Respuesta: El hilo de "8" de Raúl Cerezo, con SPOILERS
Una chica enciende las velas de una desproporcionada tarta de cumpleaños antes de que lleguen los invitados a la casa. Lo que en un segundo momento puede interpretarse como una torpeza monumental —o una cara costumbre—, se revelará después como el primer impulso de una hija aterrorizada con el fin de evitar que el poder latente en su hermano pequeño cierre las heridas de la familia a cualquier precio. Y digo en un segundo momento porque "8" es un cortometraje donde da gusto reconocer que no te habías dado cuenta.
La idea de aunar en un proyecto de presupuesto limitado un ejercicio formal con ausencia total de diálogos, incómodas soluciones de fotografía, un numeroso reparto, niños, y un relato fantástico con fondo de violencia doméstica, demuestra el grado de ambición de sus responsables. Si además está concebido para descubrir cosas nuevas en sucesivos visionados, cosas que añaden a la historia y a los personajes, y no enigmas o guiños tontos, pero mantiene una dosificación básica de información, los responsables sin duda no parecen dejar mucho al azar. Y si en parte gracias a esto el resultado acaba siendo notable en varios aspectos, no queda otra que felicitar al equipo.
Porque es fácil que en un terreno como el cortometraje, donde se busca darlo todo en cada plano, la experiencia se agote en la primera o segunda vez. En "8" la ventana abierta a las vidas de la familia protagonista abarca lo suficiente para atraer con fuerza al espectador, pero es cuando se cierra cuando este alimenta la verdad y la mentira de los personajes, y es en este ejercicio de digestión donde el cortometraje echa raíces en la memoria.
¿Qué son los miembros de la familia? Sin duda pertenecen a un culto que es capaz de invocar poderes aparentemente diabólicos. Pero esta es una connotación traída de referencias de estética similar, más que algo implícito en lo que se muestra. El ritual, no del todo solemne pero inquietante, busca combatir un mal aparentemente menor en comparación con los poderes diabólicos clásicos, por lo que puede que la excentricidad del acto esconda intenciones alejadas de lo malvado. ¿Es acaso el padre algo más que un simple maltratador?¿Es el maquillaje aplicado tras el accidente un exceso de producción? El aislamiento de la familia en el cortometraje refuerza el secretismo que mantienen en torno a sus vidas y la particularidad de sus costumbres, de forma que los cauces normales para solventar el problema no parecen suficientes. Los habitantes de otros mundos se rigen por otras leyes.
Este torrente de cuestiones sobre el universo propio del relato tiene varias resonancias. ¿Es malvado creer que acabar con el mal justifica los medios? ¿Es malvado calificar a un maltratador de "simple" cuando se relativiza el mal? Cuestiones similares seguramente se le pasaron o pasarán por la cabeza a la hermana mayor antes de morir, si es que sus motivaciones para hacer lo que hace no son otras muy diferentes. Porque seguramente ella tuvo que pasar por el mismo rito de iniciación, siendo aprovechada para intereses familiares, y puede que lo que quiera sea evitar que su hermano vaya a cargar con el sentimiento de culpa y con la decepción de descubrir tan temprano que sus seres queridos no son más que monstruos.
La clave pues está en el niño, chaval de cara angelical que no inspira total confianza. Desde el principio se le muestra sumiso y obediente con su madre, aunque es probable que se deba al temor por saber que está a punto de enfrentarse a algo demasiado serio esta vez. La indicación de ella para que guarde silencio puede señalar que no suele hacerlo, y las múltiples marcas de golpes que no tiene la hermana pueden deberse a sus travesuras. La mirada fugaz a los regalos que precipita la resolución se muestra definitiva: es un hijo de su madre.
Naturalmente decantarse por una interpretación no es tan sencillo, pero el ansia por hallar una respuesta ya ha satisfecho las perversas intenciones del director, que condena al espectador a subir la montaña arrastrando la mirada final de esa maldita familia cada vez que recuerda el muñeco de trapo, los amuletos ensangrentados, o las velas que nadie volverá a guardar para otra ocasión.