Pues, mientras Donald Trump sigue de camino a Singapur desde Quebec, a donde llegará dentro de unas tres horas si sigue el horario previsto (un vuelo muy, muy, muy largo), Kim Jong-un ya está en la Ciudad - Estado del sureste asiático. Frente a contar con las comodidades estatales de Corea del Norte, Kim Jong-un, Xi Jinping le ha prestado un 747 de Air China que ha ido a recogerlo a Pyongyang. El 747 está certificado para despegar con más masa máxima que los aviones de la flota norcoreana. No obstante, detrás de avión escoba también ha ido un Ilyushin 62 oficial de Corea del Norte que ya ha llegado también a Singapur, supongo que con asesores y otras personalidades.
De momento, la batalla de los aviones la gana Tocinete, un avión más grande que el de Trump.