R.I.P.: defunciones y fallecimientos


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Muy recomendable.
 
- Y en doblaje, qué bien le pilló el puntillo Rafael Calvo. También Gabriel Jiménez, Pep Anton Muñoz y Jordi Brau, pero para mí sobre todo la voz rota y estridente de Calvo le daba perfectamente ese punto de badass y nerd, todo "remezclao" al mismo tiempo, en plan, "ahora te abrazo, ahora te rompo las costillas con este lapicero", que Seymour Hoffman bordaba como pocos.

En Las Horas Perdidas han hablado de que pocos actores han podido saltar del drama a la comedia con tanto estilo -citan el caso de Jack Lemmon -. Con su desaparición, nos priva de al menos 30 años de películas que jamás veremos. Es pensarlo y se me ponen los pelos de punta.

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:mutriste Sin palabras. Su personaje en Twister fue una parte de mi infancia, y lo he seguido en casi todo lo demás que ha hecho. Estaba contento por tenerlo interpretando a uno de mis personajes favoritos en Los Juegos del Hambre. QEPD Phillip

Lo cierto es que no me pegaba en esa película, era como si se hubiera metido con calzador , precisamente por su calidad interpretativa. Mientras sus compañeros daban el perfil plano, por lo pobre del conjunto, este hombre le daba un brillo espectacular.

Joven y drogas da la impresión de frustración y pesadumbre. No todo es oro lo que brilla en ese oficio. La gente no le tiene ganado el pulso a Hollywood y en lo personal el mundillo tiene que pesar lo suyo.
 
El personaje en sí era para darle una patada en la boca de histriónico, y aún así Seymour, demostró no serlo y es encantador ver que no era ningún tic, y es de agradecer que tomara parte en el tinglado, porque si hubiera sido otro habría pasado sin más pena que gloria.

Creo que su concurso fue más arrollador que los tornados a los que hacía referencia la peli de De Bont,
 
- De él se puede decir aquello que una vez comentaban de Bogart y Peter Lorre. Podías llegar un día a los estudios y encontrártelos leyendo el periódico en una tumbona. De repente, el director decía: "¡Venga chicos! ¿Aburridos? ¡Vamos a rodar una peli!". Se levantaban y aunque el guión fuera una filfa, que no entendiera ni Dios, se entregaban hasta el límite y mucho más allá. :mutriste
 
No me jodáis que Twister va a ser ahora la película mas mencionada de su carrera... :cabreo


para compensar, diré que su aparición, breve pero contundente en Punch Drunk Love, es destornillante.



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shut, shut, shut the fuck up!!
 
No me jodáis que Twister va a ser ahora la película mas mencionada de su carrera... :cabreo

Y porque no has visto twitter, donde el 60% le referencian como un tal Plutarch de Los Juegos del Hambre y ponen muchas fotos de manos alzadas de la peli y tal...
 
Estas cosas suelen ser más por memoria histórica, verás cuando Johnny sea "el de Harry Potter".
 
