Netflix THE BALLAD OF BUSTER SCRUGGS de los Coen

Algo que no sabía hasta ahora: los episodios del buscador de oro y de las caravanas son adaptaciones de "relatos de frontera". El primero nada menos que de Jack London, y el segundo de Stewart Edward White (¿Duke?).
 
El capítulo de la caravana me ha parecido magistral, para mí el mejor de todos. Qué personajes, qué diálogos, qué actores, qué final más descorazonador tras un combate previo tensísimo, qué plano final... Magnífico.

No creo que esté entre lo mejor de los Coen, pero merece disfrutarse.
 
Re-disfrutada, esta vez en cine (clausura del BCN FILM FEST) y reinicido en lo ya comentado. Aunque esta vez he disfrutado más de los 2 primeros, slapstick musical gore y humor negro a golpe de elipsis, respectivamente. El de las caravanas se me sigue haciendo pesadete, pero que final GRANDE!

En la revisión se paladean mas las frases y los encuadres. El contante humor soterrado y la alegria de narrar genero.

La foto cuela mas en pantallón, pero se nota lo digitaloide y a ratos momentos locos quasi-kaminskoides. Burwell, enorme.

Vamos, que muy buen.
 
LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS (The Ballad Of Buster Scruggs, 2018 -Joel & Ethan Coen)


Excelente película de los hermanos Coen , que vuelven al género western después de su notable remake de "Valor de ley" en esta ocasión la película adopta el formato de una serie de historias cortas que son unidas bajo el nombre de un libro de relatos... Por lo general un film más que notable aunque -como suele pasar en este tipo de construcciones narrativas- siempre habrá historias que gustarán más a unos que a otros. En mi opinión, ese es uno de los aciertos del film y su gran ventaja: Precisamente cada una de las historias es totalmente diferente a la anterior y me es difícil decantarme por una o por otra pero -tal vez la protagonizada por Tom Waits como buscador de oro es la más redonda de todas- Pero estamos ante un trabajo que balancea entre lo notable y lo excelso, marcando de nuevo el gran gusto visual de estos directores, su particular visión del mundo y de los personajes, su gran respeto por la tradición del western...Todo ello ayudado por la enorme banda sonora de Carter Burwell que acaba redondeando la fiesta
 
Es ver esta película y tener ganas de devorar western en cualquiera de sus vertientes. Puro amor de película.
 
Precisamente cada una de las historias es totalmente diferente a la anterior y me es difícil decantarme por una o por otra pero -tal vez la protagonizada por Tom Waits como buscador de oro es la más redonda de todas-

En general diría que es el capítulo que más gustó, junto al del pregonero impedido (por cierto, el actor repite en el próximo Macbeth coeniano).
 
Posibles SPOILERS

Es cierto que el número y la variedad temática (no así el orden) de las historias son caprichosos (habrán tenido que ver los vuelcos del proyecto), pero ahí queda la mirada genuina de estos dos locos como elemento unificador. El del forajido cantarín parece una parodia de cierto western ñoño y para todos los públicos, con un Tim Blake Nelson marcándose un “one man show”, lo mismo ángel que demonio; viene a ser como una canción popular que cuenta unas hazañas y una posterior caída, mezclándose lo chorra y lo elegíaco, en una gamberrada cartoonesca y musical con sus puntos de crueldad. El del atracador de bancos mantiene idéntica mala leche y negrura, pero sin el lirismo del final; aún así, llama la atención, tras la sucesión de ocurrencias locas (lo de las cazuelas, psicotronía pura), ver a ese personaje tan coenianamente puteado (todo el mundo es un cabrón, civilizado o no civilizado) encontrar el amor justo antes de diñarla, el eros que sólo aparece justo antes del tánatos. Pero lo más sombrío de la colección lo encontramos en la historia del espectáculo ambulante, un homenaje a la magia de las narraciones, capaces de contener una poesía y una sabiduría ancestrales, y cómo ésto se pierde en favor del truco fácil... el arte, eso sí, tampoco es que ayude a salir de la miseria (por cierto, muy meritoria la forma en que este episodio está contado, sin prácticamente diálogo).

Un respiro supone el del buscador de oro, de los mejor rodados (aunque todos lo están), una inmersión en la naturaleza virgen (cómo cobra relieve todo lo animal, lo vegetal, lo mineral -desde luego-); se confronta el respeto hacia el entorno, el canto al esfuerzo individual, frente a unas salidas fáciles que invocarán una venganza del karma (tiene más delito esta actitud, se nos insinúa, que el hecho de hacerse con un botín ajeno). Como relato de mayor extensión, el de la caravana profundiza más en los personajes con la excusa de un viaje; son de esos seres solitarios que se buscan, un poco perdedores y golpeados por la vida, pero cuidado… cuando tratan de salirse del camino trazado, irrumpe un destino funesto en forma de puto chucho (me recordó a Atraco perfecto del Kubrick), realmente espectacular la secuencia del ataque indio, capaz de meterte de lleno en el pellejo de ellos y con exhibición del viejales y supuesto hombre acabado (otra broma negrísima). El último bien podría ser un chiste (“esto son cinco que van en una diligencia y uno dice...”), un cuento gótico sobre el gran tema que sobrevuela los anteriores capítulos, a modo de cierre de círculo; la muerte como única realidad objetiva (el cochero que nunca se detiene) e igualadora, aunque cada uno mantenga su actitud ante la vida (la realista, la idealista, la escéptica) con tal de darle sentido a las cosas.
 
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