En nuestro país, tan sólo se estrenó oficialmente 'Workingman's Death' (2005), una antología de los peores trabajos del mundo, pero el Festival de Gijón, que solía programar sus films, le dedicó una completa retrospectiva en 2011.
En documentales como 'Megacities' (1998) o 'Whore's Glory' (2011) daba su visión de los efectos de la globalización contraponiendo imágenes tomadas alrededor del mundo en torno a un mismo tema, como los supervivientes de las megalópolis o las prostitutas de las cuatro esquinas del mundo.
Menos conocidos son sus trabajos de ficción, como 'Slumming' (2006) o 'Contact High' (2009), o su colaboración con otro insigne compatriota, Ulrich Seidl, en 'Animal Love' (1996), un encuentro nada casual ya que ambos cineastas comparten una cierta visión del mundo, algo negra y descarnada, cínica, pero a la postre humanista.
Imbuido de espíritu herzogiano, es viviendo al límite la experiencia cinematográfica, Glawogger contrajo la malaria, y falleció a consecuencia de ella, mientras se encontraba en Liberia localizando para su último film, que tenía que llamarse 'Untitled. The Film with No Name', una película sin título que también se ha quedado sin contenido.