- Se les acusa de atentar contra los sentimientos religiosos y a uno de ellos el juez le ha retirado el pasaporte.
- El auto expresa que "idearon una estrategia" de entrar en la mezquita con la "intención" de organizar un rezo bajo el rito musulmán.
- Los musulmanes austríacos piden perdón pero critican la "agresividad" y "uso desproporcionado de la fuerza" de los agentes de seguridad.
- La agresión ocurrió al impedírseles rezar bajo el rito musulmán.
Los
dos turistas musulmanes, M.S. y E.G., detenidos el pasado miércoles tras
protagonizar un altercado en la mezquita-catedral de Córdoba y en el que presuntamente hirieron con un cuchillo a un vigilante de seguridad han sido puestos en
libertad con cargos por el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba. La acción agresiva no puede tildarse en este momento procesal como de tentativa de homicidio
A M.S. se le imputan los
delitos contra el sentimiento religioso, desórdenes públicos, lesiones pendientes de calificación, amenazas y atentado contra agentes de la autoridad, según el auto. De momento, el juez, que ha decidido retirarle el pasaporte de Sri Lanka, no le imputa un delito de homicidio en grado de tentativa, ya que, aunque indica que las lesiones son "reales" y han sido relatadas por testigos, estima que la acción agresiva no puede tildarse en este momento procesal como de tentativa de homicidio.
Al resto de los implicados, N.M., Z.E., H.K., O.A, H.B., M.K. y E.G. -que también fue detenido y ha quedado en libertad provisional-, el juez les imputa delitos contra el sentimiento religioso,
amenazas y atentado contra la autoridad.
El auto expresa que Z.E. lideraba un grupo de
118 turistas musulmanes de distintas razas y procedentes de Austria, que
"idearon una estrategia" de entrar en la Mezquita Catedral de Córdoba "aprovechando el horario de visitas de turistas", aunque en ese momento en el templo se estaba desarrollando un acto litúrgico "de exposición al Santísimo" con motivo de la Semana Santa.
Acto "expresamente prohibido"
El magistrado indica que este grupo accedió al templo con la "intención" de organizar un rezo de grupo bajo el rito musulmán, "a sabiendas de que tal acto de expresión religiosa se encontraba
expresamente prohibido". Los turistas entraron en la Catedral en pequeños grupos de dos y tres personas
Las imágenes de las cámaras de seguridad, que visionó el juez, muestran que los turistas entraron en la Catedral en pequeños grupos de dos y tres personas "con claro disimulo" e "
interconectados visualmente y con walkie-talkies" reuniéndose en un lateral de la Mezquita, donde comenzaron a rezar arrodillados. Mientras este grupo rezaba, cinco de los turistas permanecieron de pie junto al líder para "garantizar su seguridad y libertad de movimiento".
A los diez minutos de que comenzaran sus rezos, uno de los agentes de seguridad privada del templo solicitó al líder que dejaran de orar, sin que pudiera acercarse a él al
impedírselo cuatro de los turistas. Según el auto, uno de los que protegían al líder le dijo que hablarían cuando terminaran de rezar, momento en el que el vigilante, tras advertirles hasta en dos ocasiones de que el rezo bajo el rito musulmán está prohibido en el templo, se produjo un forcejeo en el que el vigilante recibió un
puñetazo en la cara.
Tras este suceso, el vigilante, que se deshizo de las personas que le agarraban, fue
en busca del presunto agresor y consiguió inmovilizarlo, momento en el que M.S. y principal imputado en este caso sacó una navaja de diez centímetros de hoja y cuatro de ancho con la intención de amedrentar al vigilante y lanzó una
cuchillada a la zona del pecho. El principal imputado sacó una navaja de diez centímetros de hoja y cuatro de ancho
Al intentar evitar la agresión, el vigilante resultó
herido en la mano izquierda, mientras que otro de los implicados, N.M, intentó arrebatarle la pistola a otro de los vigilantes, que también presenta heridas leves.
Además, E.G., que fue el segundo detenido,
pegó con una muleta a uno de los 15 policías nacionales que se desplazaron al templo para intervenir.
A pesar de que el Ministerio Fiscal ha solicitado la imposición de una fianza de 3.000 euros para M.S., el juez ha considerado que esta medida cautelar no garantiza que el imputado "pueda decidir no fugarse por la sola razón de perder tal suma" y, por lo tanto,
estima más adecuada la retirada del pasaporte que sí garantiza que el imputado no pueda abandonar el territorio comunitario.
"Rezar fue un error"
La Juventud Musulmana de Austria (JMA) pidió disculpas este jueves y lamentó los incidentes en la Mezquita, pero
criticó la "agresividad" y el "uso desproporcionado de la fuerza" por parte de la seguridad privada y la Policía española.
"La seguridad privada fue muy agresiva, grosera y desproporcionada. Rezar fue un error, pero eso
no justifica cómo nos trataron. A uno de los jóvenes le llegaron a decir en inglés: 'Esto es una guerra y te vamos a matar'", explicó Alexander Osman, portavoz de la JMA y testigo del altercado. Tachó de
"mentira total" que el incidente estuviera planificado, ya que compraron las entradas poco antes de entrar y sólo un pequeño grupo comenzó a rezar por el rito islámico "de forma espontánea".