WALL-E
- Autor Atreyub
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ManuJedón, Indy IV nos dio una lección a MUCHOS, de MUCHAS cosas.
Y PIxar no es garantía de nada, anda que no tienen cagadas (el horror guión de Nemo, la espantosa Bichos, el bluffoide Monstruos/Toy Story 2, etc)
Ratatouille, Los increíbles y Toy story son las únicas obras suyas que veo redondas.
Y PIxar no es garantía de nada, anda que no tienen cagadas (el horror guión de Nemo, la espantosa Bichos, el bluffoide Monstruos/Toy Story 2, etc)
Ratatouille, Los increíbles y Toy story son las únicas obras suyas que veo redondas.
Atreyub
En busca y captura
Magnolia dijo:
Hombre, intentar hacer mención de Indy en un post de Wall-e es un poco arriesgado pero también es cierto que por lo que podemos atisbar en los trailers es más que probable que estemos ante una gran historia. Cosa que Indy no lo era.
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En Indy nos corríamos con los tráilers y las críticas, Atreyub. Es un ejemplo perfecto.
A partir de ahora, ver previos y leer críticas me parece idiota. Así, idiota. ¿Por qué? Te spoilereas la película...y el noventa por ciento de las veces te la spoilereaa un tío que no merece hacerlo.
A partir de ahora, ver previos y leer críticas me parece idiota. Así, idiota. ¿Por qué? Te spoilereas la película...y el noventa por ciento de las veces te la spoilereaa un tío que no merece hacerlo.
Atreyub
En busca y captura
Magnolia dijo:
Touché.
A mi los trailers, desde Independence Day y La Amenaza Fantasma me dan miedo; Cuanto mejor pintan, más miedo me dan.
Los trailers de Indi y La Amenaza Fantasma tenían a su favor la nostalgia, que en esto del cine es cosa mala...
Los trailers de Indi y La Amenaza Fantasma tenían a su favor la nostalgia, que en esto del cine es cosa mala...
destrizz
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Como se hizo…
http://www.youtube.com/watch?v=X5OfJYEot0g
La musica y Efectos de sonido (Ben burtt)
http://www.youtube.com/watch?v=EJYyPsjj7T0
El doblaje
http://www.youtube.com/watch?v=KSlkCiJVqPY
http://www.youtube.com/watch?v=X5OfJYEot0g
La musica y Efectos de sonido (Ben burtt)
http://www.youtube.com/watch?v=EJYyPsjj7T0
El doblaje
http://www.youtube.com/watch?v=KSlkCiJVqPY
Tyler Durden
Miembro habitual
Magnolia dijo:
Precisamente, de lo mejor (sino lo mejor) de Nemo fue COJONUDO guión: perfectamente construído. Y Toy Story 2 se mea en la primera (y otra vez, lo mejor de la cinta es el guión).
Sin embargo, coincido en que Bichos es su peor (pero no es mala) película.
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El buscador no funciona, así que lo cago aquí: ayer vi 101 dálmatas y vaya una puta basura. Ya entiendo yo cuando dicen "clásico menor" con disney. Realización dejáa, personajes sin carisma (Cruella cuela, y sale cuarthora), perritos vergüenzajenescos y, lo peor de todo, un guión plúmbeo y sin solera.
Lodo muy oscurito.
Lodo muy oscurito.
E
Eliminado22
Invitado
Mango, ¿realmente es esto necesario? Estamos hablando de una enfermedad que sufre mucha gente y bien jodida que es. Ya te vale.
Magnolia dijo:
Hola!!! Vamos a ver, la perfección no existe, y ya habiendo aceptado y asumido el concepto anterior yo disfruto muchísimo con 1001 dalmatas, son la caña. Cruela está tan estereotipada que resulta divertida, los perritos viendo dibujos animados de la tele de mas dibujos animados con perritos, es la pera, el comienzo de la pelicula con esos perros copias de sus dueños, para troncharse...mira son tantas cosas que me parece genial. De puta basura, nada de nada.
100 Dálmatas es muy buena pelicula, respeto a quien no le guste o le disguste, pero también me gusta que nos respeten a los que sí.
¿Alguien ha visto very important perros ?
Saludos
Atreyub
En busca y captura
Magnolia dijo:
Hombre, puedo comprender que no te haya gustado pero esa categoría me lo creería más con CHICKEN LITTLE o SALVAJE, ¿pero con 101 dálmatas?
