Criticar esta película siempre es complicado porque tiene muchos fans (que la defienden a degüello) y también ciertas virtudes innegables (y yo no quiero ni molestar a los unos, ni menospreciar las otras). Pero tampoco puedo pasar por alto lo que este buen hombre hizo con una obra cinematográfica tan importante como Alien: transformarla en el punto de partida de la (supuesta) "saga" de Ripley ("es su historia", dice...; "los cojones", digo yo) y continuarla con una cinta de acción burda (muchos aliens, muchas armas, muchos tiros, etc.) al servicio de unas metáforas (unívocas y pretenciosas) que matan todo el misterio, la magia y las múltiples lecturas de la cinta original.
Ropit hablaba del "machaque de la niña", no del "machaque de la metáfora" (los coloca como dos elementos diferenciados). En cualquier caso yo creo qie sí la verbalizan (el mami telenovelesco del final; la conversación sobre la madre biológica y los monstruos no existen pero sí existen; el símil de las hormigas y las abejas de Hudson...) pero el problema de esas pretensiones metafóricas es sobre todo de índole visual. Y empieza ya desde el mismísimo inicio con esa pesadilla ridícula al ralentí del "parto" ("ahora sale por la barriga y no por el pecho, ¿eh?" Ya Jaimito, ya... no me jodas); insufrible. No hace falta llegar a los úteros o a las mandangas del final; antes de la niña el tipo ya está erre que erre con esa OBSESIÓN (recordemos que el guión de Aliens parte de uno previo llamado... Mother).
No es que las pretensiones metafóricas entorpezcan lo que se narra (que también); es que toman literalmente el control, zombificando todo lo demás, convirtiendo la película en una (en mi opinión, burda) representación freudiana de los miedos de la maternidad.
Yo creo que es justo al revés: todo lo que sucede está supeditado a la metáfora. Y eso crea situaciones incongruentes: por ejemplo, algo como "el sargento y los demás ya están muertos; no podemos hacer nada por ellos" se transforma, cuando desaparece la niña, en un "¡no matan, ellos no matan..., vamos por ella!".
Pues también tiene cosas al principio que tela (por ejemplo, el momento en que los presos trotan hacia la playa al ralentí con esa musiquilla ¿épica?; no sé cómo alguien pudo dar el visto bueno a eso).
Pues no digo nada nuevo si afirmo que está llena (como toda la saga) de amenazantes símbolos fálicos, vaginas, penetraciones, fluidos y demás guarrerías...
Ahora sin coñas, porno emocional (en mi opinión) sí que hay...
La metáfora de la madre está clara, tampoco es que Cameron sea Mr Semiótica, pero no la verbalizan (ahí sí machacarían)
Ropit hablaba del "machaque de la niña", no del "machaque de la metáfora" (los coloca como dos elementos diferenciados). En cualquier caso yo creo qie sí la verbalizan (el mami telenovelesco del final; la conversación sobre la madre biológica y los monstruos no existen pero sí existen; el símil de las hormigas y las abejas de Hudson...) pero el problema de esas pretensiones metafóricas es sobre todo de índole visual. Y empieza ya desde el mismísimo inicio con esa pesadilla ridícula al ralentí del "parto" ("ahora sale por la barriga y no por el pecho, ¿eh?" Ya Jaimito, ya... no me jodas); insufrible. No hace falta llegar a los úteros o a las mandangas del final; antes de la niña el tipo ya está erre que erre con esa OBSESIÓN (recordemos que el guión de Aliens parte de uno previo llamado... Mother).
y no entorpece lo que narran
No es que las pretensiones metafóricas entorpezcan lo que se narra (que también); es que toman literalmente el control, zombificando todo lo demás, convirtiendo la película en una (en mi opinión, burda) representación freudiana de los miedos de la maternidad.
Es una decisión de personaje, no la ordena la metáfora.
Yo creo que es justo al revés: todo lo que sucede está supeditado a la metáfora. Y eso crea situaciones incongruentes: por ejemplo, algo como "el sargento y los demás ya están muertos; no podemos hacer nada por ellos" se transforma, cuando desaparece la niña, en un "¡no matan, ellos no matan..., vamos por ella!".
Es una estupenda película hasta la escena de la enfermería.
Pues también tiene cosas al principio que tela (por ejemplo, el momento en que los presos trotan hacia la playa al ralentí con esa musiquilla ¿épica?; no sé cómo alguien pudo dar el visto bueno a eso).
Ni que estuviéramos hablando de porno, oiga.
Pues no digo nada nuevo si afirmo que está llena (como toda la saga) de amenazantes símbolos fálicos, vaginas, penetraciones, fluidos y demás guarrerías...
Ahora sin coñas, porno emocional (en mi opinión) sí que hay...