El indigenismo mal entendido se ha transformado en uno de los arietes del pensamiento post-racional y de sus manifestaciones, ese el mundo cerebralmente evanescente de lo políticamente correcto. Esta dictadura de lo políticamente correcto es muy semejante al macartismo y en su matriz, un producto idéntico: una forma de puritanismo intransigente que pone la palabra libertad donde debe decir asfixia, pero siempre deja el pendón de la superioridad moral colocado, como tremolante casco, sobre una cabeza angloprotestante.
El ayuntamiento de Los Ángeles ha votado suprimir el Columbus Day, fecha con que se honraba la memoria del hombre a quien dicho ayuntamiento debe el mero existir. Es un gesto muy bonito que se haya creado un Indigenous People Day, que debía existir desde hace mucho tiempo ya, aunque es lamentable que apenas haya indígenas por los alrededores para celebrarlo. Y los que hay tienen un pasado español que tampoco quieren recordar pero gracias al cual sobrevivieron.