frank zito
Miembro habitual
Me estoy releyendo, porque me han asaltado unas ganas enormes, los relatos marítimos de terror de William Hope Hodgson (aún Verano, calor, mar, refrescarse). Y eso que los he leído muchas veces –de los que más en mi vida- pero resultan inagotables y siempre fascinantes.
Empezando por el primero que escribió, el ameno y simpático “Un Horror Tropical”, que recuerda a una monster-movie años 50; he seguido por esa epopeya dramático-familiar de maravilloso título evocador: “Desde el Mar sin Mareas”, con barco encallado en algas y monstruos esporádicos; el terrorífico “El Navío Abandonado”, con su tenebrosa (y pegajosa) malignidad; la aportación Carnacki: “El Embrujamiento del Jarvee”, no de lo mejor de ambas fracciones-series de su obra, pero entretenido … Tengo especial predilección-sintonía por “Los Habitantes de la Isleta Middle”, lo más cercano a una ghost-story clásica –castillo, pareja de amantes etc- pero en el mar *, beneficiada por los muy inquietantes apuntes surreales y chocantes (los rostros en la superficie marina, las garras del final…) y por explicar casi nada.
Aparte está la genial novelita “los Piratas Fantasma”, que no me parece “lenta, se atasca, estira y aburre” como dicen algunos, por el contrario: aún me estremece su densa y oscura atmósfera, su progresión en los diferentes incidentes –visiones fugaces, los “accidentes”, la bruma, los barcos…-, esos barcos piratas navegando bajo las aguas (aaay Disney), los bucaneros cuyo único rasgo visible, y en un pasaje, son los “ojos felinos, acuosos y relucientes” (si: John Carpenter). Inolvidable, para mí.
En fin, que si aún no habéis leído su amplio repertorio de criaturas extrañas, legendarias y terribles, tempestades y aguas oscuras, navegantes intrépidos pero de fatal destino… ¿qué estáis haciendo? A por ello.
*En esa vía, recomiendo degustar el también excepcional “El Capitán del Polestar” de Arthur Conan Doyle.
Empezando por el primero que escribió, el ameno y simpático “Un Horror Tropical”, que recuerda a una monster-movie años 50; he seguido por esa epopeya dramático-familiar de maravilloso título evocador: “Desde el Mar sin Mareas”, con barco encallado en algas y monstruos esporádicos; el terrorífico “El Navío Abandonado”, con su tenebrosa (y pegajosa) malignidad; la aportación Carnacki: “El Embrujamiento del Jarvee”, no de lo mejor de ambas fracciones-series de su obra, pero entretenido … Tengo especial predilección-sintonía por “Los Habitantes de la Isleta Middle”, lo más cercano a una ghost-story clásica –castillo, pareja de amantes etc- pero en el mar *, beneficiada por los muy inquietantes apuntes surreales y chocantes (los rostros en la superficie marina, las garras del final…) y por explicar casi nada.
Aparte está la genial novelita “los Piratas Fantasma”, que no me parece “lenta, se atasca, estira y aburre” como dicen algunos, por el contrario: aún me estremece su densa y oscura atmósfera, su progresión en los diferentes incidentes –visiones fugaces, los “accidentes”, la bruma, los barcos…-, esos barcos piratas navegando bajo las aguas (aaay Disney), los bucaneros cuyo único rasgo visible, y en un pasaje, son los “ojos felinos, acuosos y relucientes” (si: John Carpenter). Inolvidable, para mí.
En fin, que si aún no habéis leído su amplio repertorio de criaturas extrañas, legendarias y terribles, tempestades y aguas oscuras, navegantes intrépidos pero de fatal destino… ¿qué estáis haciendo? A por ello.
*En esa vía, recomiendo degustar el también excepcional “El Capitán del Polestar” de Arthur Conan Doyle.