Universo GARCI.

No se que es peor, verse la última peli de Garci o leerse esta entrevista.
:fiu:fiu
Pues a mí me parece interesantísima, y visto cómo va esto de respuestas, no solo es una impresión.

El problema de Garci, es que ha sido un tipo acomplejado y apocado frente a a la adversidad de encontrarse a un gremio políticamente adverso a sus posturas, y eso le ha arrinconado hacer un tipo de cine que a él nunca le ha ido y eso ha perjudicado mucho en su carrera.
Si algo queda claro después de leer la entrevista es que, dentro de sus posibilidades, siempre ha hecho lo que le ha dado la gana (cosa por la que le admiro).

Lo de su vaguería, yo también lo veo (y la forma en que habla de su retiro es una prueba irrefutable), pero no se lo critico. Cada uno es como es, y es por su forma de ser que ha inventado ese cine absolutamente personal que describe muy bien Pan Metron. Pero de alguna manera él también ve que su fórmula no da para más y seguramente de ahí viene su decisión de sentarse en el sofá y escribir sobre cine (lo que, conociendo como puede hilvanar digresiones cinéfilas larguísimas sin apenas esfuerzo, no entra en contradicción con la pereza).


Por último: no creo que el prestigio (ni la salud) del cine español haya variado en nada con 1, 2, 5 o cero oscars.
 
No se que es peor, verse la última peli de Garci o leerse esta entrevista.
:fiu:fiu
Pues a mí me parece interesantísima, y visto cómo va esto de respuestas, no solo es una impresión.

El problema de Garci, es que ha sido un tipo acomplejado y apocado frente a a la adversidad de encontrarse a un gremio políticamente adverso a sus posturas, y eso le ha arrinconado hacer un tipo de cine que a él nunca le ha ido y eso ha perjudicado mucho en su carrera.
Si algo queda claro después de leer la entrevista es que, dentro de sus posibilidades, siempre ha hecho lo que le ha dado la gana (cosa por la que le admiro).

Lo de su vaguería, yo también lo veo (y la forma en que habla de su retiro es una prueba irrefutable), pero no se lo critico. Cada uno es como es, y es por su forma de ser que ha inventado ese cine absolutamente personal que describe muy bien Pan Metron. Pero de alguna manera él también ve que su fórmula no da para más y seguramente de ahí viene su decisión de sentarse en el sofá y escribir sobre cine (lo que, conociendo como puede hilvanar digresiones cinéfilas larguísimas sin apenas esfuerzo, no entra en contradicción con la pereza).


Por último: no creo que el prestigio (ni la salud) del cine español haya variado en nada con 1, 2, 5 o cero oscars.

Bueno cuestión de gustos, y en esa entrevista no deja de decir cosas que ya ha repetido hasta la extenuación.

Y por otro lado no creo que Garci, haya hecho lo que le ha dado la gana. Y no hay más que ver su filmografía, y el perfil de las películas que ha realizado.
 
Yo lo llamo actitud vital y es un poco un compendio de todo ello. Garci se ha mantenido fiel a un estilo y le ha ido bien. Otra cosa es que cuando no evolucionas de ninguna manera, la realidad -en este caso conformada por nuevas generaciones de cineastas- te adelantan por la derecha y por la izquierda (tranquis, no hay paralelismo político), haciendo aún más palmario su desconexión con el cine un poco más moderno. En este caso te quedan dos alternativas, o amplías un poco el campo y tratas de evolucionar o te enrocas a la defensiva y haces de ello una forma de vida que incluso proclamas con desafío. Y esto es lo que ha hecho. Teniendo en cuenta que lo más moderno que ha hecho en los último tiempos es Ninette que es casi un Dogville a la madrileña, pues eso es Garci. Pero oye, ole sus huevos.
 
El abuelo

El conde de Albrit (Fernando Fernán-Gómez), anciano aristócrata, regresa de América sin haber podido hacer fortuna. De vuelta a la tierra natal se encuentra con un panorama poco halagüeño para él; su nuera es la dueña del lugar y una de sus nietas resulta ser ilegítima.

