Crónica de la quedada granadina.
A eso de las 16:20 de la tarde nos encontramos en Recogidas, y para deléite y sorpresa, Sergi y Shaun son los dos megasexsymbols que me acompañaron tantas noches en mis sueños más húmedos. A Athor ya lo conozco, pero le tengo parecido cariño. Nos tiramos un rato en la calle esperando a Gollum, un tipo de lo más afectuoso, sensual y simpático. Entramos a un Dunkin Coffee, a tomar cada uno lo que nos salió de los huevines. Excepto Sergi y , más o menos, Gollum, los demás estamos bastantes perjudicados de tantos años de perversión. Y es que, hay cosas que dan placer, pero que con los pasos de los años, intensos años, se acumulan y perjudican.
Allí, comenzamos una charla que va desde cosillas del foro y de los foreros (hay que reconocer que Magnolia fue el centro de la atención foreril), sobre el poderoso e incansable radar de Shaun para captar la belleza femenina en directo, las pelis de superhéroes y el momentazo del Superman malo de Superman III, y otras incansables conversaciónes. Después nos fuímos a buscar una tienda que no estaba abierta, porque los sábados por la tarde en Granada sólo abren los grandes centros comerciales, y entonces nos dispusimos a nuestro objetivo central: el cine.
Dentro del cine, es donde comenzó, donde explotó el amor. Gollum pegó el pistoletazo de salida (nunca mejor dicho), en los inmensos servicios, enseñándonos la palma de su mano cubierta de cierto líquido. Yo tardé un poco más en los baños, pero no os imaginéis nada pecaminoso, y es que me encanta tomarme mi tiempo para esas cosas íntimas que hay que hacer apretando, a lo Hulk. Al salir del cuarto de baño, veo que estos sinverguenzas se han realizado otra foto, y claro, yo debía de participar en la siguiente. Así que, decidí mostrame afectuoso hacia Sergi, cuyo hombro fué soporte de mi cariño y mi descanso.
Ya en la sala, varios de mis compañeros, durante la proyección, mostraron su lado cinéfilo oscuro, con sus móviles. Y ante tanta maldad, y en plena escena sexual en la gran pantalla, posé mi mano sobre la de Athor, que me miró ciertamente sorprendido, pero presumo que interiormente emocionado.
Ya a la salida, el centro de la conversación fué el miembro viril de Doctor Manhattan. Shaun se mostró especialmente impresionado, mostrando sus deseos de soñar cada noche con ese pollón azul, para él seguramente metáfora de las caulidades masculinas y sexuales. Sergi, más reservado, pero seguramente más dotado, asentía alguna afirmación, mostrándose muy seguro. Fuímos, en un interludio exótico, al Kebak, en el que me sirvieron un exagerado bocadillo de pan moruno, lleno de pollo, lleno de pollo hasta el infinito, que abrí en canal. Gollum entonces aportó una metáfora surrealista sobre un miembro masculino abierto en canal y el bocadillo inacabado.
Shaun, hombre propenso y experto en adicciones y perversiones, nos llevó a continuación a un antro de juego, si bien antes despedimos a Gollum, que tal vez demasiado excitado salió corriendo hacia la casa de un amigo. El antro de juego estaba lleno de una imaginería que rompería cualquier corazón sensible. ¡Sí amigos, dedicamos horas a tan bastardos hábitos nocturnos! Jugamos en parejas a el primer juego, el Pictionary. Shaun y Athor nos vencieron a mí y a Sergi por goleada. Después, en el Party, yo y Athor vencimos cómodamente a Shaun y Sergi, y finalmente, como era de esperar, gané por clara ventaja en el Scattergories. Al final, en la soledad cercana al cierre, nos hicimos una serie de fotos y dimos rienda suelta al amor.
Más tarde acompañamos a Sergi a sus aposentos hosteleros, dignos de su nivel de vida, y una mujer, perdón, MUJER, despertó nuestra curiosidad y teorías perversas. Pero todo termina, y tuvimos que despedirnos para.........encontrarnos seguramente en el futuro, de nuevo.