Amy Pascal, Angelina Jolie y Scott Rudin
Los trapos sucios de «Jobs», al aire: «Mejor cierra la boca a Angelina»
El ciberataque a Sony Pictures descubre el tortuoso camino del biopic, con emails llenos de gruesas palabras hacia Angelina Jolie
Share on facebook13
Share on twitter19
Share on tuenti
Comentarios
0 Comentarios
D. CASADO
Día 10/12/2014 -10.36h
La
película sobre Steve Jobs que preparaba Sony Pictures
se acabó convirtiendo en un culebrón, con
actores y directores que pegaban la espantada del proyecto sin que se llegaran a conocer las razones reales de sus renuncias. Pero el ciberataque que sufrió la compañía hace diez días ha arrojado luz sobre el proceso, desvelando insultos y malas maneras entre la vicepresidenta de la compañía, Amy Pascal, y el productor Scott Rudin.
La revista Gawker publica
el extenso cruce de correos electrónicos entre ambos, una colección de descalificaciones hacia actores como Angelina Jolie y de expresiones que permite ver en qué términos se mueven los tiburones de la industria de
Hollywood
El cruce de emails comienza el pasado mes de febrero, cuando con el proyecto en marcha, construido sobre la sólida base de un guión de Aaron Sorkin, Sony Pictures busca director y piensa en la figura de
David Fincher. Sin embargo, en su camino se cruza «Cleopatra», la última
películaque quiere protagonizar
Angelina Jolie en su carrera y para la que apuesta por Fincher en la dirección, algo incompatible con que el director de «Perdida» se encargue de las dos películas, ambas proyectos de Sony.
Esta actitud disgusta sobremanera a Amy Pascal, que llega a escribir un email a Rudin con el siguiente asunto (las mayúsculas son del original): «MEJOR CIERRA LA BOCA A ANGIE ANTES DE QUE ELLA HAGA MÁS DIFÍCIL A DAVID HACER JOBS». Se refiere, obviamente, a que interceda para que Angelina no impida a Fincher participar en la película sobre Jobs.
Jolie, «niña mimada»
Para justificarse, Scott Rudin responde al correo diciendo que no hay todavía película sobre Cleopatra y que el guión de Eric Roth no le gusta a nadie, tampoco a la propia Angelina. Llega a decir que la
actriz tiene «un ego mimado e insano» y que no está dispuesto a trabajar así. Incluso amenaza con decírselo él mismo a la mujer de Brad Pitt. «No me amenaces, joder», le responde Pascal. «Fincher sacó el tema en la cena», le explica.
Rudin continúa con el tema de «Cleopatra» y sigue soltando improperios: «No estoy interesado en ponerme al frente de un baño de ego de 180 millones de dólares. No voy a destruir mi carrera por una niña mimada y con un talento mínimo (...) No deseo trabajar con ella o con alguien que actúe así. Ella es una celebrity y la última cosa que la gente necesita es crear una bomba gigante con ella que cualquier tonto pudiera ver venir». Y concluye de una manera muy explícita: «Vamos a acabar siendo el hazmerreír de la industria y nos lo merecemos».
El cruce de emails continúa los meses siguientes hablando de
la renuncia de Fincher y la contratación
de Danny Boyle, cuentan los intentos desesperados de conseguir que Leonardo DiCaprio acepte el papel protagonista y luego cuestionan
al propio Fassbender, elegido finalmente para el papel principal.
Rudin se marcha de Sony
Los insultos vuelven en noviembre, cuando después de todo el proceso
Scott Rudin decide llevarse la película a Universal, lejos de Sony Pictures. La noticia salta el pasado 19 de noviembre, el mismo día que Amy Pascal escribe este email a Scott Rudin:
«Vas a cruzar una línea que nadie antes que tú ha cruzado. No me lleves allí. No te gustará el resultado. Lo digo de verdad. Somos amigos desde hace 30 años y te ruego hacer esta película. Implicar a otros significará el fin de nuestra relación. Ve a casa. No estás pensando correctamente».
Scott Rudin le contesta rápidamente: «Tienes que parar. Se acabó. Nos estamos destrozando mutuamente. No crees en esta versión y se lo dijiste a Danny (Boyle) ayer. Déjalo estar». Pascal le contesta varias veces: «Puedes hacerlo. Por favor. Voy a llamar a Universal». Y Rudin responde: «No, no quieres que lo haga». Y añade en un correo posterior con el que cierra el diálogo: «Has destruido tus relaciones con media ciudad por la manera en la que te has comportado con esta película. Si no lo crees, espera y verás. Veremos qué próximo director pone al servicio de Sony su talento. Apostaría mi casa a que tengo razón».