La BSO del Manfredini es uno de sus puntos fuertes, Elliott. En cuanto a la película, pues adentrándome, y partiendo de que Mister Cunningham es incapaz de narrar correctamente una historia, CUALQUIER historia, y que la película es una explotation burda del Halloween carpenteriano y un saqueo constente de Bahia de sangre, de Mario Bava, nos queda un entretenimiento palomitero impecable. Solo por su cuarto de hora final ya merece estar en los anales del cine fantástico. Eso si, de ahí a que sea una buena película, va un trecho.
Magno, no estoy de broma, brother. Y créeme, la nostalgia la tengo ya más que superada. De hecho, en su momento yo era fan de la saga, y ahora soy el primer en ponerme rojo de verguenza viendo las secuelas. Pero ya está bien de ver cine con una cartilla en la mano, que últimamente parece que, si no es una obra maestra, no es NADA. Y tampoco es eso. Hay mucha palomita por ahí (y no solo de los ochenta) que me sigue pareciendo gratamente visionable.