EXCLUSIVA I Así empezaba mi prólogo de VAN HELSING...
"Corrían los años de los peplums históricos: CLEOPATRA, REY DE REYES, QUO VADIS o BEN-HUR. mientras que un joven visionario llamado Stephen Sommers, se quedó anodado. No había visto una cosa igual desde que conoció a Elliot, padre de Conrado Xalabarder, crítico icono de las bso españolas. Parguelas reconocidos padre e hijo, será una saga llevada al cine y al que cuyo inminente estreno en 2049 Blade Runner se les dará un merecido homenaje a manos del compositor VAN Hel...is.
Y allí estaba él, Don Stephen, feliz y risueño viendo los grandes angulares y decorados de aquellas películas, que -hoy día, mal llamadas como cine de abuelas- siguen siendo santo y seña para las más variopintas especies, grupos sociales y tribus urbanas. Una duda corroía al soñador Sommers: ¿Aquello era cine de abuelas o cine de romanos? ¿Por qué se mezclaban? ¿Por qué estas películas y a qué clase de conjuro satánico se debe para que las repongan tanto en Semana Santa como en Navidad? ¿POR QUÉ siempre en esas dos fechas?, se preguntaba el joven Stephen. ¿POR QUÉ? "Nadie me lo explicó", llegó a afirmar y el risueño y feliz adolescente tuvo una iluminación: "POR CASTILLA e ISABEL".
Esas palabras retumbaron en su ser cuando se levantó de su creciente siesta en un rincón de Michigan (estado de Castilla). Se levantó apesadumbrado. Y como un cerdo entrando en un matadero afirmó a los seres de luz romanos que tenía detrás de aquellos pósters andrajosos en su habitación -ET, Indiana Jones o Liz Taylor en bragas- que él sería el elegido para liderar un proyecto. Que quería ser director de peplums y que NO quería ser como aquel esclavo al que le preguntaron si prefería ostras o caracoles porque él no quería elegir. Quería hacerse una de peplums que explicara aquellas películas de abuelas. Y así empezó la leyenda de VAN HELSING. El mito. La retrospectiva.