Sí, a ver, en el ADN de WSS está el mezclar el hiperrealismo de las localizaciones con el típico diseño de producción coloridamente irreal del musical clásico, y aquí parece que lo han respetado. Pero claro, mientras que en 1961 se usaba un estilo visual más en consonancia con la foto de la época, Kaminsky en este sentido tiene un estilo muy intrusivo y reconocible, que está un poco aparte de las tendencias del momento para bien y para mal. A mí personalmente no me molesta, a estas alturas ya tenemos asumido que el polaco va en el paquete spielbergeriano y salvo catástrofe mayúscula seguirá siendo así siempre.
¿Diferencias? Bueno, decía Tony Kushner que querían volver al libreto de la obra original de 1957 en lugar del de la peli, así que lo mismo cambian algunos diálogos, el orden de los números y quién los interpreta.
Pero vamos, yo creo que muchos cambios no habrá,y que la jugada es bastante previsible: aprovechar la nostalgia, acercar la obra a un público joven, y trazar paralelismos o hacer un comentario del mundo actual en los EEUU mirando al pasado. Aunque claro, el retraso en el estreno puede que juegue un poco en contra de la atención mediática que pueda recibir el film, una vez acabada la era Trump, de la que el film se aprovechaba sin lugar a dudas.
Un saludete.