xaruman dijo:
Toshiro Kurosawa dijo:
Muchos moralistas me han hablado de lo natural y lo anti-natural, pero todavía ninguno me ha dado una explicación medianamente lógica de lo que significa lo uno y lo otro, y de porqué cosas tan "anti-naturales" como usar un ordenador, cortarse las uñas o ponerse ropa "están bien" y ser homosexual o decidir el final de la propia vida "están mal". Lo natural y lo anti-natural pertenecen al terreno de lo moral, y la moral, parafraseando a Serrat, es un rio turbio en el que cada cual pesca lo que le viene en gana: es como discutir sobre el sexo de los ángeles.
¿Y qué me dices del imperativo categórico de Kant? La existencia de "verdades inmutables" aceptadas por cualquier cultura...¿La MORAL con mayúsculas no existe en ningún caso? ¿No podemos "matematizar" parte de la misma?
No voy a pararme a criminalizar a un suicida, cada uno que haga con su vida lo que quiera. Pero si creo firmemente en ideas "universales", en "tautologías" morales por así decirlo. Si estas no existieran podría "excusarse" cualquier cosa, las leyes no tendrían sentido. No hay que posicionarse en "defensor de lo justo y puro", pero de ahí a negar la MALDAD como algo existente va un mundo.
Pues yo precisamente creo en todo lo contrario: que en nombre de la moral y de sus verdades inmutables, se puede justificar cualquier cosa, y que los personajes más malvados y perversos de nuestro mundo son siempre hábiles moralistas.
Todos los moralistas que he conocido en este mundo han ido generando a su paso dolor y desgracias, y se han desentendido de ellas en nombre de su superioridad moral; son tipos que casi siempre se dedican a buscar los males ajenos para sobresalir, para hacerse mejores a los ojos de los demás en función de los deméritos de otros, y cuya irrupción en cualquier problema de la vida no hace sino agravar dichos problemas y alejar cualquier solución posible.
Sin ser especialmente hábil, un demagogo, un personajillo interesado o un simple amargado de la vida puede excusar cualquier acto en nombre de la moral y de sus supuestas verdades inmutables; como decía Napoleón,
La moral es a menudo el pasaporte de la maledicencia.
La moral ha sido el refugio habitual de muchos malvados, y eso lo saben bien psicólogos, historiadores y sociólogos que se dedican a estudiar el lenguaje perverso, típico de dictadores, psicópatas y acosadores varios.
Muy a menudo estos individuos emplean tres técnicas conjuntas:
a) la de las palabras-talismán que representan "conceptos inmutables" ("bien", "moral", "orden", "justicia")
b) la de "busca un mal ajeno para encubrir un mal mayor"
y c) la generalización ("todos los (colectivo X) son iguales, si un (miembro del colectivo X) ha hecho tal cosa, es porque todos lo hacen")
Es decir, se trata de buscar un fallo "moral" en otra persona o colectivo de personas, para usarlos como cabeza de turco y descargar sobre ellos toda la ira reprimida de la sociedad, justificando el exceso y a veces la barbarie en nombre de hermosas verdades inmutables, tachando a sus objetivos de "enemigos" de dichos conceptos y generalizando sobre todos ellos tomando el todo por una parte. Se trata de incitar a una cultura del miedo y el odio a través de la moral:
El temor es la madre de la moralidad, dijo Nietzsche, y estoy muy de acuerdo con él.
Yo creo que no existen muchas verdades absolutas en este mundo, ni en la moral, ni en la ley: cada ser humano es un mundo. Por eso, un juez no es una máquina que se limite a dictar sentencias en función de los actos cometidos, sino que es un humano sobre cuyas espaldas cae la terrible responsabilidad de INTERPRETAR la ley acorde a cada caso, no solo de aplicarla.
De otra manera, si no existiese el proceso de interpretación, lo moral se medira en términos absolutos que pueden ser habilmente manejados por unos cuantos en beneficio de sus propios intereses, y ya hemos tenido en la historia de la humanidad ejemplos suficientes de hasta donde puede llegar el ser humano en vileza y monstruosidad en aras de la "justicia", el "orden" y la "moral".
Sobre la moral y los principios morales se puede discutir hasta la extenuación sin lograr solución alguna; por eso, creo que sobre todo lo humano, antes que un punto de vista moral, se debe emplear uno que aune lo científico con lo empático: se deben estudiar los males que nos aflijen, pero sin envilecer y culpar a quienes los cometen, o, como dijo precisamente un famoso moralista (en este caso estoy de acuerdo),
perseguir el pecado, pero no al pecador.
Es inclinación lógica y humana odiar a quienes cometen atrocidades o a quienes nos hacen daño: "mi amigo se ha suicidado y me ha dejado jodido, es un egoista y un hijo de puta y bla bla bla..." Podemos inventarnos mil preceptos morales para justificar nuestro dolor y nuestra indignación, pero en el fondo, es una acto vano, inutil, irracional, que no hace sino generar más ira y más dolor.