Son estupendos. Tambien recomendable el libro original de Milne, publicado aquí por valdemar con las originales y magistrales ilustraciones de E.H.Shepard.
-Tambien a mi me gusta eso-dijo Christopher Robin-Pero lo que más me gusta es hacer Nada.
-¿Cómo haces Nada?-pregunto Puh después de pensarlo durante un buen rato.
-Bueno, es como cuando la gente viene a llamarte justo cuewndo estas saliendo para hacer eso: "Qué vas a hacer, Christopher Robin" y tú dices: "Oh, nada", y entonces vas y lo haces.
A. A. Milne
Winnie fue una osezna negra, que fue vendida por el cazador que mató a su madre a un teniente militar veterinario ingles llamado Harry Coleburn en Ontario de camino a Inglaterra, quien la cuidó y acabó por convertirla en mascota de su brigada, y llamaron Winnie en honor de la ciudad adoptiva del militar, Winnipeg, de Canadá. Cuando tras regresar a Inglaterra tuvo que volver al frente, la donó al zoo de Londres. Tras su regresó, pensó en recogerla, pero viendo lo apreciada que era por el publico y lo bien cuidada que estaba, decidió dejarsela, aunque la visitó frecuentemente hasta la muerte de la osa.
Harry Coleburn y la verdadera Winnie.
Existe en el zoo de Winnipeg una estatua de Harry Coleburn y Winnie, con aquel sujetando a esta de las patitas. Una copia de esta estatua fue regalada al zoo de Londres más tarde.
Fue allí donde Christopher Robin Milne, de cinco años, en una excusrion, conoció a Winnie y se hizo amigo suyo, hasta el punto que los cuidadores le dejaban entrar en el recinto para jugar con ella. . En su primer cumpleaños le habían regalado un oso de peluche llamado Edward, a quien Christopher Robin rebautizó como Winnie en honor a su nueva amiga. Entonces Alan Alexander Milne, el padre de Christopher Robin y auto de diversas novelas y obras de teatro, escribió los cuentos de Winnie The pooh basandolos en los animales de peluche que su hijo tenía, y añadiendole a Buho y Conejo como criaturas que vivían en el bosque de Ashdown, donde su hijo solía jugar, y que en los cuentos se convirtió en El Bosque de los Cien Acres.
Según Parece Pooh era un cisne amigo tambien de Christopher Robin, y apareció como personaje en
Cuando Eramos Jovenes, una colección de poemas infantiles con partitura musical en el que apareció la primera mencion del oso de Peluche de su hijo, aunque aún se llamaba Edward. Igualmente ilustrado por E H Shepard, como los cuentos posteriores, nuestro osito apareció en este libro con una camiseta que luego fue coloraeda en rojo para una grabacion musical de los poemas, y esta fue la imagen oficial que se tomó para la adaptacion de Disney, ya que en la silustraciones de los cuentos aparece descamisado. El personaje de Gopher fue creado por Disney en la adaptacion de 1966.
Milne, Christopher Robin y Winnie.
Los peluches originales de Christopher Robin.
Winnie, en persona.
Las maravillosas ilustraciones de E H Shepard (que también ilustró otro clasico de la liteartura infantil, El Viento en los Sauces) que se inspiro en Growler, el osito de su propio hijo, para las estas, y no el Winnie de Christopher Robin.
Parece ser que fue el entusiasmo de las hijas de Disney lo que llevo, en parte, a tio Walt a hacerse con los derechos para su adaptacion cinematografica.
A la Winnie verdadera, la osezna de Coleburn, sin embargo, no le gustaba tanto la miel como a Puh. Su obsesión era la leche condensada.
-¡Puh!
-¿Si?-dijo Puh.
-Cuando yo me... cuando... ¡Puh!
-¿Si, Christopher Robin?
-Ya no voy a poder hacer Nada de ahora en adelante.
-¿Nunca más?
-Bueno, no tanto. Ellos no te dejan.
Puh le esperó a que siguiera, pero se había vuelto a quedar en silencio.
-¿Si, Christopher Robin?-dijo Puh amablemente.
-Puh, cuando yo me... tú ya sabes... cuando ya haya dejado de hacer Nada. ¿Vendrás aquí de vez en cuando?
-¿Solo yo?
-Si, Puh.
-¿Estarás aquí tú también?
-Si, Puh, estare de verdad. Prometo que estare, Puh.
-Eso está bien.-dijo Puh.
-Puh, promete que no te olvidaras de mi, nunca. Ni siquiera cuando tenga cien años.
Puh pensó por un momento.
-¿Cuantos tendré yo entonces?
-Noventa y nueve.
Puh asintió con la cabeza.
Con los ojos puestos aún en el mundo, Christopher Robin extendió una mano y sintió la zarpa de Puh.
-Puh-dijo con la mayor seriedad Christopher Robin-Si yo... si yo no...-se detuvo y lo intentó de nuevo-Puh, pase lo que pase, tú lo comprenderás ¿no?
-Comprender ¿qué?
-Oh, nada.-se rió y se puso de pie de un salto-¡Vamos!
-¿A dónde?-dijo Puh.
-A cualquier parte.-dijo Christpher Robin.
Y se fueron juntos. Pero adonde quiera que fuesen, o sea lo que les sucediera en el camino, en aquel lugar encantado de la parte más alejada del Bosqué estarán siempre jugando un niño y su oso.
A.A. Milne.