre los cuales las miras de Peter Finzel), yo constaté que el DLA-HD1 se calibraba muy bien - o incluso calibrado - de origen con una curva de gamma excepcionalmente regular y de un valor constante de 2,2 (en método natural) y un delta-E sistemáticamente inferior a 5. se devuelve magníficamente Cada matiz de gris, ningún negro se tapa, ningún blanco se quema. ¡nunca visto de salida de cartón!
Pero la colorimetría es una cosa, la "luz xenón" es otra. ¡Al gran perjuicio de los expertos de la casa HCFR, aunque soy incapaz de poner en ecuación esta sensación (y con todo al igual que los científicos, me gustaría mucho...), eso no implica de ningún modo que no existe! Mantengo que ningún proyector a lámpara UHP, incluso perfectamente calibrado ISF, nunca ha podido reproducir la sensación muy particular del xenón. Es una sensación que se percibe en las escenas de día, sobre los proyectores de plata, sobre grandes tri dlp encendidos al xenón, sobre el Qualia 004 y sobre el Ruby. Muchos no verán nada, la mayoría protestarán incluso que él se trata de una impostura comercialización, pero sigo pretendiendo el contrario. ¡Percibí sistemáticamente esta "luz", incluso en pruebas en doble ciego! Y esta vez, eso no faltó. El DLA-HD1 ofrece una colorimetría similar a la del Ruby, es (claramente) más luminoso que el Ruby, y con todo en las escenas diurnas, el Ruby tiene una luz hechizando que el DLA-HD1 dista mucho de tener. Es una luz que se ve a la montaña en altitud, una luz muy valoración por los fotógrafos... Dicho esto, tan bonita y hechizando que pueda ser esta "luz xenón", no soy cierto en efecto que sola pueda justificar de deber pagar 650 EUR de más por lámpara...
¡No hay el menor shading (no vale nada de ver uno o dos películas en blancos y negros para eso), ni el menor vertical banding (con todo exploré la pantalla) sobre el DLA-HD1! Sobre este terreno, el DLA-HD1 es realmente digno de un DLP. Allí se siente hasta qué punto JVC controla la tecnología de visualización D-ILA... Es excepcional sobre un LCoS full-HD tener tal desfase del objetivo (lens cambio) horizontal (34%), y también vertical (80%) en los dos sentido en el punto de no verse obligado a devolver el DLA-HD1 cuando se coloca en altura. Y lo que podía parecer ser una laguna sobre el DLA-HD1 (zoom, elaboración y desfase manuales) con relación al Ruby, resulta ser en realidad una ventaja. ¡Ya que aunque las ruedas y los anillos de ajuste pueden al primer acceso parecer flojas y aproximadas, realmente permiten un ajuste más preciso que con la motorización teledirigida del Ruby! Pero tal latitud de desfase del objetivo (lens cambio) afecta inevitablemente a la superposición de las matrices. La posibilidad de un ajuste electrónico de la convergencia se convierte en entonces un complemento esencial. Y el ajuste horizontal y vertical de la alineación de los pixeles por colores es uno precisamente de los puntos que me tiene mucho seduce sobre el DLA-HD1. Cuando se está como mi adepto de la inmersión total en la imagen (relación distancia/base 0,7), así como del VO de sistemático (pues subtitulada cuando no connait la lengua), el menor defecto de convergencia termina por pasar a ser obsesivo. Se me parcela mejor con todo que la media con mi Ruby (más bien bien convergido), pero a pesar de todo reconozco haber experimentado una determinada irritación con el tiempo... Inmediatamente, con relación a mi Ruby, la convergencia del DLA-HD1 me pareció muy claramente mejor. ¡Pero después de haber jugado con los ajustes electrónicos de convergencia (no dudar en desplazar simultáneamente varios colores de pixeles), llegué a un resultado completamente inesperado! Así sobre un 90% de la imagen, la convergencia es perfecta. Y "perfecta", no es justo una manera de escribir: ¡toda característica es perfectamente blanca, y soy completamente incapaz de detectar los colores que lo componen, incluso observando la imagen a 5 cm! ¡En cuanto el a los 10% restos de la imagen (sobre los bordes derechos e izquierdas de la pantalla), detecto un muy ligero listón verde (a la izquierda de la pantalla) y azul (a la derecha de la pantalla) que corresponde a menos de un cuarto de pixel (en el peor de los casos), y que me he convertido en completamente invisible más allá de 30 cm de la pantalla! Preciso que tengo muy bueno de ojos (y es mejor ya que soy piloto).
