Pues con el de Cuenca ya tienes el camino marcado.
pero si tiene un ojo mirando a Cuenca y otro a Badajoz
Muy majaReciente lo que se dice reciente no es, pero...
Oculus, el espejo del mal, de Mike Flanagan (2013)
Ocurrencia que llegó a película, con dos mequetrefes en una casa enfrentados voluntariamente a un espejo maligno capaz de manipular sus mentes; puro mcguffin sobrenatural, del que no sabemos su origen (y al final tampoco es que importe) para dar pie a un ejercicio de horror en recinto cerrado a cargo de un director un tanto flipado, en especial en lo que respecta a un filigranesco montaje que alterna presente y pasado (trágico) que tuvo lugar en ese mismo sitio y con esos mismos protas, superponiéndose uno al otro de manera un tanto onírica. Millonésima variación de “El resplandor”, con familia feliz que se muda a su nuevo hogar y allí pasan cosas raras hasta que acaba el asunto como el rosario de la aurora y todos majaras perdidos.
¿Será posible escapar, una década más tarde, a la maldición del espejo de marras? Eso intentarán comprobar la protagonista, listilla y preparada con un arsenal de inventos digno de “Sólo en casa”, y su hermano, un pobre chaval traumatizado y con problemas para distinguir la realidad de la fantasía; una idea a todas luces estúpida, sin mucho sentido... pero sin la cual no tendríamos película.
Final con un par, desde luego nada edulcorado, del que se desprende una circularidad del mal, una imposibilidad de sustraerse a su influjo, con historias y finales que son como un reflejo y que apuntan a una culpa secreta, al lado oscuro de cada uno, o unos demonios que son peores que los de carne y hueso. Pero esto es así un poco a medias, ya que la peli, en su condición de videojuego o scape room, tiene mucho de trampa, y el director, de hábil ilusionista que propone un duelo de ingenios, el humano y el sobrenatural, donde no hay igualidad de condiciones; el poder del peculiar artefacto es tan enorme y es tal la confusión de realidad e irrealidad… que la cosa deriva en un todo vale (ni siquiera cámaras y móviles, que pretenden ser pruebas objetivas, son garantía de nada) que tampoco va a ningún lado.
Al final, pues lo de siempre; espantos del tren de la bruja, toques gore bastante gratuitos y desagradables… y unas dudas iniciales sobre trastorno mental frente a existencia de lo sobrenatural sobre las que la peli acaba por no arrojar muchas dudas.
La idea es buena. Y bien por las escenas violentas. Pero es un juego sin reglas, donde todo vale o nada, para ir directo a lo inevitable y si hubiera algo que pudiera, da igual, tengo otro as que te lo desmonta.Pues la de Cuando acecha la maldad es un ejercicio de terror directo, sangriento y que busca incomodar y provocar el efecto, con una representación gráfica del horror sobrenatural, muy física, pese a tratarse de una amenaza abstracta; una “maldad” que flota y se propaga, que está en todas partes y en ninguna y que acaba por ser ese mal que todos llevamos metido dentro y a la espera de la ocasión propicia, que brota de algún lugar infecto en el fondo de la mente pero que está a dos pasos de tomar la vida real.
(Sigo en Spoiler por si desvelo algo)
Sería una de posesiones diabólicas y una de zombis o infecciones, no del todo lograda, pero cuyo éxito se entiende tal vez, no sólo por un puñado de secuencias de impacto, sino por proponer cierta alternativa a una década de “terror elevado”, relamido y elegante en exceso. Y algo tiene que ver la pandemia, el peligro del que no podemos huir por mucho que sigamos unas normas estrictas que conforman la peculiar mitología del “embichado”. Armas de fuego (que reproducen el mal en lugar de alejarlo), luz eléctrica (que en lugar de iluminar acaba por invocar a la bestia), animales… quizá lo podría haber aprovechado mejor, con alguna proximidad a un realismo mágico por la manera tan fácil con que se aceptan los acontecimientos (el nene que acaba de ser testigo de cómo un perro le come la cabeza a su hermanita, y al poco rato está tan tranquilo).
Los personajes son más bien miserables, torpes y poco heroicos, con poco o nada que puedan hacer ante semejante adversario, arrastran un pasado no del todo respetable; se percibe la sombra del maltrato, pero la mujer tampoco es que sea muy agradable precisamente. Un enemigo interior remueve los malos instintos, juega con ellos, al tiempo que es una Cosa carpenteriana, un horror purulento y deforme que los exterioriza. Bastante potente la primera mitad, donde vemos por cierto la ineficacia de las instituciones en el campo argentino, los terratenientes que siguen siendo la autoridad (se busca extirpar el mal para que las tierras no pierdan valor, esconderlo bajo la alfombra antes que arrancarlo de raíz)…
Situaciones muy desmadradas, con gente perdiendo los papeles de una forma no sé si involuntariamente cómica incluso, a lo Peter Jackson, o bien involucrando a niños, a personas discapacitadas, con tal de poner de los nervios al personal. Una marca de culpa imborrable, como derrota última y consumación definitiva y terrenal de esa maldad. La infancia otra vez como máscara que encubre el horror bajo un aspecto inocente, y a partir de aquí, una cinta mucho más convencional, con niños malvados, con su medium, un aparato mágico que parece sacado de la manga… y pierde, creo yo, bastante interés y fuelle.
Coincido totalmente. Me gustó mucho la premisa de una sociedad que convive con las posesiones demoníacas y tiene toda una serie de reglas y maneras de lidiar con ella. Pero luego se va desinflando a marchas forzadas hasta un final a mi parecer totalmente ridículo. No entiendo por qué ha tenido tanto revuelo esta película (que ganó en Sitges si no recuerdo mal), y aún menos la anterior Aterrados, que directamente me pareció un truño como un puño.La idea es buena. Y bien por las escenas violentas. Pero es un juego sin reglas, donde todo vale o nada, para ir directo a lo inevitable y si hubiera algo que pudiera, da igual, tengo otro as que te lo desmonta.
Una lastima.
con @Visitor Miyamoto al 101%Coincido totalmente. Me gustó mucho la premisa de una sociedad que convive con las posesiones demoníacas y tiene toda una serie de reglas y maneras de lidiar con ella. Pero luego se va desinflando a marchas forzadas hasta un final a mi parece totalmente ridículo. No entiendo por qué ha tenido tanto revuelo esta película (que ganó en Sitges si no recuerdo mal), y aún menos la anterior Aterrados, que directamente me pareció un truño como un puño.
Meh, no diría que es un bombazo ni de coña. Película no apta para aracnofóbicos, es entretenida, pero creo que se pasa mucho de frenada con sus metáforas de "crítica social" y tiene algunas cosas del guión que tienes que aceptar porque sí y listo. Pero vaya, pa echar un rato.Ya he visto el primer gran bombazo de terror del año. Una escalofriante oda al repelús no apta para los que tienen aracnofobia
Hay mucho cine en el que las arañas son un elemento de escalofrío circunstancial. Desde las películas de Indiana Jones a la primera de James Bond, siempre han...www.espinof.com