Me parece una película donde lo bueno de Garci supera a lo malo. A Garci le interesan los personajes decadentes, fuera de su tiempo, supongo que porque él mismo lo es. Aquí realiza un cuadro social perfecto de la época que retrata, a la manera de un “Gatopardo” patrio; el antiguo régimen, desmoronándose sin remedio, la nobleza tradicional perdiendo peso ante el avance imparable de la sociedad liberal y capitalista. Ahora el poder económico está por encima de todos; tener un título ya no es lo que era, mientras que los antiguos siervos ahora están llenos de ambición por medrar. No sé si ya estaba en el original galdosiano, pero Garci sabe verlo y transladarlo con acierto a la gran pantalla. Los diálogos conducen la acción, artificiosos, afectadamente literarios, con una tendencia a la cursilería y a la pomposidad... pero ahí entra en escena un Fernán-Gómez absolutamente majestuoso, encarnando a un personaje icónico, lleno de dignidad, hacia el cual se revela una clara simpatía, en su afán por mantener unos principios en un mundo que ya no los acepta. La reflexión final es significativa; su aceptación de la situación, como un aprendizaje de lo vivido, es su necesidad de ceder ante los nuevos tiempos, de dejar a un lado sus viejas convicciones.

La gravedad excesiva del conjunto (a veces) se ve atenuada por el sentido del humor un poco rancio habitual, ciertos personajes caricaturescos, conversaciones masculinas, etc. etc. y la recreación de la época está muy lograda, en cuando a ambientación, vestuario, y una fotografía naturalista y sin llegar al recargamiento. Con algunos encuadres, además, de paisajes, interiores, que parecen auténticos cuadros. Lo malo: una banda sonora marca de la casa, compuesta por un único tema que se repite hasta el extremo de la parodia. Un doblaje que puntualmente hace daño a los oídos, especialmente la niña con la voz de Bart Simpson (quien parece que va a espetarle un “¡multiplícate por cero!” al viejo en cualquier momento). Un trazo grueso a la hora de definir personajes, como las propias nietas o los malos malísimos del pueblo. Pero ello queda bastante compensado gracias a la calidad técnica (un final muy cinematográfico en el acantilado) y unas interpretaciones dignas, al menos vocales (perfecta entonación cuasi-radiofónica de la Guillén-Cuervo). Pese a, vuelvo a decir, la tendencia al folletín descarado, el estatismo mal disfrazado de clasicismo, ñoñeces varias... (el hombrecillo puteado por sus hijas, el discurso sobre el significado del tiempo, etc.).

“Abuelo ¿qué es el honor?”

[…]

“Eso es el honor; una buena mierda”.
 
Tengo un cariño especial a esta película, incluso cuando es obvio que Garci ya ha iniciado la senda del teatrillo. Pero entre Fernán Gómez, lo fascinante del relato galdosiano y que tiene mucho cine bueno detrás, los problemas habituales de Garci se superan. Me vuelve loco el momento del acantilado cando se le vuela el sombrero a Rafael Alonso.... Ese es el Garci que ya ha desaparerecido.
 
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Solucionado Campanilla!
 
Hemos pasado de no tener editado El Crack ni su secuela, a tener editada la primera parte en DVD y la segunda en... BD :freak
¿Se sabe si la primera se piensa editar en BD?, no compraré nada hasta que no estén ambas disponibles en ese formato.
 
Prefiero que haga otro programa en TV, a ser posible con el mínimo necesario de las momias radiofónicas con las que se junta últimamente.
 
Esas siete horas de entrevista deben ser lo mejor que ha dirigido Vigalondo. Que las recupere como extra para la edición especial de Madrid days.
 
adoro el look sempiterno de Garci: chaqueta, camisa, vaqueros y sobre todo, esas playeras blancas con calcetines Calvin Klein, una versión cañí de Steve Jobs.


La entrevista es estupenda, lástima que no dure mas. No conocía esta faceta de Vigalondo en plan Robert Rodriguez entrevistando a cineastas. No haré mas comparaciones entre ambos.
 
Puede llegar a hacerse el Crak 3. Garci dice "llevo cuatro años y medio sin hacer una película y así IBA a seguir cuando...." Sería grandioso el retorno este apasionado.
El final de la entrevista es apoteósico, con Vigalondo traicionado por su subconsciente: "un placer a ti".
 
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