I'm back... recientemente me he dado cuenta de que tengo ya SIETE cartuchos de 15 metros rodados por mí en Super 8 y revelados (y 3 cartuchos más que tengo que llevar a revelar) suman 10 Cartuchos, esto es 150 metros de CELULOIDE impresionado
Suelo gastar dos: uno en navidades y otro en verano. Aparte, cuando encuentro algún cartucho barato o oferta interesante la uso para "experimentos".
He de decir que el Súper 8 no me interesa para ver películas comerciales. Tengo 3 que adquirí cuando compré el proyector, pero es todo demasiado diferente a mi habitual forma de ver cine: películas que venden "por trozos" o "resumidas" colores alterados, el sonido deja bastante que desear... no es "lo mío" (lo mío, por si alguien no lo sabe, es el vídeo
).
Esto no significa que no disfrute, y mucho, filmando y proyectando en Super 8 mis propias películas caseras. Es un must have pasarle algún rollo a las visitas, aunque después Jack Bauer (o en su defecto, algún vecino) te toque a la puerta porque el ruido del proyector hace pensar en atentados y fabricación casera de artefactos no muy pacíficos. Que gozo, vamos.
En previsión de tal gozo, he adquirido esto:
Una "moviola" o visionadora Goko dual (8mm / Super 8). Goko es una marca japonesa que fabricó sobre todo estos aparatitos en múltiples modelos, además de telecines. Tuvo bastante prestigio, y sus visionadoras están entre las más apreciadas entre los coleccionstas y súper8-maniacos, junto con las de Bauer (alemanas, creo recordar). El eje del mal superochístico.
Aquí podéis ver las especificaciones técnicas de mi modelo, el A-200 Dual:
super8wiki.com
Me venía en perfecto estado y con la lámpara funcionando. En verdad es más sencillo que el mecanismo de un botijo: pasas la película por el mecanismo, fijando los rodillos a los agujeros del film, lo enganchas a la bobina receptora (tengo una de 120 metros) enciendes la lámpara y.... y... bueno, veamos los pros y los contras de este aparato respeto a mi proyector, el austriaco Eumig Mark:
-Pros:
La Goko trabaja en total y absoluto silencio. No como el proyector, que pone en alarma a todo el vecindario
La Goko da más estabilidad de imagen, permite detener la proyección en un fotograma, centrarlo y enfocarlo mucho mejor que el proyector, cuya estabilidad de imagen deja que desear
Es infinitamente más ligera y manejable que el proyector
La lámpara es de fácil recambio (las del proyector, bombillas "marcianas" ya no se fabrican)
Es más fácil de limpiar y mantener. El sistema por el que pasa la película es extremadamente sencillo: tres rodillos que la ajustan a la ventanita de proyección.
Todo está a la vista y a la mano y no hay que desmontar nada para limpiar. El proyector Eumig, al ser sonoro, tiene un mecanismo mucho más amplio y recóndito difícil de limpiar.
-Contras:
Es mudo. Cosa que en realidad carece de importancia porque yo no veo pelis comerciales sonoras, sino pelis filmadas por mí (que son mudas. A día de hoy ya no venden cartuchos vírgenes sonoros) pero es un detalle a tener en cuenta
Es manual. Lo pongo en contra porque la gente NORMAL lo verá como un contra. Para mí, es un pro
Eso quiere decir que, una vez preparada la película, tú mismo tienes que ir, mediante dos manivelas, "cargando" la película en la bobina receptora para ir pasándola, alimentando la bobina receptora. No es una máquina automática. No hay motor alguno (como sí hay en el proyector, que es automático).
Incluye también un pequeño "marcador", un punzón diminuto que practica un agujero igualmente diminuto, aunque apreciable, en el celuloide. De esta forma los montadores podían "marcar" donde empezaba o acababa un trozo a eliminar, restaurar...
Sí, esa extraña marca al lado del personaje de "The Warriors" es un agujerito practicado en la película...