Atreyub
En busca y captura
Es que se ha dejado una cara que no se sabe ni quien es ni a quien se parece. ¡Es Darkman!
La asombrosa transformación de Renée Zellweger, que mostró un cambio radical de facciones el pasado lunes, durante una entrega de premios en Beverly Hills, ha hecho correr ríos de tinta, e hizo que su nombre se convirtiera en Trending Topic en Twitter.
Ahora, la protagonista de Bridget Jones, imagen de la que no queda ni rastro en la actriz, se defiende y asegura que su cambio se debe más a una cuestión 'interior'.
"Estoy contenta de que la gente me vea diferente", ha asegurado en unas declaraciones a People. "Estoy viviendo una vida diferente, más plena, más feliz, y me emociona que eso se note". "Mis amigos me dicen que se me ve en paz. Estoy sana", insiste la actriz, que experimentó cambios de peso extremo para encarnar sus papeles. "Durante mucho tiempo no lo hice bien, seguí un plan de vida poco realista e insostenible y que no me permitía cuidar de mí misma. En vez de parar para equilibrarme, seguí corriendo hasta que me quedé exhausta e hice malas elecciones sobre cómo encubrir ese agotamiento", ha confesado.
Su relación con Doyle Bramhall le ha ayudado a centrarse, asegura. "Trabajé para formar un hogar, amar a alguien, aprender nuevas cosas, crecer como una persona creativa y finalmente, crecer en mi interior", ha declarado. Renée, ganadora de un Oscar por su papel en la película Cold Mountain y tres Globo de Oro por esa misma cinta, por su trabajo en el musical Chicago y en Persiguiendo a Betty, asegura que ahora, a su 45 años, prefiere llevar una vida tranquila junto a su pareja y sus amigos más cercanos. "Quizás ahora parezco diferente, ¿quién no lo parece cuando se hace mayor? Pero estoy feliz", puntualiza.
Y Renée "ex-pez globo" Zellweger da sus filosofías, digo, razones del porqué estropearse la cara, digo, cambiar de imagen:
http://www.20minutos.es/noticia/2273343/0/renee-zellweger/defiende-cambio/cirugia/
Su relación con Doyle Bramhall le ha ayudado a centrarse, asegura. "Trabajé para formar un hogar, amar a alguien, aprender nuevas cosas, crecer como una persona creativa y finalmente, crecer en mi interior", ha declarado. Renée, ganadora de un Oscar por su papel en la película Cold Mountain y tres Globo de Oro por esa misma cinta, por su trabajo en el musical Chicago y en Persiguiendo a Betty, asegura que ahora, a su 45 años, prefiere llevar una vida tranquila junto a su pareja y sus amigos más cercanos. "Quizás ahora parezco diferente, ¿quién no lo parece cuando se hace mayor? Pero estoy feliz", puntualiza.