Después de tanto meses de Ruby, estoy fascinado sencillamente por la limpieza de las características y contornos sobre el DLA-HD1. Diría incluso que es lo que mas me fascina el con los contrastes intraimagen, y la luminosidad. Esta perfección de convergencia es ciertamente imputable a una calidad de la óptica bastante excepcional. Esta óptica presenta una variación de ángulo de refracción según los colores claramente más escaso que sobre el Ruby y que sobre el XV-Z21000. ¡Tanto que el XV-Z21000 - con todo monomatriz - presenta más descomposición de colores sobre el numerados de la imagen que el DLA-HD1! Otro indicador de la óptica excepcional del DLA-HD1: ¡basta con hacer una puesta a punto óptima sobre un único punto de la imagen, y entonces todo el resto de la imagen se beneficia al mismo tiempo de una puesta a punto igualmente óptima, y eso cualquiera que sea la amplitud del desfase óptico! ¡El DLA-HD1 ofrece pues una homogeneidad de puesta hasta el punto que el Ruby, el XV-Z21000, y la mayoría de los videoproyectores están bien lejos tener! Quizá que la excelencia de la esta óptica es también responsable de la superioridad de cosido que constato sobre el DLA-HD1, tanto con relación al XV-Z21000 como con relación al Ruby. Pero contrariamente a lo que muchos pretenden, no considero no obstante esta superioridad trascendente con relación al Ruby. Ciertamente porque como apasionado de fotografía, distingo el verdadero cosido del énfasis Photoshop (tan extendida sobre los proyectores DLP). Siempre he encontrado al Ruby suficientemente pinchado, y más convincente sobre este punto que numeró de DLP (cuya precisión muy se adultera, XV-Z21000 incluida). En cualquier caso, el JVC DLA-HD1 es el primer proyector bien full HD que encuentro ser más pinchada y más preciso que el Ruby. ¡Y la magia de la tecnología LCoS (D-ILA o SXRD), es que puede alcanzar marcas de precisión sin el menor SDE! El JVC DLA-HD1 es tan preciso que su fill factor es elevado (93%) y que su rejilla es invisible (incluso a la relación distancia/base de 0,7 que quiero tanto). A de la parte de, el Sharp XV-Z21000 hace figura de padre pobre: ¡aunque su fill factor no es tan bajo que el de los tri lcd, acumula a la vez un fill factor inferior y una precisión menor en comparación del JVC DLA-HD1!
Venimos u'nicamente ahora en el verdadero punto flojo del DLA-HD1, al menos en el estado actual de su soporte lógico inalterable: ¡su tratamiento vídeo! Reconozco no estar completamente satisfecho, sobre todo en comparación del Ruby. Ciertamente, la fluidez del DLA-HD1 es absolutamente perfecta (cualquiera que sea la Resolución y la fuente tanto analógica como numérica), y quizá mejor aún que la del Ruby (como lo constataron con mucha razón los estudios serios). Pero no hay solo la fluidez que importa. A mi modo de ver, el Ruby presenta la ventaja sobre el DLA-HD1 de indicar imágenes de vídeo más propias, menos con efectos sonoros, gracias a una limpieza muy apreciable de las fuentes SD de calidad mediocre. Mientras que el DLA-HD1 devuelve todos los defectos y los artefactos de las fuentes vídeos imperfectas (y estas fuentes allí son mayoritarias, por supuesto si no se se ata intelectualmente al miserable catálogo cultural de los formatos HD-DVD y BLU-Ray).
