Respuesta: Star Wars y todo su universo
He estado revisionando la trilogía original. Nunca he sido muy fan de Star Wars y de hecho hubo un tiempo en que le tuve cierta tirria irracional, pero ya que sólo recordaba fragmentos sueltos de las antiguas y lo confundía todo, les he dado otra oportunidad. Y bueno, poco a estas alturas queda por decir de la saga por antonomasia, pero por si a alguien le sirve, ahí queda. Pienso que hablar de Star Wars como cine es difícil, ya que para todo el mundo es “algo más” en sus vidas y a veces es visto como icono, fenómeno, etc. antes que como una serie de películas, que es lo que es. No soy nostálgico, de modo que opto aquí por la segunda opción.
Star Wars, episodio IV: La guerra de las galaxias. Una nueva esperanza, de George Lucas
Inicio de la saga, uno de los títulos que sientan las bases del cine comercial moderno y punto de partida del universo Star Wars. A grandes rasgos, una historia arquetípica y universal sobre el camino de un héroe y el enfrentamiento del bien contra el mal, así como una puesta a punto de elementos ya existentes del cine de evasión y aventuras, pero insertados dentro de un fenómeno (o de sus comienzos) que conquistaría al público de todas las edades, arrastraría consigo a millones de fans en todo el mundo y depararía un legado en la cultura popular que todavía hoy parece inagotable. Lucas, cineasta muy limitado, supo encontrar los ingredientes más apropiados para “cocinar” un gran éxito, pese a no ser precisamente el mejor chef del mundo, con la ayuda (todo hay que decirlo) de la suerte, ya que posiblemente ni él mismo supo muy bien lo que estaba creando.
Y es que sus méritos, en cualquier caso, son otros. Mezcla influencias de todo tipo procedentes del cine popular y de los seriales, desde el género de acción y el western hasta la ciencia-ficción más fantástica, por eso encontramos todo lo imaginable: persecuciones, trampas, tiroteos, líos de taberna, duelos a espada, batallas aéreas... Y lo más importante, crea un universo y una mitología propia digna de las leyendas o de los cuentos de hadas, de personajes y lugares que parecen suspendidos en el tiempo, con el concepto de la “fuerza” como elemento unificador, que justifica y mueve las acciones de cada uno, e impulsa al héroe hacia su destino. Tal vez sea esa reducción a caracteres puros y esa simplicidad general lo que contribuye al carácter imperecedero de la historia.
Como película, lo que resalta es su carácter ligero y “pulp”, desprejuiciado y carente de pretensiones. Ingenua e infantiloide por momentos, el humor y ciertos diálogos dejan bastante que desear, los actores van cada uno a su bola, y el desarrollo de los acontecimientos es de lo más burdo, con un protagonista que pasa de joven campesino insignificante a líder nato en cero coma, lamentándose por la muerte de un maestro al que apenas conoce, por poner un ejemplo. O ese sacrificio de Obi Wan, que parece un poco sacado de la manga y no se explica mucho. Por cierto que mucho quejarse de Jar Jar Binks (y con razón), pero R2D2 me parece un secundario también muy cargante. Por otro lado, la ambientación, efectos especiales, maquetas, diseño de naves y tecnología, etc. conservan un gran encanto, nada que añadir al respecto.
Discutible como película, indiscutible como fenómeno popular y nacimiento de un nuevo concepto de entretenimiento.
Star Wars, episodio V: El imperio contraataca, de Irving Kershner
Secuela que vuelve a ser un éxito arrollador y muy bien calculado, prolongando los logros de su predecesora. Lucas se aparta de la dirección, la cual pasa a manos de alguien más competente y sobre todo menos problemático, que dirige con eficacia y artesanía, mientras que el guión lo realiza Lawrence Kasdan y destaca por unos diálogos muy superiores a las líneas más bien tontunas del episodio IV. Hay un esfuerzo por llevarlo todo a un nivel superior y una mayor ambición, pese a contar con una fórmula idéntica, y se abandona la ingenuidad de la anterior a favor de un tono más adulto y “oscuro”, como diríamos a día de hoy. El argumento es más complicado, hay tramas paralelas, engaños, personajes que no son lo que parecen (Yoda, Lando Calrissian) y la relación entre Han Solo y la princesa parece directamente sacada de una comedia “screwball” clásica, por las réplicas y la tensión sexual existentes entre ellos dos. Así pues, los personajes se encuentran aquí más logrados, con su trasfondo y sin un carácter tan arquetípico, a lo cual desde luego ayuda el que ya les conozcamos y el ahorro de presentaciones.
Otro aspecto fundamental es la evolución del protagonista, ahora sí, convenientemente planteada. Luke se enfrenta a dudas y a dificultades, teniendo que madurar y atravesar obstáculos y duras pruebas, el culmen de las cuales supone la famosa revelación de Darth Vader, y es entonces cuando la película adquiere una dimensión trágica y shakespeariana, más allá de la simple sorpresa. La explicación definitiva de la filosofía de la “fuerza” termina de completar el universo creado por Lucas y de darle pleno sentido, amén de un mayor interés y complejidad a su manera.
Con unos efectos especiales y un diseño de producción espectacular y muy conseguido, el resultado es desde luego una jugada maestra.
Star Wars, episodio VI: El retorno del Jedi, de Richard Marquand
El desenlace de la trilogía es también la entrega más floja, sin ser tampoco el mal. Aquí se ve a Lucas crecido gracias al éxito de las anteriores y volviendo a meter mano claramente, y es que ya se estaba convirtiendo en el empresario megalómano y vende-muñecos que es ahora. Excesivo el protagonismo de los Ewoks, en lo que supone una nueva infantilización de la saga, cara a la galería, perdiendo el tono más trágico de la anterior, aunque los mejores momentos corresponden a la relación padre-hijo entre Luke y Darth Vader. La historia se cierra con la coherencia esperada, el héroe que llega al final de su camino completamente formado, asume su destino final y, evitando la tentación, se enfrenta al mal para que prevalezca el bien, en un desenlace épico a tres bandas (la batalla espacial por un lado, la de tierra firme y el duelo que decidirá todo) el cual hace ganar a la película muchos enteros. Sobre todo después del campamento de los osos de peluche, y los bailecitos y tonterías varias de la guarida de Jabba el hut (bastante anecdótico, por suerte).
Otra cosa que no termino de ver es lo de la identidad oculta de Leia. El “yo soy tu padre” de la anterior, aparte de ir acorde con el tono más serio que se quería imprimir a la historia, tiene su razón de ser por el papel decisivo de Luke y el que pudiera servir a uno u otro fin, de ahí mantenerlo oculto. En éste caso, lo de ella lo veo más que nada para refozar el culebrón, y termina siendo rizar el rizo.
Vamos, que no está mal, y lo que es la acción, la aventura y los efectos especiales continúan como antes, pero más bien parece el preludio de la decadencia que vendría décadas más tarde. Y es que, como dice el almirante Ackbar… “¡es una trampa!”