Sánchez Dragó y las lolitas japonesas

Respuesta: Sánchez Dragó y las lolitas japonesas

Yo me enteré hace tiempo, pero creo que fue algo que causó polémica. La verdad es que no tengo ni idea de cómo terminó el culebrón.
 
Me dan ganas de escribir un blog sobre Quintero... Es tan intelectual que no se ha dado cuenta que el tiempo avanza.
 
Nunca he entendido qué tenían de grandeza las entrevistas de Quintero aparte del mérito de hacerse pajas metafóricas frente a la audiencia y cobrar por ello.
 
Cualquier tiempo pasado fue mejor... Eso ya lo inventó Manrique hace unos cuantos siglos.
 
En ningún caso me veo satisfecho como receptor de comunicación con la oferta actual de los medios. No, el panorama no es bueno, y los informativos han pasado a ser programas de variedades sin profundidad ni interés. No hablemos de lo demás, que directamente no consumo. Ahora bien, Quintero y Dragó son unos clasistas ególatras, vendiendo su presunta intelectualidad como la única válida, y sus entrevistas en profundidad a... amigotes aburridos. La senectud intelectual también es criticable, porque los formatos cambian, la cultura cambia, y hay que ser lo suficientemente abierto como para ver que lo nuevo, otro ritmo, etc, no tiene que significar malo o de poco calado...

Que se vaya a contemplar Quintero un alcornoque. Él se las da de profundo, de intelectual, cuando sólo es un viejo. Nada demuestra que no haya ahora nuevas ideas o formatos, tan válidos o enriquecedores, como los que podía haber en su época. Eso sí, de tonto es no ser humilde, no estar abierto a nuevas formas de comunicación e intentar sentar cátedra después de no haberse enterado que el tiempo minuto a minuto se ha adelantado treinta años... Tan pagado se si mismo, que se ha cerrado en el tiempo.
 
Aparte de todo, que Quintero se de aires vale, ¿pero Dragó cuándo ha tenido prestigio como entrevistador? Ni que fuera Soler Serrano. O Tola.




O Gurruchaga.
 
¿pero Dragó cuándo ha tenido prestigio como entrevistador? Ni que fuera Soler Serrano.

Además de "entrañable" fantasma y ególatra, Dragó es el entrevistador más importante de España y Latinoamérica desde Soler Serrano y su sucesor. Por sus programas televisivos de tertulias y de libros, sin parangón (desgraciadamente, porque lo demás es un desierto cultural), han pasado todos los autores y figuras relevantes de los últimos 35 años y de todas las ideologías. Nada de "amigotes aburridos".
 
Aunque esté muy lejos del pensamiento de Dragó, siempre me ha parecido un placer escucharle. Y lo mismo a Quintero, sobre todo en sus tiempos de El Loco de la colina (o cómo entrevistar a un deshollinador al que no conoce nadie y hacer un lujazo de entrevista). En la TV el Quintero nunca me ha gustado.

Alsina es un capullo presuntuoso, dicho sea de paso
 
Quintero. Ay Quintero!. Me hace gracia quejarse de que no le dejan entrevistar a Bárcenas o a Berlusconi y insinúa que ese es el motivo de porque ya no hace entrevistas. Se olvida de que el entrevistó a grandes personajes de la humanidad como "Peíto"....
 
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