Bueno, a modo de conclusión ( quien sabe si ya definitiva para el hilo, ya que igual no hay ni 4ª temporada ... ) pongo mis impresiones finales sobre esta tercera temporada una vez reposada y revisado el capítulo final, ese que tan poco ha gustado a la mayoría segun he revisado twitter y algun foro , mas las impresiones de cierto blogero seriéfilo y su patético tweet y encima mal imitando a Roberto Morato...
MAS SPOILERS, pero estos ya al descubierto.
Todo relato conlleva una vivencia interior, y es de ese postulado del que parte True Detective 3. Amelia nos lo avanzaba en el recitado a sus alumnos, un deseo omnipresente en la novela que ella escribe y de la que Hays tiene varios ejemplares y que da la clave final del caso.
Que esa resolución sea en apariencia tan sencilla , como sacada de un film iraní, observacional, minimalista, es el mejor resumen de la temporada y seguramente de la decepción en la mayoría del espectro fan seriéfilo. No es True Detective 3 un relato trepidante, su biorritmo interior no es el de un adicto al speed o al alcohol, es el de un anciano enfermo de Alzheimer que necesita su tiempo para analizar, seguir las pistas y descubrir el verdadero sentido de su vida y recorrido. Creo de hecho que la temporada tiene un poco de ese magnetismo que destilaba la narrativa de films como
Moonlight, pausados y decididos, y no por casualidad la película que consagró a Mahershala Ali como estrella. Seguramente Pizzolatto se decidió a contratarle tras verle ahí ( ah, y lo timorato que resulta sus encuentros sexuales tienen su explicación en la fe musulmana del actor que le impide rodar secuencias explícitas de ese calado )
Por todo ello, creo que el sentido final de este relato no es otro que el de abandonar la obsesión como meta vital, ni Ways ni su mujer serán felices hasta que dejen el caso que pivota sobre ellos como eje direccional... cuando en realidad Lucy Purcell ha sabido sobrevivir medianamente bien sin ellos. Esa determinación de Hays para encontrar aquello que se propone ( y evidenciado sobre todo en la línea temporal de 1980 cuando acude como un explorador casi inhumano al bosque ) es la que le impide "ser", la que le aisla del conjunto de su familia , la que rompe su amistad con su compañero y finalmente le pone en contacto con el mismísimo Hoyt .
Hoyt es mas que su antitesis, el espejo en el que se refleja el Hays que podría llegar a convertirse de seguir por ese vía, el de alguien que precisamente ha perdido a su familia al intentar protegerla en exceso. Lucy Purcell termina sin padres fruto de la inestabilidad de una y otra familia, antagonicas socialmente pero igual de desestructuradas, en un retrato nada complaciente de la sociedad norteamericana a lo largo de 3 largas décadas. La ilusión artificial y mediada por litio que sustenta su nuevo hogar es el reverso oscuro del ideal de familia con porche y cuento de hadas macabro, pero que tambien puede entenderse como una percepción tan desviada y enfermiza de la realidad como la que tienen Wayne y Amelia sobre el caso Purcell. Nada es tan enrevesado , no hay grandes conspiraciones detrás, ni instintos sexuales depravasdos, solo las mentiras de un conjunto de seres humanos perdidos, heridos e hirientes.
Son , eso si, los hombres las victimas mas reconocibles y sobre las que se ciernen las muertes mas espantosas de esta temporada, lo que vendría a corrobar esa visión sombría de la masculinidad y por qué no decirlo un tanto misógina de Pizzolatto: Tom Purcell, Harris James , Woodard... y Will Purcell . Ellas en cambio son victimas en vida y salvo Julie Purcell ( de quien no sabemos si muere por suicidio, accidente o asesinato ) , sobreviven, pero el legado que dejan es el de haber sembrado el caos a su paso.
Si bien Hays no consigue reconocer a Lucy la ironía intrínseca que destila Pizzolatto no puede ser mas certera: no necesitaba encontrarla para encontrar su paz interior. La autoculpabilidad y el remordimiento no pueden resultar mas estériles a la vista de esa conclusión, que sirve para que el protagonista vuelva a la luz de los últimos flashbacks; su reconciliación con Amelia en 1990 y la pedida de mano en 1980, que no ironicamente se cierra en un plano de luz ... al que sigue el ya famoso momento onírico de él en la jungla vietnamita, en la que se pierde . Es el entierro definitivo de su lado oscuro? O el unico recuerdo que le queda?
Un gran final, sugerente, un tanto críptico y onírico.
Dicho esto, no ha sido una temporada redonda ni perfecta. Tiene trampas y lugares comunes, tramos demasiado redundantes y alargados caprichosamente, la ausencia de momentos verdaderamente canónicos que parecían marca de estilo y fábrica ( el plano secuencia famoso de la 1ª , el tiroteo de la 2ª ) y con un estancamiento de interés especialmente en lo que se refiere a la descripción de la relación de pareja. Pizzolatto no es Bergman, y si bien sabe cómo terminar su historia, hasta entonces nos ha metido mucha paja por el camino. Tampoco me convence como está resuelto y escrito el encuentro final con Hoyt, que creo que podría haber sido un momento cumbre de escritura de guión y no tanto por resolver mas piezas de la trama como por evidenciar su proximidad como padres de familia.
Donde si que se muestra en plena forma es en el retrato del compadreo masculino , con una conmovedora historia de reconciliación entre 2 compañeros que devienen amigos verdaderos en la senectud. Formidable el trabajo de Mahershala y Stephen Dorff en ese sentido. Ali por su parte borda el dificil y complejo evolutivo de un rol que pasa del Ways individualista y paranoico al maduro y derrotado y de ahi al enfermo en busca de si mismo.