Respuesta: The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida)
No, si sobre gustos no hay nada escrito, pero es que es un elemento tan tradicional en la moralistica...
En las fabulas de Esopo, después de contarte la historia de la mujer y la gallina, te suelta:
Esta Fábula enseña que la demasiada abundancia de las cosas, retarda en los hombres el adelanto del ingenio. ¿Hacía falta? No, igual que no hacen falta los pareados explicativos en cada cuento del Conde Lucanor o los versos de resumen de la lección en las fabulas de Samaniego, o que el Arcipreste de Hita te resuma no solo la moral sino la narración antes de empezra con ella en el Libro de Buen Amor, pero es que forma parte de la tradición y, sobre todo, tiene una función retórica; la de exponer directamente la moral tras el ejemplo. No es necesario, pero es muy clarificador cuando quiere ser claro y no quieres segunda slecxturas; porque para ti una historia de Serling puede tener un subtexto claro, pero lo mismo tú y yo lo percibimos de manera diferente; esta es una manera de dejar claro lo que uno quiere decir para todo el mundo, algo fundamental en un texto didáctico.
Si te fijas bien, en el 90 por ciento de la liteartura en al que un personaje le cuenta una fabuila a otro, la siguiente línea de dialogo es: "¿Y qué me quierres decir con esto?" a lo que el fabulador contesta con la moraleja; un riesgo que un moralista de verdad no quiere correr con el lector.
Esto no quiere decir que no haya una cierta libertad de interpretación incluso co esa base expuesta. Naturalmente, como muchos recursos, pudo haber tanto en Serling como en cualquier otro moralista del pasado o del futuro razonamientos muy prácticos e impuestos por la necesidad (a fin de cuentas, mucha sde estas historia sdidacticas están diseñadas para enseñar al que no sabe, y hay que tener en cuenta incluos al más ignorante, no solo al primero de la clase, sin que este se aburra, sin embargo, un punto medio delicado) , pero esto no quiere decir, que igual que en la mayoría dde los grandes recursos, auqnue nacieran de la necesidad, no nacieran bien hechos y con un valor artistico añadido a este pragmatismo. Que uno tenga que hacer algo, no quiere decir que, con talento suficiente, no pueda hacerlo tal que incluso embellezca el producto. Como la guinda en el pastel.
Un buen poeta hace bello lo innato y lo encargado. Lógicamente, puede no gustar o incluos se puede criticar, faltaría más, pero creo que es una tradición bastante más compleja, y bastante más rica, y muy, muy vieja, por muy, muy útil y efectiva, que un simple "un pegote para volvernos a explicar lo que ya sabemos y una intro para facilitarnos la entrada que no sirve de nada".
O si no, como dijo aquel: "Dos versos de Samaniego más, mejor que dos versos de Samaniego menos."