Continuamos, misma hora y mismo canal, con "Otoño azul". Nada más ni nada menos que el supuestamente mítico capítulo
La cueva del gato verde. Y digo "supuestamente" porque como comenté alguna vez, jamás lo vi entero. Este episodio estaba viéndolo de niño en una reposición, cuando vinieron a buscarme mis abuelos, para pasar unos días de veraneo con mis primos. Me fui más o menos a mitad, cuando Javi y Pancho se metían en la cueva esa, y nunca lo vi entero.
Hasta hoy.
Empieza la cosa a 100 de ochenterismo: al Piraña le regala su padre unos walkie-talkies, juguete muy popular de la época. Yo también tuve unos, para hablar en la banda ciudadana (llena en aquella época de aficionados sin licencia, camioneros, taxistas, críos con walkies de juguete, y otros tantos de una fauna hoy, extinguida).
Mientras tanto, los mayores planean una excursión dominguera. Pancho propone la cueva del gato verde, que debe su nombre a una lejana leyenda de la España profunda, ya que se decía que los que pernoctaban en dicha cueva aparecían muertos por la mañana, devorados por un gato verde. Que digo yo, que si el gato de la leyenda se comía a todo quisqui, ¿Cómo demonios sabe nadie de qué color era el gato?
Tras una breve discusión y una votación democrática, se invita a Tito y Piraña a acompañar al grupo, y allá que van. Mientras tanto en el pueblo, Chanquete y Julia se encuentran, y descubren que los chavales se han ido de excursión sin decírselo a ellos. Su conversación está muy bien, pues Julia confiesa que últimamente no está tan cerca de la pandilla porque quiere "soltar amarras": el verano está a punto de acabar, y ella se marchará en muy poco tiempo. "Me gustaría que este verano no tuviera fin" le dice Julia a Chanquete, y con ella, todos los que estamos viendo la serie, pues, ¿quién habría querido que terminara?
Mientras tanto, los chavales hacen una hoguera y meriendan. Javi, como líder responsable, advierte que hay que recoger toda la basura y enterrar los restos de la hoguera para que no haya problemas. ¡Conciencia ecológica, de nuevo! No aparecía el tema por la serie desde aquel infausto episodio del señor guarro en la playa.
Cuando ya se van a ir, Pancho descubre un túnel dentro de la roca, y Javi y él no tienen otra feliz idea que la de meterse ahí. Se llevan uno de los walkie talkies y la linterna de Piraña (que se ha traído a la excursión más equipamiento que el que llevaría un boina verde a Vietnam) por si acaso.
A Pancho le puede el espíritu aventurero e insiste en explorar la cueva, aún después de que Javi se dé una hostia y se haga una herida en el brazo, por lo que Javi decide regresar, mientras que el joven de Nerja sigue adelante. Encuentra una caverna, pero en vez de volver otro día y explorarla con equipo más adecuado, va a la suya, y claro, se da la gran hostia. Pierde la linterna y se ve incapaz de avanzar. Eso sí, aprovecha el susto para hablar a solas con Bea por el walkie, y meterle fichas como si no hubiera un mañana, ¡es el estratega del amor!
Los demás discuten entre todos los que conviene hacer, Javi quiere entrar en modo comando y sacarlo ellos, Quique propone lo sensato, buscar a Chanquete, pedirle ayuda, avisar a la Guardia civil y dejarse de películas. Creo que aquí se ve bastante claro no solo lo ya más o menos sabido a estas alturas de la serie, que "Bea está por Pancho" sino que Javi lo tiene bastante asumido. Además, el liderazgo de Javi durante la crisis, una vez pasado su arrebato de Rambo y de querer meterse en la boca del lobo, es bastante maduro y centrado, me ha sorprendido, para bien. Cómo consuela a Beatriz (sin aprovechar la tragedia para meter ficha) o cómo se opone tajantemente a la idea que todos tienen en cabeza pero que solo Tito, con su inocencia y sencillez habitual, verbaliza: ¿qué pasa si Pancho se ha muerto?
Las dificultades aumentan cuando Desi y Quique vuelven con refuerzos (Chanquete, Julia, la Guardia civil... solo faltan Astraco y Yupi) y se dan cuenta de que "La cueva del gato verde" no es el sitio donde están, por lo que tendrán que empezar a buscar de cero sin tener ni idea de donde se han metido. El conocimiento de Chanquete de la zona será una ventaja.
Por fortuna, los chavales tienen entre ellos al verdadero cerebro de la pandilla: el Piraña. A él se le ocurre la idea de que alguien se meta en la cueva atado a un cordel, y vaya buscando a Pancho, teniendo garantizada la salida si algo va mal, y se pierde. Javi, por supuesto, será el elegido.
Al final todo acaba bien. Javi consigue sacar a Pancho de la cueva, la ayuda llega cuando ya no es necesaria, y el descubrimiento de la cueva hace que la bauticen como "La cueva de los 7 enanitos" en honor a los descubridores, cosa que al Piraña no le hace maldita la gracia
Entiendo perfectamente la mítica del episodio, es una mixtura entre aventuras juveniles a lo "Los Goonies" (en versión hispano-castiza ochentera, pero "Los goonies", después de todo) mezclada con el rollito didáctico del que la serie no puede, o no sabe o no quiere desprenderse, de "las imprudencias se pagan" en este caso.
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El complemento necrológico: Los walkie talkies, ¡claro! Yo tenía una pareja, aquellos tan típicos, blancos con botón rojo y pantalla negra, muy comunes en la época. Los solía usar con mis hermanos y con mi vecino Toni, pero muchas noches lo poníamos en el salón y te salía gente hablando, taxistas, camioneros, incluso podías llegar a escuchar a la policía local, pues en aquella época las emisiones no estaban cifradas como hoy.
Es curioso ver también a los chavales sentados en el campo, haciéndose la merienda, cantando, hablando y explorando, sin móviles de por medio.
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Lo que Quique no hizo: Curiosamente, durante la votación, Quique se pone del lado de Bea y en contra de que Piraña y Tito les acompañen a la excursión, apostillando además que si "viene el Piraña le voy a acabar dando una patada en el culo". ¡Que violencia! ¡Qué maldad! Tanto Pancho como Javi como Desi, votan a favor. Solo Bea y Quique votan en contra. ¿De donde viene esa animosidad hacia el pobre Piraña? Uno de esos misterios de la serie, que jamás resolveremos.
Además, cuando Pancho propone entrar en lo más hondo de la cueva, Quique se niega en rotundo, "dejaros de experimentos", dice el tío. ¡Y no entra! A ver, que es sensato y pone por encima su supervivencia antes que el espíritu gregario, aptitudes todas ellas deseables, pero esas cosas son normales a los 40, no a los 15 años.