Lo cierto de toda esta historia es que no hay ganadores. Ni Manson y su Familia, ni Tate y sus amigos, ni McQueen, Bruce Lee, etc. El estatus de intocable de Hollywood había cambiado, el sueño hippie revolucionario se desvaneció (el concierto de Altamont, del que soy muy fan, un 6 de diciembre de 1969, recogido en el maravilloso documental de los hermanos Maysles, Gimme Shelter, de la gira estadounidense de los Rolling Stones fue el broche final a una era de supuesta paz y amor). No sólo Hollywood se estremeció con los crímenes, era incomprensible que unos hippies hicieran semejante infamia, toda la costa oeste, en especial California, vivía bajo la amenaza de Zodiac (que Fincher llevó a la pantalla magistralmente) y toda la violencia racial, Vietnam y los asesinatos de políticos y líderes. Esa turbulencia es carnaza para, un director como Tarantino, pero aquí me da que jugará con el humor y la nostalgia. Llevo decenios esperando una película así, por pasión, porque que soy muy fan de las películas de la contracultura, las road movies de los 70, el blaxploitation y la historia de Tate y la Familia Manson. Por cierto, les recomiendo que vean Helter Skelter, la TV movie de 1976, basada en el libro del fiscal que llevó el caso. Es imprescindible verla porque entenderás mucho de lo que veremos en OUATIH.