Under The Silver Lake, lo nuevo del director de It Follows

una soberana mierda que solo la puede justificar quien no puede permitirse restaurantes delicados, quien no tiene una tía buena que follarse, una familia que lo quiera o unos amigos con quienes agarrar una borrachera. Buscar referencias es lo único a lo que puedes agarrarte para no suicidarte

el 2019 empieza FUERTE FUERTE
 
No es una cosa ni mucho menos perfecta, o acabada, es hasta irritante, pero ahí reside parte de la gracia. Un tipo busca un significado en la maraña demencial que es el mundo frío, absurdo y volátil en el que vive. Y lo busca también el espectador, perdido igual que él en una película jeroglífica, desafiante, donde quizá la respuesta al supuesto enigma sea lo de menos. Borrachera-fumada referencial, auto-consciente y demás pollas en vinagre, donde esa referencialidad (Hitchcock el primero y más explícito) supone la inevitable razón de ser de semejante propuesta. Ella, objeto de deseo soñado, más la promesa infantil de algo maravilloso que alguien de carne y hueso (en realidad, una cualquiera)... frente a un desfile de estímulos de todo tipo y de deseo material que conduce a la insatisfacción y a la incerteza, al todo vale y me da todo igual; todos se miran (nos miramos) el ombigo de nuestra propia (y supuesta) originalidad y molonidad, de ahí el sexo por todas partes y las pajas de un protagonista retratado de forma entre patética y entrañable (al fin y al cabo compartimos su punto de vista). La “denuncia”, vistazo a una generación, o lo que sea que haga el director, no parece tanto una reprimenda moralista como un viaje contado “desde dentro”, con acidez y bastante auto-crítica, de semejante farándula, donde la constante rebeldía y novedad ocultan un plan maestro de los de arriba frente a los de abajo; quien fuera alguien cool en el pasado ahora vive en precario, su futuro es incierto a más no poder... hay una cruda realidad, pese a todo, tras tantas capas de irrealidad y tontería.

En en fondo tampoco es una cosa tan rara en cuanto al esquema, que es muy del “noir” clásico con un tío buscando pistas en sitios y hablando con gente variopinta. Mi problema: que después de un momento tan potente, tan climático a todos los niveles, como el de la casa del compositor (los pelos como escarpias)... la trama sigue dando vueltas durante media hora más y ya tal (también es cierto que el típico enfrentamiento final con villano sería muy facilón). Por buscar otras influencias, yo veo bastante de Eyes wide shut, no solo lo formal y lo atmosférico muy pulido, sino ese aire de comedia picantona salpicada de onirismo, incluyendo el tema conspiranoico. El séptimo cielo, la idea ingenua de un Hollywood clásico de lo más inocentón, imposible de recuperar, al lado del panorama actual. Un trasfondo como de leyendas urbanas (la mujer-búho, el asesino de perros), de cuentos (el rey de los medigos), sin explicación aparente. Conclusión final, la respuesta está en lo que tienes al lado, aunque esté pasado de moda y sea de las generaciones anteriores (la señora hippie), asumir que no eres nadie, ni serás como ellos, sólo eres otro juguete roto; otro final triste de la adolescencia según A24. Un desenlace abierto y donde todavía todo puede pasar, creo yo. Mitchell nos desafía a descifrar el significado de un ñordo y se ríe en nuestra puta cara, pero es una risa tristona, helada, otro juego frívolo más. Más que contarnos una historia, nos cuenta lo que le angustia, algo que entiende tan poco como nosotros; la realidad de un vacío que tal vez sea el único gran relato posible del siglo XXI.
 
Harkness_666 dijo:
Más que contarnos una historia, nos cuenta lo que le angustia, algo que entiende tan poco como nosotros

Ojo que It Follows ya era la plasmación pesadillesca de una angustia, tanto que hasta Tarantino se perdió buscando una narración y unas reglas clásicas cuando It Follows responde a una narrativa en clave totalmente onírica, como lo pueden ser las pelis de Lynch o la misma Eyes Wide Shut.
 