Era el más grande

Santiago Navajas

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Ha muerto Philip Seymour Hoffman a los 46 años y todos los que amamos el cine nos hemos quedado con esa sensación de pérdida irremediable que transmiten algunas estrellas cuando fallecen jóvenes, James Dean o Marilyn Monroe, por ejemplo. De repente, nos acongoja toda la riqueza que esperábamos disfrutar, ese despliegue de verdad cinematográfica que se encarna en algunos rostros, y que se perderá para siempre. Lo que pudo haber sido y no será de los que han vivido rápido, muerto jóvenes y hacen bonitos pero inservibles cadáveres, como se decía en una película de Nick Ray con Humphrey Bogart: Llamad a cualquier puerta (1949). Pero antes de seguir con este canto fúnebre escuchen su voz, tan bella como llena de matices; como cambia de registro, de entonación, de aire en La duda (2008), donde interpreta a un sacerdote perseguido por un cotilleo al borde de la calumnia. - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/chic/2014-02-02/santiago-navajas-era-el-mas-grande-70622/cotilleo al borde de la calumnia.
Esta mañana les aseguro que estaba pensando en él. Había tuiteado esta metáfora de La duda sobre el peligro y la maldad de los cotilleos, a raíz de las habladurías sobre la presunta violación que habría cometido Woody Allen con la hija adoptiva de la que era su pareja hace tiempo, Mia Farrow. Pero ya antes había estado fantaseando sobre lo bien que haría Seymour Hoffman de Minnesota Fats, el papel que bordó Jackie Gleason en El buscavidas (1961), junto a Paul Newman. Como Gleason, Seymour Hoffman poseía esa elegancia sutil e inteligente que tienen algunos gordos, a los que los kilos de más no suponen ningún impedimento, todo lo contrario, para moverse de una forma grácil. Gleason bailaba alrededor de la mesa de billar del mismo modo que Seymour Hoffman tocaba el violín en El último concierto (2012), con el convencimiento de que su talento no era suficiente para llevarlo a lo más alto.
Del mismo modo también que James Gandolfini, otro gran actor que ha fallecido recientemente en el mejor momento de su carrera, Seymour Hoffman era un actor capaz de sostener con su sola presencia hasta el más infumable de los bodrios. Si Los juegos del hambre: en llamas (2013) es infinitamente mejor que Los juegos del hambre (2012) es sobre todo por la sonrisa sutil y cruel de Hoffman en el papel de un maquiavélico líder, Plutarch Heavensbee. Y hasta ahí puedo leer para no revelar más detalles de una trama que le recomiendo ver (saltándose incluso la primera, ridícula y superficial entrega de la saga), dejándose hipnotizar por la desmesura contenida de Seymour Hoffman.
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Pero donde un actor de verdad se la juega es en esos papelitos secundarios donde a la postre roban el protagonismo a las estrellas principales. Así, fue creciendo su peso en las películas de su alter ego en la dirección, Paul Thomas Anderson, desde Sydney (1996) a Boogie Nights (1997), Magnolia (1999) o Punch-Drunk Love (2002), hasta llegar a estar cumbre, que diría el Juncal de Paco Rabal, por lo que a premios se refiere, por su encarnación, más allá de la mera interpretación, de Truman Capote en la película homónima (2007) y en la magistral y controvertida The Master (2012), donde da un recital en las antípodas interpretativas de ese otro monstruo de la pantalla que es Joaquin Phoenix. Si Phoenix representa lo mejor de la tradición histriónica en la senda del Actor’s Studio, Hoffman significaba la precisión del dominio de la expresión natural, esa que se vincula a la interpretación invisible que realizaban Spencer Tracy o James Stewart. Pero a diferencia de la limitación de registros de los actores clásicos norteamericanos, Hoffman era camaleónico, infinito en el simulacro sin dejar de ser precisamente él mismo, capaz de ser una roca (Misión Imposible III, haciendo tan bien de malo que nos hacía recordar a Mae West cuando afirmaba que cuando era buena, era buena, pero cuando era mala, era mejor) y una amapola (State and Main –2000–, Synecdoche –2008–).
Cuando se acerque el aniversario de lo que ya sabéis, no le llevéis flores sino la lista de nominados a los Oscar, donde él sin duda hubiera vuelto a estar muchas veces. Porque era el más grande, en cantidad de materia y en calidad de espíritu.
 
DEP, al final resulta que era drogadicto, yo no lo hubiera pensado.

Fite tu, era un puto yonkie y todo, pese a no tener este jeto

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Ya te digo, si hasta le encontraron con una jeringa puesta en el brazo...
Y esa cara no la tenia porque tenia dinero, no es lo mismo un drogadicto rico que uno pobre. Hasta para drogarse hay clases.
 
DEP, al final resulta que era drogadicto, yo no lo hubiera pensado.

Fite tu, era un puto yonkie y todo, pese a no tener este jeto

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Ya te digo, si hasta le encontraron con una jeringa puesta en el brazo...
Y esa cara no la tenia porque tenia dinero, no es lo mismo un drogadicto rico que uno pobre. Hasta para drogarse hay clases.

Si. Es posible que Pete Doherty no tenga donde caerse muerto, el "pobre". :juas:juas
 
Joder, que fuerte lo de seymour hoffman. Uno de los grandes actores de la actualidad, es una autentica pena que este fenomeno de la interpretacion nos haya dejado cuando aun tenia por darnos tanto y tanto. Otro que no ha sabido controlar el tema de las drogas.

Rest in peace , great philip.
 
No recuerdo ninguna pérdida tan enorme para esto que nos ocupa, porque muchos se han ido jóvenes, sí, pero...¿tan buenos?¿tan "el mejor"? NI DE COÑA.

Vuelvo a mi cuarto, bajo la sábana.
 
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