Respuesta: The Green Hornet
El horror, sencillamente el mal en forma de película. Uno siempre suele conceder cierta permisimidad (por no decir casi toda) cuando el título en cuestión es de superhéroes y lo cierto es que aquí la película correría más por los caminos de Batman, Ironman que por los de Spiderman por así decirlo. Aquí el héroe de la función recurre a gadgets e ingenio frente a super poderes místicos o provocados por la exposición a ciertos elementos fantásticos.
Pero el problema no radica ahí, ni mucho menos. Si algo salvo de este fatídico entuerto es toda la amalgama de herramientas, armas y tecnología puntera que ofrece la película. El mayor mal de todo este esperpento es que no hay nada que logre convencerme ni hacerme percibir sus virtudes más allá de fracaso tras fracaso. Unos personajes patéticos, empezando por Seth, que contiene demasiado egocentrismo cómico en sí mismo como para darse cuenta que sus dotes chistosas no aportan nada en absoluto y lastran toda la película. Luego su romance con Cameron "cara de cera" Diaz está a la altura de una película de Martin Lawrence. Añadiéndole que su camaradería con Kato es muy irregular, pareciendo una más una tertulia de Muchachada Nui que de unos action man en ciernes (la pelea en la casa entre ellos dos, motocicleta incluída, está entre lo peor visto siendo casi una parodia en sí misma). Hasta las tortugas ninja tienen más carisma que él.
Le añadimos un villano que es un mequetrefe del mal (sólo le faltaba levantar el meñique a lo Dr. Maligno), que no convence ni impone ni provoca estupor o pavor. Es la "margarina de la maldad". Encima le encasquetan frases que patinan como piel de plátano. Intento hacer memoria de qué contiene como malvado y sólo se me ocurre descubrir que se pone un traje rojo y una máscara anti gas para demostrar que ha salido del capullo para convertirse en un rey del mal. Ojo, que ya estamos hasta arriba de armas customizadas. Si al menos sirviese para algo pero hasta Cobretti y su puntero láser provocaba más. En fin, un auténtico patata en toda regla. Gondry ha sabido sacarse de la manga uno de los villanos más patéticos de los últimos tiempos.
Seguimos con un guión inexistente. A la altura de títulos como Batman y Robin, La sombra o The Phantom (por citar unos cuantos). Lastrada por un tempo dilatado a más no poder y con una puesta en escena pagada de sí misma que recurre a clichés constantes y sonantes que ya no (me) convencen ni funcionan la película navega a la deriva, sin puerto fijo, con un estupor machacón prendado de ver hasta donde pueden impresionar al espectador sin que repare que es puro fuego de artificio, vacío por dentro. Peleas mil veces vistas (encima Kato tiene el mismísimo don de Robocop y Rogen se encarga de demostrar lo patético que es en el género de la acción).
Situaciones bochornosas (enumerarlas sería citar toda la película), una realización muy pobre (el dinero no está reñido con el talento) y una demostración de que Gondry no debería salir de su particular universo creativo donde funciona mucho mejor. Su plasmación de un humor muy grueso, una nula inventiva para la acción y una puesta en escena planísima consiguen uno de los títulos más insulsos, carentes de chispa y que está a la altura de Los 4 fantásticos o Howard el pato.