Y está bien esa primera película? Intentaré recuperarla.

Sí, yo la vi hace poco y me pareció muy interesante. Esta más relacionada con Under the Silver Lake que con It Follows.

La mejor, no obstante, me parece su última obra, que también quiero revisar lo antes posible.

Ya teníais razón que es buena! La escena de ella bailando en el muelle ya vale por una película, normal que, citando a Truffaut como referencia, le salga algo a lo Linklater, pero con qué frescura, elegancia y sutilidad lo resuelve todo con 4 perras de presupuesto, ya se ve mucho talento para la puesta en escena (ese tobogán!), es casi un relato épico dentro de ese minimalismo, parece Milius. Las resoluciones son de una ternura tremenda.

Y la veo tan conectada a It Follows (el paso de la adolescencia a la madurez) como con esta última en qué hacer con la madurez.
 
Me ha gustado bastante, a un nivel superficial es un neo-noir parido con bastante elegancia, asumiendo lo absurdo de los argumentos que las conducen; en ese sentido está bien traducido a un L.A. frívolo y falseado, tanto como esos códigos de Equipo Tigre que persigue nuestro Marlowe nini.

Como le pasa a muchas del género algunos "encuentros" funcionan mejor que otros; la visita a casa de Teluc, cuando sale el tío de THE KNICK disfrazado (¿por qué?) y revelando al piano una conspiración encantadora, el baile con REM... todo eso es muy bueno, sobre todo porque hay bastante humor en ello, más allá de que Mitchell quiera hacerte tan cómplice que a veces se pasa de obvio (el guiño a Marilyn, la recreación de la portada Playboy).

Llega un momento, tras el muy climático momento con el compositor y posterior encuentro con la ex, donde la peli (y no solo la trama) se encuentran en un callejón sin salida que apenas consigue salvar a base de atmósfera (la mujer búho, ¡qué bien usan ahí el lenguaje corporal!). Hay algo con lo que me perdió ahí, y es que, NO ME TRAGO ese momento emocional con el PC, porque esa misma escena sigue rodeada de misterio bufo, más allá del discurso pop-melancólico de fondo; para entonces la peli ya va a tirones, aunque cierre bien.

Está perfecto Garfield de alelao fucker (aunque de nuevo te subrayan demasiado lo de la mujer objeto, con ese montaje de publicidades), le da mucho humor al personaje y hasta ternura en sus escenitas con la Lindhome. Y me encantó la BSO de orquesta dramática a lo años 40, es una presencia continua en la peli.
 
¿No dices nada de la enculada frente al poster?

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Magnífica entrada, que además introduce una variable interesante, la resolución de la trama detectivesca como construcción en la psique del prota, porque su cabeza funciona con la estructura con la que se resuelve el caso, o que ya directamente la película se funda en la ficción conspiranoica popera sin capacidad para distinguir entre los diferentes planos.

Yo, al contrario que Duss, no creo que la peli se pierda para nada, la veo lucidísima en su parte final.
 
Al menos Lynch haría algo inquietante con esto, el de IT FOLLOWS no pretende ni eso: es una película inútil, aburrida, vacua e inofensiva. Otro "nuevo genio" al que no le veo nada. Espero que alguna vez suene la campanada, a ver la nueva del Craig Zahler ... (otro que tal)
 
Difícil que Lynch haga algo con una hsitoria original del propio Robert Mitchell. De inofensiva no le veo nada y, aparte, todo es atmósfera en la película.
 
