Recomendaciones del último cine de terror/fantástico

He oído virgen?
Cracking Up Lol GIF by Rodney Dangerfield
Del culo no.
 
Ufff Lenno, yo de tu lista me las saltaba todas, a falta de ver las que comentas de zombies.

Pero claro, yo me las saltaba por que ya las he visto y tal vez a ti te gusten, también es verdad que el género anda algo flojo en los últimos años y no hay nada que destaque...

Yo tengo pendiente de ver Apocalipsis Z pero viendo el tráiler, poco se parece al libro.

Sobre los libros, estoy por el principio del 3er libro, a ver encuentro un hueco y lo termino, que los tengo desde hace la tira de años. :facepalm
 
Por cierto, por mucho Apocalipsis Z que ponga en el título, pocos zombis veo yo... Bueno, un poco Walking Dead patrio, pero salvando las distancias. Empieza bien, pero yo ya miraba el reloj a mitad de peli. Tras la subtrama del barco vuelve arriba hasta su tramo final. Y qué final. La madre que los parió. No sabía que se basaba en una novela, pero espero que, al menos, haya secuela más corta.
 
Vaya tela Abigail. Mola, hasta que al final te meten la sororidad final femenina descarada. Es así. Igual que en la del Soho del Edgar Wright.

El mejor, el Dan Stevens que va puesto a coca de la buena.
 
Vista ayer Caddo Lake, producida por Shyamalan, y me recordó a la peli efecto mariposa o mejor la de Predestination, pero ambientada en lo que parece los everglades de Florida. Con una muy buena imagen, la peli hasta la mitad se hace un poco tediosa pero en su tramo final ves como todo se engarza, aunque como dice Lobato "si parpadeas, te lo vas a perder" (el hilo). Entretenida, pero le falta algo para haber sido "redonda"

Pues de lo que más me ha gustado del año. El diseño de sonido también está logrado en Atmos.
 
no es moderna pero en breve me voy a calzar esta que tiene pintaza

 
Stopmotion, Robert Morgan (2023)

Una animadora de películas en stop motion comienza a perder el contacto con la realidad cuando su autoritaria madre es hospitalizada. Decide entonces emprender por sí misma un proyecto en solitario, inspirado por una misteriosa niña a la que conoce.

Otra inmersión en la locura de una muchacha rarita y con problemas, una persona cohibida y ninguneada que encuentra en la creación audiovisual una supuesta manera de encontrarse a sí misma, llevando tal búsqueda a extremos aberrantes. En buena medida, esto un lamentable amontonamiento de clichés que dan todo el coraje a estas alturas; la madre represora, el novio comprensivo y protector, la niña siniestra (el giro argumental al respecto es tan obvio que ni se molestan en ocultarlo), el momento “ahora salgo de fiesta porque me he vuelto malota”… y lo peor son las ideas torpemente verbalizadas, como un personaje que no tiene voz propia, por lo que el guionista le hace decir literalmente “no tengo voz propia”, y así con todo.

Como film de terror, sigue cierta línea onírica y se beneficia de su bajo presupuesto y escasas localizaciones, como propias de un mundo enrarecido donde prácticamente nadie es trigo limpio (el ambientillo del artisteo y sus puñaladas traperas), lindando finalmente con cierto horror corporal y gore desagradable para poner de los nervios al personal.

Tiene algo interesante que es la indagación en la cuestión del artista, su proceso creativo, su trabajo tan meticuloso como inescrupuloso con la materia y el descenso al infierno y la degradación que supuestamente debe emprender, pasando por encima de quien haga falta, incluso autodestruyéndose si es preciso, y darlo todo con tal de dar vida a su obra, de ficción pero experimentada como una parte de sí, trascender con algo suyo y sólo suyo. Ser un hijo de puta para poder ser artista, o una idea malsana y desde luego sumamente falaz, que aquí se afronta con crudeza y precisamente desde esa mirada negativa; mostrando lo horrible de llevarla a cabo hasta el final por alguien que parece más bien una pobre loca dando salida a su neurosis… y sin embargo, su motivación obsesiva la hace destacar entre los grises y odiosos sujetos de su entorno.

