Respuesta: Sidney Pollack
Cuando un director se arriesga a presentar un filme ajeno por completo al que tiene acostumbrado es un salto sin red bastante importante. Hasta la fecha sus filmes estaban enfrascados en thrillers y dramas de distinto corte. La sorpresa fue interesante al presentar Tootsie. Pero una vez finalizada el aplauso era bien merecido. Su sobriedad, seriedad y corrección tras la cámara nunca le fue mejor a esta historia. Y aún así la película es una locura desatada en la forma pero con mensaje de fondo.
El guión, a manos de Larry Gelbart (sin ir más lejos estuvo como guionista en la serie M.A.S.H) es un conjunto de propuestas muy bien llevadas como es el paro en el mundo del actor, los estereotipos / la guerra de sexos, el mundillo de las series televisivas junto con la comedia de enredo dando lugar a los momentos más acertados. Pollack contó con un Dustin Hoffman entregadísimo consiguiendo uno de sus mejores papeles hasta la fecha: como actor es un hombre difícil, problemático y por ello nadie le da trabajo.
La parte interesante del argumento viene a continuación. Su manager (un Pollack comedido pero excelente en su papel secundario) le indica que con ese carácter es imposible que encuentre ni trabajo ni dinero para financiar su próxima obra. En ese momento Hoffman decide arriesgarse y hacerse pasar por mujer para conseguir trabajo. A partir de aquí la comedia fluye sola, sin un solo fallo. La comedia de enredo es excelente pero a su vez logra con ella romper con los estereotipos marcados hacia la guerra de sexos y romper con el machismo, consiguiendo una crítica ferrea hacia ello. Aparte de eso añadimos el elemento romántico en forma de Jessica Lange (bellísima y ganadora del Oscar por dicho papel).
La película juega perfectamente con los roles establecidos y Hoffman, a través de su "disfraz" irá ganando una popularidad impresionante (magnífico ejemplo, a través de la canción "Go, Tootsie, Go", como llega a codearse con gente como Andy Wharhol) pero también descubrirá lo que sufre la mujer en el mundo del espectáculo y a su vez descubrirá como ha sido él con ellas. Todo ello dando lugar a que su engaño, siendo cada vez mayor a medida que avanza el metraje, llegue al punto culminante: uno de los mejores momentos de la película (las caras de todos y cada uno de los integrantes y personas relacionadas con Dorothy/Michael son perfectas).
Pollack consiguió una de las mejores comedias de la década de los 80. Demostró tener las dotes necesarias para el género (lástima que no realizase más títulos al respecto). La realización del filme es excelente, siguiendo el manual de instrucciones a la perfección y sabiendo donde frenar para no caer en el histrionismo más exagerado sin caer tampoco en la pantomima chirriante. Consigue dar los roles a actores entregados (el plantel de secundarios brilla por lo mismo) y consiguiendo además una fotografía magnífica por parte de Owen Roizman, pues aún siendo una película de decorados logra darle ese toque de película urbana.
La película fue un rotundo éxito de taquilla (en 1982 fue la número 2 de ese año, sólo superada por E.T) y consiguió 10 nominaciones de la Academia. Un título que sigue manteniendo su fuerza arrolladora y el don de la comedia, sin perder ni un ápice de su atractivo siendo, además, un claro ejemplo de como saber hacer un buen trabajo, con oficio y conseguir un buen título al respecto.