Estoy deseando volver a verla, a ver cuando la editan en BR por aquí... A pesar de algunos altibajos y ciertos momentos en los que el ritmo baja un poco, la peli es sideral. Un viaje por paisajes tan aparentemente recónditos como vagamente familiares. Hollywood como paraje legendario, ya muerto y reconvertido en mapa emocional de una generación, a través de la fusión de un batiburrillo de cultura pop, conspiración y voyeurismo. Porque el asunto central de todo, aquello que nos mueve de un lugar a otro, es la mirada pochísima de Garfield, que no es otra que la de Robert Mitchell (ya estaba en It Follows, y la primera la tengo pendiente...). Una ventana indiscreta posmoderna, mucho más sombría, puesto que la pulsión escópica de aquella, esa necesidad de mirar por matar el tiempo que se reconduce a mirar para resolver un crimen, aquí se traslada a una forma siniestra de "mironismo" por abulia existencial. La mirada de una generación sacudida por demasiados estímulos, que busca reencontrase a si misma a través de códigos secretos que doten de sentido a un mundo cambiante y en pleno proceso de crisis cultural. Ahí entra el pop como sucedáneo brillante y artificial de la antigua cultura, y L.A. como epicentro generador de esta nueva forma difusa de cultura. Un universo líquido, cuyas formas de ofrecer significado resultan volubles e inasibles. De este modo, hasta la posibilidad de nuevos modos de interpretación de la realidad, se percibe el mundo de manera confusa, misteriosa, y de ahí la ansiedad por seguir cualquier pista que parezca ubicar algo sólido sobre lo que asentarse. Peli de muchas capas y fascinante peregrinaje, que me da la sensación que va a dar muuuucha discusión en el futuro. Y desde luego este David Robert Mitchell un tipo del que esperar ya lo máximo.
 
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Yo, a raíz de la crítica que enlazó Elliott, creo que la película, en su tercio final, directamente, se funde en la ficción que imagina Garfield, no digo que sea onírica sino que la realidad se metamorfosea en el cacao mental pop del prota, basta ver que la trama se resuelve según sus estándares (y el del otro friki de Mulholland Drive) alucinantes de descifrado de pistas (cuando lo normal es que sea un disparate). E incluso así, el final es el mismo, la sensación de "todo esto para qué". Ahí hay mucho de la abstracción hitchcockiana, como bien comenta Groucho, con unos valores mucho más confusos y propios de este vacío existencial de la multireferencia pop.

Groucho, vuela a por la primera, es impresionante el talento que demuestra ya con cuatro duros.
 
La tengo ya en mi poder, no tardará; este tío es un talento inmenso. Podrá gustar más o menos, pero está narrando como nadie el vacío existencial de la generación hipster de extremo narcisismo y exhibicionismo, que no termina de encontrar una cultura propia más allá del simulacro o el kitsch.
 
A raiz del hilo de “Érase una vez en Hollywood” descubro esta joyita que desconocía. Me ha flipado la mezcla de Lynch, Hitchcock, noir, con tropecientas referencias, y la maravillosa dirección de foto que retrata la atmósfera hipnótica de ese L.A. conspiranoico.

El Garfield se luce bastante, como meta-anécdota graciosa me ha encantado cuando se despierta y tiene pegado a la mano un cómic de Spider-Man :mparto

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Le echaré un ojo a “It follows” que también la tengo pendiente.
 
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Grouchón dejando de nuevo en ridículo a la mayor parte de la crítica "profesional".

Hay que entender L.A. como una ciudad ya configurada a través de mitos y leyendas. Recorrer sus calles y avenidas es hacer un viaje a través de una teogonía contemporánea, una Atenas de la cultura popular. Aparece así como una ciudad dual, una “ciudad otra”, al modo de una heterotopía, ya que por debajo de la propia realidad urbana aparece otro mundo que se esconde “bajo Silver Lake”.
La película muestra a las claras la muerte del antiguo modelo cultural; especialmente en la obvia referencia a la tumba de Hitchcock, al que el propio director se aferra puesto que buena parte de la película está construida no tanto a través de La ventana indiscreta sino de Vértigo, en ese vagar tras una fantasía fantasmagórica.

