me he leído en unas horas El Mundo de Cristal, de Ballard:
De día unas aves fantásticas volaban
en la selva petrificada, y
unos cocodrilos enjoyados centelleaban como
salamandras heráldicas a orillas
del río cristalino.
De noche el hombre iluminado
corría entre los árboles,
los brazos como ruedas de un carro de oro,
la cabeza como una corona espectral.
la prosa como podéis ver es monumental, lo habitual en él, el punto de partida es un relato anterior de JG, El Hombre iluminado, que ya era soberbio en el libraco de sus cuentos;
aquí es la habitual novela ballardiana, con una trama algo apocalíptica, con la naturaleza petrificándose por el planeta y varios personajes a la deriva, empieza casi como un Corazón de las Tinieblas con toque ci·fi, críptico y poco a poco se va transformando en algo existencial, con religión y filosofía de por medio hasta un final.. que uno puede imaginar.
libro corto, difícil, pero que acaba recompensando si uno disfruta del peculiar mundo ballardiano, hay varios pasajes alucinantes, el cocodrilo, la procesión.....
en realidad no es lo mejor para leer estos días, la petrificación es como un virus y tiene una especie de nihilismo desgarrador, bueno, igual si era el momento de leerlo.
De día unas aves fantásticas volaban
en la selva petrificada, y
unos cocodrilos enjoyados centelleaban como
salamandras heráldicas a orillas
del río cristalino.
De noche el hombre iluminado
corría entre los árboles,
los brazos como ruedas de un carro de oro,
la cabeza como una corona espectral.
la prosa como podéis ver es monumental, lo habitual en él, el punto de partida es un relato anterior de JG, El Hombre iluminado, que ya era soberbio en el libraco de sus cuentos;
aquí es la habitual novela ballardiana, con una trama algo apocalíptica, con la naturaleza petrificándose por el planeta y varios personajes a la deriva, empieza casi como un Corazón de las Tinieblas con toque ci·fi, críptico y poco a poco se va transformando en algo existencial, con religión y filosofía de por medio hasta un final.. que uno puede imaginar.
libro corto, difícil, pero que acaba recompensando si uno disfruta del peculiar mundo ballardiano, hay varios pasajes alucinantes, el cocodrilo, la procesión.....
en realidad no es lo mejor para leer estos días, la petrificación es como un virus y tiene una especie de nihilismo desgarrador, bueno, igual si era el momento de leerlo.
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