Ni que decir tiene que lo mejor de la película son sus secuencias animadas, creativas y malrolleras (principal trabajo hasta la fecha de este director debutante en el largo), el cuentecillo tan básico de terror con la niña y el monstruo, cómo adquiere paralelismos y se desdibuja con la vida real; por cierto que la expresividad de los moñecos supera, y con mucho, la de cualquiera de los intérpretes de carne y hueso que participan en la cinta.
 
UNA HISTORIA KOREANA DE FANTASMAS aka EXHUMA

Premiada en Sitges, con el pavo ya viejuno de Old Boy. Me encanta el costumbrismo koreano… aquí te cuentan los ritos de enterramiento y purificación de tumbas, y te lo enlazan con un espíritu japo chungo de cuando la guerra.

No es una peli redonda, ni tampoco da especial miedo, aunque mola simplemente por entrar en esa mitología extraña y ser un espectador de sus cosas de fantasmas… algo que por aquí no hemos visto, aunque tenga sus reminiscencias a Dracula, El Exorcista, etc.

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UNA HISTORIA KOREANA DE FANTASMAS aka EXHUMA

Premiada en Sitges, con el pavo ya viejuno de Old Boy. Me encanta el costumbrismo koreano… aquí te cuentan los ritos de enterramiento y purificación de tumbas, y te lo enlazan con un espíritu japo chungo de cuando la guerra.

No es una peli redonda, ni tampoco da especial miedo, aunque mola simplemente por entrar en esa mitología extraña y ser un espectador de sus cosas de fantasmas… algo que por aquí no hemos visto, aunque tenga sus reminiscencias a Dracula, El Exorcista, etc.

Ver el archivo adjunto 63002
A destacar el sonido del tramo final... Potentísimo 👏👏💪💪
 
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De naturaleza violenta trata de convertir al asesino sobrenatural del slasher en protagonista, de poner en el centro del encuadre a esa presencia sin forma que acecha entre las sombras, siguiendo muy de cerca sus andanzas por el bosque descuartizando a adolescentes idiotas.

El argumento es calcado al de siempre y replica los tópicos del subgénero más tópico de la historia del cine, haciéndolo sin pudor, pero lo que interesa es el manejo del punto de vista, a veces mediante largos planos de seguimiento, a veces mediante cenitales; un alarde formal carente de banda sonora, con la cámara al servicio de una pura fuerza de la naturaleza que antaño fue humana, pero que ahora sólo se limita a ejecutar sin piedad y siguiendo sus propias reglas un ciclo de muerte que nadie sabe muy bien cómo detener.

Sólo podemos acompañar a una prudente distancia a esta alma errante que persigue un recuerdo de lo que fue, una humanidad remota que puede, puntualmente, salir a la superficie (el rostro oculto bajo la máscara, que junto con el hacha o las cadenas conforma la iconografía básica de la criatura)… pero sólo para volver a ser la bestia salvaje que mata todo lo que encuentra y que ocasionalmente demuestra la inteligencia perversa del cazador ante sus presas; genéricas, apenas entrevistas y que evocan a esos puros estereotipos que hemos visto mil veces. Queda un sentido del suspense y un notable manejo de los espacios abiertos, pero en una propuesta, creo yo, conseguida sólo a medias.

Viene a ser un ejercicio virtuoso cuyo director no lleva hasta el final, donde se mezcla ese virtuosismo técnico con decisiones torpes, cutres incluso, o diría que poco coherentes con la perspectiva tan arriesgada que se elige, de la cual la narración ocasionalmente se aparta. Sin ir más lejos, la idea parece agotarse en un tramo culminante donde volvemos a lo de siempre, que nos deja unos planos de la naturaleza ahora vacía, siendo de nuevo escenario ominoso y acechante en su carácter idílico, como volviendo a la premisa fundacional del género. Incluso en un momento dado se nos cuela un mini-flashback explicativo del todo innecesario, o una especie de visión-recuerdo que no pegan ni con cola.

