De hincha de los Lakers a capitán de los Celtics
REPORTAJE MD- Paul Pierce asegura que "odiaba" al equipo de Boston y ahora se medirá en la final a ellos como capitán verde
Redacción - 02/06/2008 03:00
La vida da muchas vueltas y te lleva por caminos insospechados. Nadie lo sabe mejor que Paul Pierce. Nació en Los Angeles, creció en una casa situada a pocos metros del Forum de Inglewood –cancha de los Lakers hasta su traslado al Staples Center en 1999– y durante sus años de infancia y juventud fue un seguidor visceral del equipo californiano. Ahora, cosas de la vida, es el capitán de unos Celtics que a partir del jueves se verán las caras con los Lakers en la gran final NBA, reverdeciendo aquellos míticos duelos que hicieron historia en este deporte.
"Yo de niño odiaba a los Celtics", admite Pierce, que creció marcado por la gran rivalidad existente entre los dos equipos. "Y ahora voy a regresar a casa para jugar contra el que era mi equipo. Yo crecí viendo sus partidos. Es como un sueño hecho realidad", añade el alero de 30 años, que sabe que va a vivir un momento histórico. "Aquella rivalidad revolucionó el deporte del baloncesto y ahora yo voy a ser parte de ello".
La última vez que Lakers y Celtics se encontraron en una final de la NBA, en 1987, Pierce tenía nueve años. Era la tercera que veía, tras las de 1984 y 1985. En sólo cuatro temporadas, los equipos de Magic Johnson y Larry Bird se enfrentaron tres veces en la final de la NBA. Y aquello marcó definitivamente a aquel chaval. "Creo que fue lo que me hizo empezar a jugar baloncesto, crecer en Los Angeles viendo los duelos entre los Lakers y los Celtics", explica el seis veces All Star, que es consciente de la broma que le ha preparado el destino. "He crecido como fan de los Lakers, juego en los Celtics y ahora me voy a enfrentar en la final al que era mi equipo. Es irónico".
Boston es el equipo más laureado de la NBA, con 16 anillos. Pero desde el título logrado en 1986 (contra Houston), el equipo más exitoso del baloncesto USA desapareció del mapa de los ganadores e inició una dura travesía del desierto. Tras tres años en la universidad de Kansas, Piercedecidió dar el salto a la NBA y, cosas del destino, fue elegido por los Celtics en la décima posición del draft de 1998. "Nunca pensé que me elegirían y cuando lo hicieron pensé: ¿cómo voy a jugar para ellos con lo que los he odiado? Pero tras llegar a Boston y conocer la gran historia que rodea a este equipo, puedo decir que es un placer para mi ser parte de ella".
Tras nueve temporadas marcadas por la falta de éxito, Pierce vive ahora su momento de gloria. La llegada de Garnett y Allen han transformado a Boston en un equipo ganador, con serias opciones de llevarse el anillo esta temporada. Pierce hará todo por conseguirlo. Aunque delante estén sus adorados Lakers