En ningún caso me veo satisfecho como receptor de comunicación con la oferta actual de los medios. No, el panorama no es bueno, y los informativos han pasado a ser programas de variedades sin profundidad ni interés. No hablemos de lo demás, que directamente no consumo. Ahora bien, Quintero y Dragó son unos clasistas ególatras, vendiendo su presunta intelectualidad como la única válida, y sus entrevistas en profundidad a... amigotes aburridos. La senectud intelectual también es criticable, porque los formatos cambian, la cultura cambia, y hay que ser lo suficientemente abierto como para ver que lo nuevo, otro ritmo, etc, no tiene que significar malo o de poco calado...
Que se vaya a contemplar Quintero un alcornoque. Él se las da de profundo, de intelectual, cuando sólo es un viejo. Nada demuestra que no haya ahora nuevas ideas o formatos, tan válidos o enriquecedores, como los que podía haber en su época. Eso sí, de tonto es no ser humilde, no estar abierto a nuevas formas de comunicación e intentar sentar cátedra después de no haberse enterado que el tiempo minuto a minuto se ha adelantado treinta años... Tan pagado se si mismo, que se ha cerrado en el tiempo.