SMILE - Terror sonriente, cuidado que el trailer te la cuenta entera.

Yo a día de hoy sigo sin entender el éxito tan apabullante de dos películas como Smile y Five Nights at Freddy's, no le encuentro nada de nada para que justifiquen tanto exito
 
Pues yo me alegro de que sigan existiendo peliculillas de estas, hace poco vi la de D.I.A bólica y sin ser ninguna maravilla (un poco chusta) estuvo guay para tenerla de fondo mientras estaba con el móvil.
 
Smile y Talk To me son tontísimas.

Aunque en Sitges los fenotipos de Sala y cia ahí se corran vivo en corrillos. RETRATADOS.
 
good fellas laughing GIF
 
Smile 2 (2024)....................................... 8.5



El regreso de la sonrisa del terror




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Mi comentario:


Secuela directa del hit de terror titulado "Smile", escrito y dirigido por Parker Finn, estrenado en el año 2022. En aquella, se nos explicaba la historia de la doctora Rose Cotter (muy bien interpretada por Sosie Bacon) que, tras ser testigo de un horrible acontecimiento, empieza a experimentar sucesos aterradores que ni ella misma puede explicar. En esta segunda parte, la trama va por otro camino, pero el efecto de terror y suspense sigue siendo el mismo. Es decir que, aunque se haya cambiado de escenarios, de protagonista, los sustos, los jumpscares van a estar presentes, incluso más que su antecesora, a lo largo de todo el metraje. Un metraje que supera de lejos las dos horas. Esta vez, detrás de las cámaras y en el guion regresa Parker Finn, aunque el reparto es completamente nuevo. Está encabezado por la actriz Naomi Scott, que ahora le tocará sufrir bastante y conseguirá hacernos testigos y/o cómplices de todo lo que va viendo en este largometraje. Le acompañan Rosemarie Dewitt, Ray Nicholson, Lukas Gage, entre otros. Los que sufren del corazón que se abstengan de verla porque, si en la anterior ya había alguna que otra escena impactante y que no ves venir, aquí nos encontramos muchas, demasiadas, añadiría yo. Sin duda, mientras iba viendo este filme, estaba sufriendo como nuestra protagonista. Entiendo que los jumpscares (los típicos sustos de gato) encajan bien en el género de terror, pero que encima te suban el sonido a un nivel brutal, te deja con un mal cuerpo. No es algo negativo, pero no es algo que guste ni disfrute. Esta secuela, sin ninguna duda, está al mismo nivel que la original, y tiene el empaque suficiente como para atrapar a los espectadores y a hacer una muy buena taquilla. Mi nota final es de 8.5/10.
 
La disfruté, pero es una película mucho más violenta, explícita y excesiva. Cambia la relativa claridad de la primera por el caos y el artificio. En esta, el parásito cósmico es tan extravagante, bombástico y diva como las personas del espectáculo (tiene sentido que la cantante lo perciba así), pero todo está tan desbordado que terminó quemándome. De nuevo, se utiliza el horror para abordar temas de trauma, salud mental y la manera en que las personas lidian con sus emociones reprimidas o no resueltas. Lo interesante de estas películas, como Talk to Me, es que las entidades realmente existen; lo psicológico está subordinado a lo sobrenatural y no al revés.

Empieza arrollando como un thriller con una escena de acción ESPECTACULAR, que aparentemente fue filmada en una sola toma, mejor rodada que la de muchas películas del género. Está protagonizada por el policía de la primera, que intenta transmitir la maldición a unos narcotraficantes asesinos.

La cámara nunca corta, lo que crea una incomodidad lenta y sofocante, que se contrasta con los movimientos frenéticos de Gallner. Hay una urgencia en su interpretación que lo diferencia de los criminales a los que intenta engañar; se nota que esta es una situación antinatural para él. Sin embargo, es la coreografía de la secuencia posterior al tiroteo la que demuestra la habilidad natural de Finn para dirigir secuencias de acción. La casa es asaltada, y la cámara giratoria crea una sensación de desorientación y caos. Joel tiene que resolver problemas y la cámara sigue su mirada, mostrando al público todas las salidas que están bloqueadas. Esto genera una tensión real que nunca se replica en el resto de la película con la misma intensidad.

Es una mezcla de la primera entrega y Perfect Blue. La industria musical es vista como una máquina gigante de MK-ULTRA a escala masiva, que infecta espiritualmente a base de trauma. El final también es excelente, pero tengo la sensación de que a la película le sobra mucho metraje y que, de hecho, si la hicieran menos machacona y más mesurada, sería más intensa y terrorífica. Si todo es aterrador, nada lo es.
 
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