Dicho esto, aunque no es mi caso, se tiene totalmente el derecho a preferir la precisión de las imágenes que no han sido tratadas por ningún reductor de ruido... En el registro esta vez de las anomalías verdaderas del tratamiento vídeo del DLA-HD1, detecto desgraciadamente el fenómeno descrito por Cine4Home sobre todas las fuentes 576i y 576p. Peor, constato también este fenómeno - en una menor medida ciertamente - sobre todas las demás Resoluciones en entrada HDMI (incluso en 1080p!). Este fenómeno se traduce en un reparto en microplacas verticales de la mayoría de las superficies de color rojo (visible tanto en los movimientos como en los paros sobre imagen). ¡No obstante, al referirme a la Biblia HCFR, no llego a nombrar clara de manera este defecto! ¿Se trata de Cromaticidad Upsampling Error (CUE), de Interlaced Cromaticidad Problem (ICP), o de una forma de aliasing? Otro fenómeno molesto con la mayoría de las imágenes SD: detecto sobre los contornos oblicuos a los contrastes muy pronunciados, travesanos o microsegmentos perpendiculares a estos contornos (tanto en los movimientos como en los paros sobre imagen). ¿Se trata de un aliasing, de marchas de escaleras? Por último, esta vez solamente sobre algunas fuentes SD de mala calidad, detecto finas líneas horizontales que se superponen sobre las zonas contrastadas (visible solamente en los movimientos, pero no en los paros sobre imagen). ¿Tearing, aliasing o efecto de peine? Finalmente de una determinada manera, todos los problemas de tratamiento vídeo del JVC DLA-HD1 se reducen a fenómenos de líneas: hay las líneas verticales (buenas fuentes excepto HD), hay las líneas oblicuas (todas las fuentes excepto HD), y hay las líneas horizontales (malas fuentes).
¡Sólo las fuentes HD de excelente calidad (clase "King Kong" de Peter Jackson en HD-DVD) son ahorradas completamente por todos estos fenómenos! ¡Llamo no obstante su atención sobre el hecho de que si detecto todos estos infelices artefactos, está bien porque me coloco extremadamente cerca de la pantalla (posible solamente con la tecnología LCoS privada de todo SDE y proporcionada de un fill factor del 93%), y que soy ayudado por el grado de precisión temible del DLA-HD1 (ya que muy luminoso y perfectamente convergido)! Con el fin de garantizarme que mi DLA-HD1 no se viciaba, fui a ver funcionar en almacén de otros ejemplares... Mismos artefactos desgraciadamente, sino nadie parece compadecerse. Lo que me consolida en la idea de un bug informático, es que estos artefactos no son perceptibles casi sobre las entradas analógicas (YUV, RVB, Y/C y CVBS) del DLA-HD1, y que pude comtemplar varias veces por otra parte la perfección del tratamiento vídeo Gennum VXP. Guardo la esperanza, como me lo confirmaron algunos pro, que JVC va pronto a proponer una actualización del soporte lógico inalterable del DLA-HDA1 para corregir todo eso. En caso contrario, voy a deber utilizar un scaler externo, lo que estaría de la última absurdidad sabiendo que el mejor de ellos se encuentra dentro del videoproyector. El DLA-HD1 sufre de un overscan sobre las señales HDMI 576i y HDMI 576p, como lo constató Cine4Home. Pero no presenta absolutamente ningún overscan con las otras señales. ¡Es a pesar de todo apenando que las cartas - con todo relativamente completos y agradables a utilizar - del DLA-HD1 no proponen ninguna posibilidad de ajuste del overscan, mientras que numerosos proyectores entrada de gama lo permiten! El DLA-HD1 posee no obstante un excelente pedido de enmascaramiento de los bordes de la imagen. ¡Si resulta bien útil cuando el overscan es inexistente (ninguna puesta a escala requerida), no permite desgraciadamente reducir un overscan intempestivo!
En método normal, el nivel sonoro del DLA-HD1 es muy razonable. Aunque poco superior al del Ruby o el Mitsubishi HC5000 (pero muy inferior al del XV-Z21000), las frecuencias sonoras del DLA-HD1 son más graves, y por lo tanto, incluso en una parte completamente silenciosa, ellas no son generalmente ya audibles más allá de tres metros (preciso que yo tengo una muy buena audiencia). Es no obstante cierto que la acústica de la parte puede influir sobre el alcance de algunas frecuencias sonoras... En alto método no obstante, el nivel sonoro del DLA-HD1 es claramente más audible, aunque soportable. Si se vuelve entonces perceptible en toda la parte (cuando es completamente silenciosa), la menor banda su lo cubrirá inmediatamente. Pero dada la impresionante luminosidad entregada por el DLA-HD1 en método normal, el alto método es superfluo, menos a de disponer de una base de pantalla superior a 4m (pero en este caso, la parte será suficientemente grande para disipar el excedente de ruido del DLA-HD1 en alto método). Tengo en cuenta al paso que el DLA-HD1 logra muy muy poco calor. Incluso después las cuatro horas de funcionamiento, es apenas si llego a sentir con mi mano cualquier aire caliente expulsado (a la derecha del objetivo). Por lo tanto contrariamente al Ruby, el DLA-HD1 no corre el riesgo de recalentar la parte en la cual se utiliza, autoriza un casiajuste, y exime de toda climatización. Al mismo tiempo, no puedo sino admirar el trabajo de desglose realizado por Sony sobre el Ruby: ¡el calor que logra es digno de una bomba a calor que funciona al máximo rendimiento (sin reir, puede servir de calefacción el invierno), y con todo su nivel sonoro es excepcionalmente bajo! Reconozco que JVC demostró una seria mediocridad sobre este punto no haciendo menos ruidoso que el Ruby con el poco calor que el DLA-HD1 logra (aunque, lo repito, el DLA-HD1 no es en exceso ruidoso tanto para). En cuanto a la cuestión de estética, es siempre espinoso, ya que no hay nada de más subjetivo...
