Me las he vuelto a revisar estos días, con otra perspectiva respecto a aquellos días en las que muchos salíamos con priapismo del cine después de que Magnolia se hubiera salido echando espuramajos por la boca. Lo normal.
No se aleja mucho de una de las capas primarias de la construcción del héroe, personificar una idea. Lo interesante de la propuesta es que contrapone esa idea e intenta hacer reflexiones filosóficas y socio-políticas con ella. Lo que he ido viendo es que a medida que la propuesta avanza, a Nolan le sobra un personaje. Le sobra Batman, y también le termina sobrando el millonario que hay detrás. En la tercera el problema es que le terminan sobrando todos los personajes, y quizás la propia película. Ese último tercio es un sin Dios, y en los dos anteriores tampoco termina de enganchar aunque muestra una buena predisposición hacía Bane. Pero esta cinta si la veo diferente a las otras dos y sin embargo no la puedo quitar del conjunto. Quizás diría que incluso una maduración tras casi abrazar el anarquismo en la segunda entrega. Más allá de los problemas evidentes que señaláis en su último tercio y que en muchos casos no tienen la importancia que se les da en cuanto a fallos o elipsis que es que pueblan toda la trilogía y cualquier película a poco que la rasques, la tercera ya es una película cansada y obligada para rematar una trilogía que a mi juicio iba a tener un díptico con The Dark Knight... Pero Ledger ya no estaba.