TREEHOUSE OF HORROR II
La sátira social se hace más fuerte: Marge reaparece para echar en cara que no hicimos caso al aviso, Brockman hace chistes políticos, Lisa critica el genocidio indio, la pesadilla de Bart es la familia feliz americana... incluso el primer episodio (con parodia de... ¡El expreso de medianoche!) se ríe de la moda Simpson pesada y su merchandising exagerado.
Luego otro remedo de twilightzonesco (¡ojo al imitador de Serling!) y un Frankensteinque funciona sobre todo por las coñas de realización (las amenazas con primeros planos, los truenos enlazando escenas, el sonido de la sierra, la música, el giro) y por el enorme Burns, que como Kane anacrónico y teatral es como mejor funciona (le han perdido el punto hace mucho).
El chiste: "Atencion todos... soy un cretino estúpido... y feo... y un culo gordo y apestoso... y me encanta besarme el culo..."
TREEHOUSE OF HORROR III
La serie entra en su mejor momento y se nota lo definidísimos que tenían ya hasta a cada secundario (cada intervención del abuelo es oro). Homer empieza el episodio metiéndose con el público, cada cuento termina como un corte de comedia romántica (el final del del muñeco es de un descaro genial), la Twilight Zone sigue siendo un tercio, Bart va de Alex DeLarge, Kong devora a Shirley Temple, Homer dispara a Washington, Einstein y Shakespeare (“¿pero al coche no le ha pasado nada?”), los guiños ya salen fuera del género y esto es una fiesta.
Tiene por cierto una frase bastante profética, lo de “ahí va el último lazo que te unía a la heterosexualidad”.
El chiste: lo del Yogulado es mítico, pero con “¡el muñeco quiere matarme y el tostador se ha reído de mí!” sigo riéndome como un bobo.