Sí es cierto que la historia es de lo más sencilla y no hay mucha chicha, incluso si me apuras da para un capítulo de media hora pero de eso a que es basura...
Findor
Miembro habitual
Soy el único que de una peli para crios lo único que espera es volver a sentirse un poco como si lo fuese?
Porque no sé yo, si evaluamos las películas destinadas a chavalines de 10 años como si fuesen para adultos (otra cosa es que los adultos puedan disfrutarlas), apaga y vámonos...
Porque no sé yo, si evaluamos las películas destinadas a chavalines de 10 años como si fuesen para adultos (otra cosa es que los adultos puedan disfrutarlas), apaga y vámonos...
Como ya he dicho, no soy para nada de las pelis de animación. Pero ni por asomo. De echo, he oido muchas más bso que pelis de este estilo y si les he visto al final, ha sido porque la bso me ha gustado. Y mucha culpa de que este tipo de cine no me llame, son las canciones. Me espantan.
Bso de Wall-E a cargo del gran Thomas Newman. Como siempre, en su estilo. Reconocible al 100%. "Eve retrieve", temazo.
Bso de Wall-E a cargo del gran Thomas Newman. Como siempre, en su estilo. Reconocible al 100%. "Eve retrieve", temazo.
Findor
Miembro habitual
Error, las películas para niños están hechas para que las disfruten los niños, el que puedan disfrutarlas los adultos es un extra que puede perfectamente no darse. El trato como subnormal, que no digo que no exista en ciertos niveles, pero la mayoría de las veces pasa porque vemos las pelis de niños con ojos de adultos. A mi me gustaría ver que cosas veíais vosotros con 10 años. Yo recuerdo haber visto películas en el cine y FLIPAR, y verlas 20 veces en mi casa y FLIPAR todas, y las veo ahora y me parecen una castaña, pero no quita que esa peli esté hecha para lo que está.Dussander dijo:
No seamos tan puristas, que a veces nos pasamos.
No, si no soy purista; me gusta ver películas para niños con mis primos pequeños, y a veces se ven cosas que dices "pero joder... ¿qué coño es esto?". No tengo nada en contra de que los peques disfruten una peli y yo no, pero hay veces que da vergüenza.
Y Pixar, afortunadamente, está poniendo peldaños para superar eso.
Y Pixar, afortunadamente, está poniendo peldaños para superar eso.
Atreyub
En busca y captura
Yo soy fan(ático) del cine de animación (claro está, con ojos y cara, se sobre entiende) y lo cierto es que hay grandes pelis que pueden pasar tanto para niños como para adultos y hay claros ejemplos que como bien dice Findor están exclusivamente destinadas a niños (da igual la edad) y si encima las disfrutan los adultos un plus ganado.
Por eso no puedo tachar según que pelis malas o muy malas porque no están destinadas para mi. Sí es cierto que hay claros ejemplos actuales que madre mía, no hay ni críos que se las traguen (mis primos me acojo como ejemplo).
Por eso no puedo tachar según que pelis malas o muy malas porque no están destinadas para mi. Sí es cierto que hay claros ejemplos actuales que madre mía, no hay ni críos que se las traguen (mis primos me acojo como ejemplo).
Ayer contaban esto en EL MUNDO
Treinta y cinco minutos de cine mudo. Así arranca 'Wall E'. Presenta un planeta devastado, en el que un último robot, Wall E, ejerce impertérrito la titánica misión de limpiar el monstruoso retrete. Fin de raza, lo abandonaron junto a miles de compañeros, hoy desaparecidos en combate. Mientras los responsables del degüello, los hombres, engordan sebosos en naves espaciales a mitad de camino de 2001 y el hipermercado, Wall E, acompañado de una fiel cucaracha, silba canciones, colecciona tenedores, acumula patitos de goma, apila mierda y descubre, de paso, el amor. Lo hace gracias a Eva, hiperestilizada máquina recién enviada por los humanos, setecientos años después de exiliarse, para saber si la vida, al fin, es otra vez posible en el viejo, sodomizado planeta.
