Todos esos cálculos y disquisiciones sobre vender o alquilar estarían muy bien si viviésemos en un país normal. Pero se nos olvida que vivimos en Españistán.
Se viene tocho.
Esas cuentas que magistralmente ha hecho
@Tim, las hice yo hace algo más de una década. Con un casoplón que costaba la misma vida mantener, y una hipoteca galopante, llegó un momento en el que había que decidir que hacer: vender, o alquilar para cubrir la hipoteca y sacar alguna rentabilidad.
Me harté a hacer Excels. Y en todos ellos me salía que dado el poco tiempo de amortización de capital en la hipoteca, y el sangrado vampiresco de nuestra amada agencia tributaria, vender no era una opción excesivamente interesante. Alquilar, podía serlo, porque (más o menos) cubríamos gastos con ello, y podíamos irnos de alquiler a otro sitio más modesto pagando la mitad de lo que pagábamos al banco cada mes.
Así que dicho y hecho, se le dijo que no al comprador, y se ofertó el piso en alquiler. Hubo varios interesados, pero nos quedamos finalmente con dos: un extranjero que llevaba viviendo en Cádiz con su pareja más de una década, y un conocido empresario, que trabajaba con el ayuntamiento y con las grandes distribuidoras eléctricas, con una empresa aparentemente solvente, y diecinueve empleados. Pero alguien nos comentó que el extranjero estaba en trámites de separación de su pareja y podía hacer luz de gas en breve y largarse a su país... y le dimos el ok al empresario.
Nos reunimos para firmar el contrato, y ese mismo día nos exigió añadir una opción a compra de la casa... deduciendo íntegras las cuotas que hubiera pagado y con un precio fijo que él estipulaba. Con la promesa verbal de que ejecutaría dicha opción en el plazo de un par de años, pero solo si estábamos de acuerdo, y tras elevar el precio de venta estipulado a una cantidad razonable... firmamos.
A los pocos meses, empieza a retrasarse en los pagos. Nada grave, una semana... dos. Pero llega el mes que no paga. Se lo digo, y al mes siguiente, me paga dos...el día 15. Que si Endesa ha prescindido de sus servicios, que si el alquiler de una oficina tan grande le está comiendo la vida, que si puede trasladar la empresa a la casa. Le digo que no, que está alquilada como vivienda, pero voy a la oficina de la empresa... y la ha cerrado.
A partir de ahí, paga un par de meses más con bastante retraso, y yo me empiezo a agobiar.
Hago una operación empresarial bastante suculenta, y el beneficiario (un familiar) para agradecerme la gestión, me invita a la Riviera Maya quince días. La verdad es que necesitaba relajarme y desconectar, así que me fui. Ese dia, ya llevábamos un mes de retraso de pagos, y tocaba el siguiente más el anterior, más algunos atrasos. Tenía la cuenta en rojo, pero confiaba en ese ingreso.
Esa mañana, desayunando (no se me ha borrado de la cabeza) me llama el tipo. Que se ha estropeado el calentador y un grifo gotea. Le digo que me extraña (era todo nuevo), pero que en cuanto vuelva se lo miro. Me dice que no, que hasta que no esté todo arreglado, no paga. Le digo que le mando a un fontanero, pero que pague. Me dice que no. Que cuando vuelva ya hablaremos. Me destroza las vacaciones. Recibos devueltos (salvo el alquiler, que yo antes no como que dejar de pagarlo), y angustia. En las que iban a ser las putas mejores vacaciones de mi vida, y no tengo dinero ni para chicles. Tengo hasta que inventarme una enfermedad para no ir a las excursiones a las que iban pero yo no podía pagar.
A la vuelta, me encuentro en el buzón una "factura". Bueno, un papelajo de su empresa donde me dice que ha puesto un calentador nuevo y me cobra cinco veces lo que cuesta (literalmente). Y una carta donde me amenaza con no pagar más si "siguen estropeándose cosas". A partir de ahí... una jodida pesadilla. Cada tres meses un pago parcial, y cosas así. Hablo con mi abogado y me dice que el plazo para que salga juicio por impagos es de dos años, siendo optimistas. Me torea, me marea, y me hace promesas que nunca cumple. Ya harto, le mandamos un burofax advirtiéndole de que vamos a denunciar... y me amenaza físicamente. Hago un CSI más profundo del personaje... y localizo a su ex-mujer. Hablo con ella y me cuenta. Que a ella la ha metido en un pufo de más de un millón de euros. Que no le pasa la pensión, y que tiene demandas por estafa e impagos para aburrir. Que Endesa le reclama más de cinco millones de euros por incumplimiento de contrato. Y que si espero ver un duro de él, que me olvide. Le paso todo esto al abogado, y me dice que... efectivamente... me olvide. Que jamás cobraré un euro de este tipo. Sobre todo porque le debe un pastón a Hacienda y la SS, y ellos... van primero. Que estoy jodido.
Así que me tiene puteado, malviviendo y jodidísimo todo el tiempo que le queda al contrato. Cuando este vence, le comunicamos que no tiene contrato, y por tanto es allanamiento de morada y tiene que irse. El hijo de la gran puta me manda... a una empleada a proponerme... que le renueve el contrato. Entro en cólera, lo llamo y me amenaza con destrozar la casa y luego prenderle fuego. Una casa del siglo XIX con estructura de madera donde viven tres vecinos más, reformada integralmente en madera de roble macizo (suelos, puertas... todo). Le pido qué propone el para irse. Y me dice que le firme un documento eximiéndole de la deuda (24.000 eurillos de nada) y se va. Mi abogado me recomienda que acepte... y lo hago. No se presenta a la entrega de llaves (manda a la empleada), pero con un notario presente recupero mi casa. Al menos podré dejar de pagar el alquilery volver allí. Gastando varios miles en arreglos, claro. Y encontrándome con que debía DIEZ MESES de suministros que tuve que abonar. Otra cosa que no entiendo, si yo dejo dos meses a deber, me cortan. ¿Y entonces? Nadie en Eléctrica de Cádiz puso explicármelo.
Así que cuando vino un extranjero y me propuso comprar la casa... ni Excels ni pollas. Se la vendí y a correr. Y no quiero saber NADA más de alquileres en mi puta vida. Ni aunque tuvieran un 60% de rentabilidad. Y como yo, la mayoría de gente que conozco. Disfruten lo votado.
Perdón por el ladrillo.