Personalmente, aprecio más ciertamente el color del DLA-HD1 que el del Ruby, y lamento incluso que la versión europea no sea enteramente negra como la versión americana (ya que mi sala de proyección es oscura, y también p que encuentro que el negro es el más bonito y el más elegante de los "colores", no desagrade a señoras). Objetivamente, el recubrimiento del DLA-HD1 es muy elegante, y su acabado perfecto. Su fachada delantera es sobria y clásica, pero respira la seriedad de las líneas pro JVC. No obstante, le es difícil competir con el diseño excepcional y original del Ruby, que a pesar de su volumen y su peso, embellece cualquier parte. Y gracias a un grosor relativamente bajo con relación a su anchura y a su profundidad, el Ruby inhala como una impresión aerodinámica de ligereza cuando se suspende al límite máximo. Mientras que el DLA-HD1, como el Pearl, sin embargo bien más compactos y más ligeros que el Ruby, dan paradójicamente una impresión más masiva. El Ruby es el más bonito proyector quizá nunca construido. Pero el JVC DLA-HD1 no carece tanto de distinción para. Encuentro la conexión y la compatibilidad de formato del DLA-HD1 bastante pobre. Lamento la toma Ethernet RJ45 cuya disponía el Ruby, y sobre todo la toma DB15, cuya ausencia limita seriamente las conexiones a los PC. Mediante las tomas RCA, es posible hacer entrar las señales RVB y RVBS, pero desgraciadamente no RVBSHSV de los PC (menos a de recurrir a un convertidor activo). Los únicos formatos informáticos que el DLA-HD1 acepta - y eso solamente mediante las entradas HDMI - son los del vídeo (es decir, solamente 480i/p, 576i/p, 720i/p y 1080i/p, y solamente en 24Hz, 50Hz, 60Hz - se dan cuenta no obstante de una determinada tolerancia en frecuencia). En PCHC, en absoluto es la parte fundamental, pero es a pesar de todo un poco tímido.
Alñgunos manifestaron una inquietud en cuanto a la (no)política de JVC en cuanto a pixeles defectuosos. Es cierto que JVC se esfuerza innegablemente en retirarse legalmente de un máximo de responsabilidad frente a los productos vendidos. No obstante, según mi experiencia (en la aeronáutica, veo D-ILA desde años), el nivel de calidad de la tecnología D-ILA excluye estadísticamente los pixeles defectuosos. Obviamente, como el JVC DLA-HD1 está incluido en la gama de gran difusión (con un grado de tolerancia quizá superior), aconsejo a todo comprador potencial, en el caso de una compra por correspondencia, utilizar su derecho de retractación no justificado bajo siete días, y en el caso de una compra física en almacén, pedir a probar el material antes de comprarlo (o de convenir con el vendedor de una vuelta del producto a partir del día siguiente en caso de pixel muerto). Además, algunas buenas casas tienen una política "0 pixeles muertos".