Hasta aquí el argumento. Ahora, libres de ataduras, la metafísica comercial del asunto. Veamos. Hace poco Pixar se fusionó con Disney. Explicaron que el cíclope del ratón narcisista y las canciones diabéticas pondría el talonario; Pixar, a cambio, recibía un cheque libre de mordazas, sin otra frontera que su inventiva. 'Wall E', estrenada el viernes en EEUU, liquida dudas. La megacorporación ha soltado una avalancha de dólares y permitido a los creadores jugar a placer. Apabulla por audaz, lírica y vanguardista. Dado que 'Ratatouille', esa maravilla, fue un relativo fracaso en taquilla, sorprende aún más la confianza, multiplicada al corroborar que, lejos de hacer concesiones, los de Pixar van a muerte. Si nos la pegamos, decían hace poco, cambiaremos el rumbo, haremos animación de bajo presupuesto, cine independiente por computadora. A pesar de su calma, el órdago es completo. Todo o nada. Algo me dice que la obra maestra resultante podría ser la última. Demasiado peligro, texturas, guiños, acelerones, piruetas, voltaje artístico, no sé, para triunfar a tope.
'Wall E', en fin.
Media hora de cine mudo, decía, donde homenajear a Chaplin y denunciar el horror con la mejor poesía. A ese glorioso arranque, el mejor del año, de muchos años, le sigue el relato, más convencional (no previsible), de cómo Eva regresó junto a los hombres y Wall E inició su persecución, improbable quijote, enamorado y fértil, cuya estirpe arranca con R2D2 y alcanza a E.T. (no en vano la voz se la ha puesto el mismo genio que a los dos anteriores personajes).
'Wall E' envenena el corazón con imágenes como leopardos, elásticas y flexibles, bellísimas. Esconde, bajo la apariencia de cuento inocente, un catálogo inmemorial de ofuscaciones contra la naturaleza y predicciones apocalípticas. Lejos de reñirnos, muestra el mundo venidero con la leve ingenuidad del cronista desprejuiciado, aquí y ahora de este planeta suicida que recluta una máquina adorable para limpiar sus bajos. Es un renglón mágico tras otro, una cucharada de mil colores, fastuoso regalo que hipnotiza, estimula y muerde. Puesto a quejarme, habría preferido un desarrollo más coherente con el principio, menos persecuciones y más planos del robot sensible. Bueno. Con un tercio de cine mayúsculo y libérrimo podemos darnos con un fierro en los piños. Hay más derroche neuronal en ese arranque que en el resto de la cartelera junta.
Hace siglos, en la facultad, tuve que contrastar en un examen la ciudad y el neolítico. Sólo aprobaba quien cantase la pradera infinita, orinando, de paso, sobre automóviles, ordenadores y frascos de penicilina. Qué muermo y qué previsible. Aquella ruina del pensamiento me hizo adquirir, a mí, que amo la naturaleza, un desproporcionado recelo hacia los documentales sobre Papua Nueva Guinea, el periodismo roussoniano y los centuriones de la lechuga. Decidí amar el silicio y vomitar en la pechera de quien largara sobre la conveniencia de regresar a las cavernas. Menos mal, y lo recuerda bien A. O. Scott ('The New York Times'), que la metáfora indigente, la maldad del microchip, el gozo del taparrabos, etcétera, jamás ensucia.
'Wall E'. Porque quizá la tecnificación haya iniciado el holocausto y boquearemos entre plásticos, salivazos de monóxido y vacas esquizoides, pero también los robots, creaciones humanas, sueñan con ovejas eléctricas, metáfora del progreso y la ciencia, o sea, de la aventura más apasionante jamás contada.
Treinta y cinco minutos de cine mudo. Así arranca 'Wall E'. Presenta un planeta devastado, en el que un último robot, Wall E, ejerce impertérrito la titánica misión de limpiar el monstruoso retrete. Fin de raza, lo abandonaron junto a miles de compañeros, hoy desaparecidos en combate. Mientras los responsables del degüello, los hombres, engordan sebosos en naves espaciales a mitad de camino de 2001 y el hipermercado, Wall E, acompañado de una fiel cucaracha, silba canciones, colecciona tenedores, acumula patitos de goma, apila mierda y descubre, de paso, el amor. Lo hace gracias a Eva, hiperestilizada máquina recién enviada por los humanos, setecientos años después de exiliarse, para saber si la vida, al fin, es otra vez posible en el viejo, sodomizado planeta.
