- ¡Cachis la mar! Ni hecha a propósito la fotografía de
"El Santo" . Descanse en Paz,
"Bon Vivant" Moore. Siempre fui más de Moore que de Connery en su papel de James Bond por su punto cómico y desenfadado. Recuerdo cuando en
"Lost in Translation", Bill Murray está grabando el anuncio de whisky y le piden que actúe como James Bond. Él se decanta por Sean Connery, pero inmediatamente le piden que sea como Roger Moore.
Tengo especial debilidad precisamente por la primera película en la que tomó el testigo del agente 007,
"Vive y deja morir", donde creo que está especialmente bien y en la edad perfecta para el papel. Creo que es el filme de James Bond que he revisado más veces y Moore me funciona perfectamente. Elegante a más no poder,
"So British!" y todavía sin ninguno de los tics ultra paródicos que iría desarrollando en las siguientes entregas de la saga (por cierto, Jane Seymour
) y por la última,
"Panorama para matar", donde a pesar de que ya estaba demasiado mayor y sin la motivación necesaria para hacer un Bond mínimamente creíble y la cosa hace aguas por todos lados, interpreta toda una aventura llena de humor y psicodelia ochetentera, que es todo un
"guilty pleasure". Esa Grace Jones, ese Christopher Walken rubio pote y el temazo principal de
"Duran Duran", que sigue teniendo una gran fuerza.
En doblaje, Constantino Romero hizo maravillas con él, siendo una de sus asociaciones más recordadas. Romero ha puesto voz a muchos actores pero creo que con Moore hizo puro arte porque supo mimetizarse perfectamente con él y jugar con su voz para encontrar la mezcla perfecta entre seriedad, tono de héroe machote y seductor y parodia socarrona pasada de vueltas, como sólo el gran Tino era capaz de hacer. Siempre me acordaré de Romero, cuando Bond se encuentra con una chica, creo que
"En el hombre de la pistola de oro" y hay otra que
"pide paso" para estar con él, diciendo aquello de:
"Nena... espera tu turno".
Por atreverse, Moore capaz de reírse de sí mismo como pocos actores fue hasta un Sherlock Holmes bastante casposo y patilludo en el acartonado telefilme
"Sherlock Holmes en Nueva York" (Charlotte Rampling
y John Huston como Profesor Moriarty). Una aventurilla en la que Moore hace lo que puede, pero que ocupa un lugar entre las curiosidades Sherlockianas de los años 70.
Estiró el personaje de James Bond y fue él sin serlo en la saga de películas de carreras
"Los Locos de Cannoball", perfecta excusa para reunir a viejas e incombustibles glorias, pasárselo bien, apurar unas cuantas botellas, fumar buenos puros y cobrar un suculento cheque. El actor tiene varias de esas juergas de amigotes en su filmografía.
Y hasta se metió a modo de cameo en la piel (nunca mejor dicho) del Inspector Clouseau en
"La maldición de la Pantera Rosa"... Y considerando lo que suponía el papel, y el horror de película en la que apareció, no le salió mal del todo el homenaje al insustituible Peter Sellers.
Coincido con Dave en que "
The Man Who Haunted Himself", hace todo un papelón... a pesar del bigotillo
.