A pesar de una colorimetría y de una fluidez casi equivalente a las del Ruby, revisar mis DVD e incluso mis registros cable/satélite sobre el JVC DLA-HD1 constituye con todo un verdadero redescubrimiento, tanto el contraste intraimagen, la luminosidad y la perfección de convergencia cambian las cosas! Pero no existe bastantes superlativos para describir la experiencia del HD (1080p) sobre el DLA-HD1: ¡la conjunción de una fuente perfecta, de un fabuloso contraste intraimagen, de una profundidad del negros la excepcional, de una elevada luminosidad, de una colorimetría irreprochable, de una precisión inédita, de convergencias óptimas, y de una invisibilidad total de la rejilla... da nacimiento a la perfección pura! ¡Y eso tanto que las películas en BLU-Ray y HD-DVD bien lo han impresionado más hoy en mi sala de proyección personal abastecida por un JVC DLA-HD1, que al mismo tiempo en las bonitas salas de cine colectivas donde tenía la práctica de ir
Nunca me habría imaginado poder un día preferir una proyección numérica a una proyección de plata. Este día con todo llegó. ¡Es histórico! Todos los los que tuvieron el valor de leerlo hasta el final (y los agradezco) se dudan ahora que vaya guardar el JVC DLA-HD1, y a separarme del Ruby. Me separaré no obstante del Ruby con pesar y nostalgia, ya que el tratamiento vídeo del Ruby (como el de la mayoría de los proyectores Sony) me faltará, así como su inefable "luz xenón", y por supuesto su diseño suntuoso. Por el contrario, no me retrasaré sobre el Sharp XV-Z21000, ya que no me llovió especialmente, no más que uno cualquier otros DLP, incluso full HD. El JVC DLA-HD1 hizo mejor que el Sharp XV-Z21000 en todo (excepto en contraste intraimagen a APL 50, pero eso casi no tiene ninguna importancia).
Si su tratamiento vídeo podía corregirse, considero que el JVC DLA-HD1 sería un videoproyector absolutamente perfecto al día de hoy. Es por lo menos revolucionario contrasta intraimagen, en su capacidad para combinar gran luminosidad y negro profundos. Se ilustra también por su riqueza y su digna fidelidad colorimétrica del xenón pero sin xenón, así como por su par precisión de imagen - fill factor superior al de los DLP, por su calidad óptica y por su convergencia customis. El JVC DLA-HD1 es el primer proyector (fuera del TT) cuya imagen se vinculó con la de una verdadera TV catódica (y a mi conocimiento, aún no se inventó mejor imagen que el de los tubos catódicos). El DLA-HD1 debería pues tener la capacidad de reconciliar a los aficionados tri lcd y DLP, ya que ofrece a la vez el descanso (para los ojos) de una imagen LCD, y la dinámica de una imagen DLP (y más aún de dinámica que los DLP en baja luz). El DLA-HD1 debería también estar en condiciones de sacudir todos los el que denigra el vidéoprojection y solo jura por las pantallas planas al método. Pienso no obstante que el JVC DLA-HD1 no satisfará aún a todos los puristas del TT, ya que incluso si ofrece el negros más profundos del mercado de matrices actual (y con mucho), no están aún al cero (lumen) absoluto. De ellos podrán pues aún fanta sobre el que exaltarán búsqueda imposible "negro más negro que del negro más negro"... Prescribo a aquéllos tres o cuatro Sony VPH-G90 bien stackés, o entonces mucho mucha paciencia... ¡Pero los otros - es decir, en realidad un 99,99% de los espectadores - serán colmados por el negros del JVC DLA-HD1!
No obstante, si en un próximo futuro, Sony anunciara la salida de un sucesor del Ruby o el Pearl con un contraste (por ejemplo) de 50.000:1 por medio de un iris dinámico, pero sin disponer para tanto contraste nativo superior al del DLA-HD1 (que oscila entre 10 000:1 y 20.000:1 según los ajustes), a priori no lo compraré
En teoría ciertamente, encuentro el concepto del iris dinámico muy interesante, ya que se transfiere directamente del iris del?il humano (y todas las grandes invenciones se inspira en la observación de la naturaleza), y personifica un espléndido homenaje a filosofía incluso del cine que so'lo es trucaje, astucia, e ilusión... Con todo más concretamente, después de haber pasado por el Sony VPL-HS50 y Sony VPL-VW100, confieso ser cansado de estos iris dinámicos que, para obtener negros más negros, vuelven los blancos insípidos y causan demasiado a menudo derivas colorimétricas. Considero que nada no sustituye al placer que obtienen un elevado contraste nativo y la presencia de un blanco brillante en una imagen bien negra... Todo esto no implica sin embargo que el Ruby sea "has been". Si el JVC DLA-HD1 puede compararse a un enorme televisor CRT, el Ruby le podría más bien ser comparado a un pequeño proyector de plata, debido a sus contrastes intraimagen claramente inferiores en baja luz (como el de plata), debido a su "luz xenón" (como el de plata), debido a la calidad de su tratamiento vídeo Sony (demasiado a menudo injustamente denigrado), y debido a su clase inigualada.