Por otra parte, los asesinatos tan brutales, de tan retorcidos, logran ser involuntariamente cómicos; lo de la muchacha practicando yoga desde luego es de antología y muy susceptible de circular como clip en redes. Pero lo peor es un pegote final con un diálogo pésimamente filmado, una chapa impresionante que pretende poner en palabras una supuesta y profunda reflexión sobre la naturaleza irracional e inexplicable cuando despliega toda su crueldad. Una mirada amoral, distanciada, que de algún modo se imbrica con el componente profundamente moral (conservador) del slasher como ilustración del castigo (¿divino?) para los pecadores; en este caso, actualizado con apuntes de lesbianismo y cultura de la cancelación.
 
Ver el archivo adjunto 63445


De naturaleza violenta trata de convertir al asesino sobrenatural del slasher en protagonista, de poner en el centro del encuadre a esa presencia sin forma que acecha entre las sombras, siguiendo muy de cerca sus andanzas por el bosque descuartizando a adolescentes idiotas.

El argumento es calcado al de siempre y replica los tópicos del subgénero más tópico de la historia del cine, haciéndolo sin pudor, pero lo que interesa es el manejo del punto de vista, a veces mediante largos planos de seguimiento, a veces mediante cenitales; un alarde formal carente de banda sonora, con la cámara al servicio de una pura fuerza de la naturaleza que antaño fue humana, pero que ahora sólo se limita a ejecutar sin piedad y siguiendo sus propias reglas un ciclo de muerte que nadie sabe muy bien cómo detener.

Sólo podemos acompañar a una prudente distancia a esta alma errante que persigue un recuerdo de lo que fue, una humanidad remota que puede, puntualmente, salir a la superficie (el rostro oculto bajo la máscara, que junto con el hacha o las cadenas conforma la iconografía básica de la criatura)… pero sólo para volver a ser la bestia salvaje que mata todo lo que encuentra y que ocasionalmente demuestra la inteligencia perversa del cazador ante sus presas; genéricas, apenas entrevistas y que evocan a esos puros estereotipos que hemos visto mil veces. Queda un sentido del suspense y un notable manejo de los espacios abiertos, pero en una propuesta, creo yo, conseguida sólo a medias.

Viene a ser un ejercicio virtuoso cuyo director no lleva hasta el final, donde se mezcla ese virtuosismo técnico con decisiones torpes, cutres incluso, o diría que poco coherentes con la perspectiva tan arriesgada que se elige, de la cual la narración ocasionalmente se aparta. Sin ir más lejos, la idea parece agotarse en un tramo culminante donde volvemos a lo de siempre, que nos deja unos planos de la naturaleza ahora vacía, siendo de nuevo escenario ominoso y acechante en su carácter idílico, como volviendo a la premisa fundacional del género. Incluso en un momento dado se nos cuela un mini-flashback explicativo del todo innecesario, o una especie de visión-recuerdo que no pegan ni con cola.

Por otra parte, los asesinatos tan brutales, de tan retorcidos, logran ser involuntariamente cómicos; lo de la muchacha practicando yoga desde luego es de antología y muy susceptible de circular como clip en redes. Pero lo peor es un pegote final con un diálogo pésimamente filmado, una chapa impresionante que pretende poner en palabras una supuesta y profunda reflexión sobre la naturaleza irracional e inexplicable cuando despliega toda su crueldad. Una mirada amoral, distanciada, que de algún modo se imbrica con el componente profundamente moral (conservador) del slasher como ilustración del castigo (¿divino?) para los pecadores; en este caso, actualizado con apuntes de lesbianismo y cultura de la cancelación.
a mi me decepciono bastante, pretende ser original pero no.
 
De naturaleza violenta, un walking simulator filmico. El horror, y no en el buen sentido.
 
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