Atreyub
En busca y captura
Ostras, qué nostalgiada más rica. Me has hecho recordar ese momento mítico cuando lograbas hacerte amigo del que llevaba el videoclub porque automáticamente pasabas a ser del club selecto de poder hacerte ese finde de los estrenos sin tener que esperar a tantas semanas después y dejar que la suerte y el azar te permitiesen alquilarla.
Llegó a tal grado de confianza que había momentos donde el videoclub, un sábado a la tarde, petado de peña, hasta los topes. Yo llegaba un sábado a la tarde, a eso de las 18:00 o 19:00 y con una sola mirada ya sabías los códigos: "espérate que está a punto de llegar - espérate que la tengo aquí pero me han preguntado por ella". No sabe ese chaval lo que le agradeceré en la vida el poder haberme hecho con el alquiler de tantos y tantos estrenos sin pasar por el fatídico momento de "no, no la tenemos, tendrás que esperar a la semana que viene".
El cenit era cuando en ese videoclub llegaba peña nueva y el "contacto" le decía a los nuevos que yo, alias "este cliente" es del grupo selecto. Oh, aquello le hacía sentir a uno importante. Y de ahí salían grandes charlas, largas en su momento, sobre cine, títulos, directores, películas, etc. Y claro, cuanto más hablabas más confianza pillabas.
Era todo un mundo el de los videoclubs.
O cuando llegaron los blockbusters. Aquellos eran enormes, grandiosos, pero muy caros y la peña no te tenía tanta confianza. Nada como los videoclubs de barrio. Recuerdo otro donde si alquilabas cierta serie de pelis animadas ("Dottie y la ballena" era uno de los títulos) te regalaban un muñeco. Acabé con toda la colección porque a la dueña le caía bien y acababa regalándome 2 muñecos. Gracias a ese videoclub descubrí títulos como El gato con botas de Miyazaki.
Y me dejo en el tintero más anécdotas que iré compartiendo.
Llegó a tal grado de confianza que había momentos donde el videoclub, un sábado a la tarde, petado de peña, hasta los topes. Yo llegaba un sábado a la tarde, a eso de las 18:00 o 19:00 y con una sola mirada ya sabías los códigos: "espérate que está a punto de llegar - espérate que la tengo aquí pero me han preguntado por ella". No sabe ese chaval lo que le agradeceré en la vida el poder haberme hecho con el alquiler de tantos y tantos estrenos sin pasar por el fatídico momento de "no, no la tenemos, tendrás que esperar a la semana que viene".
El cenit era cuando en ese videoclub llegaba peña nueva y el "contacto" le decía a los nuevos que yo, alias "este cliente" es del grupo selecto. Oh, aquello le hacía sentir a uno importante. Y de ahí salían grandes charlas, largas en su momento, sobre cine, títulos, directores, películas, etc. Y claro, cuanto más hablabas más confianza pillabas.
Era todo un mundo el de los videoclubs.
O cuando llegaron los blockbusters. Aquellos eran enormes, grandiosos, pero muy caros y la peña no te tenía tanta confianza. Nada como los videoclubs de barrio. Recuerdo otro donde si alquilabas cierta serie de pelis animadas ("Dottie y la ballena" era uno de los títulos) te regalaban un muñeco. Acabé con toda la colección porque a la dueña le caía bien y acababa regalándome 2 muñecos. Gracias a ese videoclub descubrí títulos como El gato con botas de Miyazaki.
Y me dejo en el tintero más anécdotas que iré compartiendo.