Esto me recuerda a un reciente ensayo del Dr. Ron Roberts ("The Off-Modern: Psychology Estranged") que recomiendo encarecidamente (a pesar de que discrepo con él en muchas cosas). La relación entre la geografía urbana (o rural) y la psicológica remite, en primera instancia, a Jung (y su "inconsciente colectivo") y, a través de él (el sueño de la casa y sus diferentes niveles), otra vez a Hitchcock (Psicosis). Esa cualidad fantasmagórica (criticada por Roberts) que el suizo aplicaba para poder conectar con nuestra mochila histórica (y su conexión íntima con nuestra psique) y la relación simbólica y espiritual con los objetos físicos que nos rodean a lo largo de nuestra vida están también presentes en la película (de forma brillante). Es algo esencial para comprender nuestro presente; para entender las relaciones líquidas a las que alude Groucho; para captar cómo éstas se manifiestan no sólo en el campo personal, sino en el funcionamiento diario de la sociedad (incluyendo sus manifestaciones artísticas). En el mundo consumista moderno, nuestros anhelos más íntimos se confunden a menudo con los deseos inoculados por las élites, los mercados, las grandes marcas comerciales, las redes sociales... Así, la nostalgia actúa como un modo fetichista (e ingenuo) de intentar detener el curso del tiempo, de resistir los envites de la modernidad, de preservar valores (supuestamente) caducos que se van desvaneciendo... algo que responde a una visión lineal y limitada de la experiencia humana (ese supuesto continuo progreso) que, naturalmente, no comparto.

"Cities are simultaneously both real and imagined spaces, oscillating perennially between the virtual and the actual, the factual and physical in a dialectical dance with the methaphysical and the magical - an eternal confluence of reassuring banality and unsetting unfamiliarity. Such are the means by which we transmit the delicate fruits of history to those who come after us." Ron Roberts, "The Off-Modern: Psychology Estranged" (2017).

Es un libro estupendo, que sin duda enriquecerá el visionado de la película (y de muchas otras: se me ocurre la última de Tarantino, el nuevo Crack de Garci o la tercera temporada de True Detective y sus diferentes niveles histórico/temporales). Relativamente corto (y barato) pero sólo en inglés.
 
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LO QUE ESCONDE SILVER LAKE (Under The Silver Lake, 2018 -David Robert Mitchell)


Tercer film de David Robert Mitchell tras la notabilísima "It Follows". En esta ocasión la película está construida como una pieza llena de capas y referencias cinéfilas -para mi la más clara es el David Lynch de "Blue Velvet" pero en una versión más urbanita y sustituyendo la investigación de Kyle MacLachlan por la que hace aquí un entonado Andrew Garfield- en un cruce extraño y atrayente de drama existencial y clásica tradición del noir, aquí también con un personaje intentando descubrir un misterio la desaparición de una atractiva vecina...A través de unas pistas que se va encontrando, a veces casualmente, a veces fruto de la investigación, pero sumando un retrato -de personajes y situaciones , con algún toque surrealista y la intención de mostrar a toda una generación anímicamente, intelectualmente, espiritualmente perdida , que vive en una ciudad de Los Ángeles totalmente fantasmagórica.
Obviamente no estamos ante una película perfecta, creo que sus 2 horas 20 minutos de duración son excesivas para lo que quiere conseguir y eso hace que el ritmo del fin a veces este claramente descompensado en un alterne de secuencias verdaderamente excelentes y otras que podrían haber sido eliminadas de la sala de montaje...Pero el tono y el recorrido casi existencial por la ciudad (mero escaparate de apariencias muy bien retratada) funciona muchas veces gracias a una puesta en escena rica, visualmente, trabajada, con la potencia de alguien que cuando sabe lo que quiere, lograr atrapar y enganchar al espectador con fuerza y contundencia
 
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