Hasta aquí el argumento. Ahora, libres de ataduras, la metafísica comercial del asunto. Veamos. Hace poco Pixar se fusionó con Disney. Explicaron que el cíclope del ratón narcisista y las canciones diabéticas pondría el talonario; Pixar, a cambio, recibía un cheque libre de mordazas, sin otra frontera que su inventiva. 'Wall E', estrenada el viernes en EEUU, liquida dudas. La megacorporación ha soltado una avalancha de dólares y permitido a los creadores jugar a placer. Apabulla por audaz, lírica y vanguardista. Dado que 'Ratatouille', esa maravilla, fue un relativo fracaso en taquilla, sorprende aún más la confianza, multiplicada al corroborar que, lejos de hacer concesiones, los de Pixar van a muerte. Si nos la pegamos, decían hace poco, cambiaremos el rumbo, haremos animación de bajo presupuesto, cine independiente por computadora. A pesar de su calma, el órdago es completo. Todo o nada. Algo me dice que la obra maestra resultante podría ser la última. Demasiado peligro, texturas, guiños, acelerones, piruetas, voltaje artístico, no sé, para triunfar a tope.
'Wall E', en fin.
Media hora de cine mudo, decía, donde homenajear a Chaplin y denunciar el horror con la mejor poesía. A ese glorioso arranque, el mejor del año, de muchos años, le sigue el relato, más convencional (no previsible), de cómo Eva regresó junto a los hombres y Wall E inició su persecución, improbable quijote, enamorado y fértil, cuya estirpe arranca con R2D2 y alcanza a E.T. (no en vano la voz se la ha puesto el mismo genio que a los dos anteriores personajes).
'Wall E' envenena el corazón con imágenes como leopardos, elásticas y flexibles, bellísimas. Esconde, bajo la apariencia de cuento inocente, un catálogo inmemorial de ofuscaciones contra la naturaleza y predicciones apocalípticas. Lejos de reñirnos, muestra el mundo venidero con la leve ingenuidad del cronista desprejuiciado, aquí y ahora de este planeta suicida que recluta una máquina adorable para limpiar sus bajos. Es un renglón mágico tras otro, una cucharada de mil colores, fastuoso regalo que hipnotiza, estimula y muerde. Puesto a quejarme, habría preferido un desarrollo más coherente con el principio, menos persecuciones y más planos del robot sensible. Bueno. Con un tercio de cine mayúsculo y libérrimo podemos darnos con un fierro en los piños. Hay más derroche neuronal en ese arranque que en el resto de la cartelera junta.
Hace siglos, en la facultad, tuve que contrastar en un examen la ciudad y el neolítico. Sólo aprobaba quien cantase la pradera infinita, orinando, de paso, sobre automóviles, ordenadores y frascos de penicilina. Qué muermo y qué previsible. Aquella ruina del pensamiento me hizo adquirir, a mí, que amo la naturaleza, un desproporcionado recelo hacia los documentales sobre Papua Nueva Guinea, el periodismo roussoniano y los centuriones de la lechuga. Decidí amar el silicio y vomitar en la pechera de quien largara sobre la conveniencia de regresar a las cavernas. Menos mal, y lo recuerda bien A. O. Scott ('The New York Times'), que la metáfora indigente, la maldad del microchip, el gozo del taparrabos, etcétera, jamás ensucia.
'Wall E'. Porque quizá la tecnificación haya iniciado el holocausto y boquearemos entre plásticos, salivazos de monóxido y vacas esquizoides, pero también los robots, creaciones humanas, sueñan con ovejas eléctricas, metáfora del progreso y la ciencia, o sea, de la aventura más apasionante jamás contada.
Findor
Miembro habitual
El único problema en eso es el que ni tú ni yo ni probablemente nadie de los que escribimos aquí tenemos la capacidad a estas alturas de ver una película con la mentalidad de niño de 10 años. Vemos mucho más allá, vemos metáforas y cosas que ningún crio será capaz de ver, y decimos "que coño es esto?" cuando un crio estará con los ojos como platos. Y lo que nosotros creemos que puede molarle a un crio, le aburre, y lo que vemos aburrido, le encanta, porque hemos perdido esa inocencia. A mi "La sirenita 2" me parecerá una puta castaña y de vergüenza, pero cualquier crio puede verla 100 veces y alucinar todas.Dussander dijo:No, si no soy purista; me gusta ver películas para niños con mis primos pequeños, y a veces se ven cosas que dices "pero joder... ¿qué coño es esto?". No tengo nada en contra de que los peques disfruten una peli y yo no, pero hay veces que da vergüenza.
Y Pixar, afortunadamente, está poniendo peldaños para superar eso.
Y este tipo de películas son los crios los que tienen que juzgarlas, no nosotros.
