El Reino del Terror de la Revolución Sexual
"La bien conocida expresión "revolución sexual" en mi opinión debe ser tomada con toda su seriedad tradicional. Como en la Revolución Francesa, la revolución mas paradigmática de los tiempos modernos, fué un intento de realizar una utopía.. Pero una utopia sexual en vez de política Y como la Revolución Francesa, ha recorrido tres fases: primero, una fase anárquica libertaria, en la que la utipia se supuso que ocurriría espontáneamente cuando las viejas costumbres fueran arrinconadas.; segundo un reino del terror, en el que una facción secuestra el poder e intenta realizar su programa dictatorialmente; y tercero, una "reacción" en la que la naturaleza humana gradualmente se reestrablece por si misma. Seguiremos este órden en este ensayo."
Estamos en la fase del terror. Segun Devin, todo empezó con dos utopias; la utopia sexual masculina: tener tantas mujeres como uno quiera sin esfuerzo alguno, reflejada en la pornografía y en las películas de James Bond, y la utopia femenina: tener al hombre mas atractivo y poderoso del momento en régimen de exclusividad. Las mujeres no son monógamas, sino hipérgamas, desearían al mejor hombre posible que pudieran monopolizar, el mejor de cada momento. Por su caracter de monopolio su utopía va contra la de las demás mujeres, que buscan lo mismo. la utopia masculina también incluye el monopolio de mujeres; cada uno desea su harén, por lo tanto, también es incompatible consigo misma.
Además, ambas utopias, resultantes de la distinta psicología masculina y femenina (y ésta derivada de la evolucion biológica), son también incompatibles entre si: los hombres esperan de la liberación de las mujeres la disponibilidad de sexo abundante, pero las mujeres lo que realmente sueñan es irse con la estrella de rock o del cine del momento. Las mujeres siguen negándose igual que antes a los deseos masculinos, pero permanecen sin comprometerse hasta encontrar su elevado estándar de hombre ideal, Pasa el tiempo y se dan cuenta de que están solas. El resultado ha sido que unos y otras se han quedado sin lo que deseaban.
Para esa esperable frustración mútua, se ha encontrado un chivo expiatorio: la opresión masculina, que sigue, desde sus hilos invisibles patriarcales, frustrando a las inocentes mujeres. El abandono de la moral pre-revolucionaria por el dogma del libre consentimiento ha derivado en la preheminencia del consentimiento del sexo que elige, las mujeres. En consecuencia, se ha proclamado el derecho de la mujer a decidir en todo momento y lugar lo que está permitido y que no.
El bando feminista ha tomado el poder, y se ha desatado una caza del hombre. La satisfacción del deseo de la mujer es la ley. Los llamados "date rape", es decir, las denuncias de violaciones el día a la mañana siguiente de una cita, son la última expresión de esa dictadura; la mujer se siente confusa, no está segura de haber consentido algo que a posteriori ha descubierto que no le agradaba. Si no fué de su satisfacción, por lo anterior debe ser una violación, luego el sistema burocrático feminista puede encarcelar al culpable a la denuncia de una mujer aunque no haya habido violencia alguna. No questions asked. Ante esa omnimodo poder que se concece a la mujer, la unica defensa de los hombres es la castidad o la negación de compromiso, o la negación a tener hijos. La pregunta frecuente "¿eres gay?" al hombre por su falta de iniciativa tiene una fácil respuesta: Tanto han exigido las feministas que no se trate a las mujeres como objetos sexuales ha derivado en que ellos no las traten como objetos sexuales.
Mujeres solteras frustradas o divorciadas separadas, producto de esta situación de recelo de los hombres, alimentan la maquinaria de indignación feminista hasta el siguiente escalón de terror. Los hombres que se quedan fuera de las preferencias de las mujeres esperan conseguir su favor sumándose al feminismo, pero las mujeres, como hipérgamas no desean a sus iguales. Si un hombre no es capaz de tener autoridad sobre ellas, como va a tenerla sobre los demás hombres. Los hombres domesticados no son atractivos, los que ellas desean son los atractivos y ricos que tienen demasiadas mujeres como para comprometerse. Solo quieren usarlas. Ellas se quejan de que después de haber conseguido lo que quieren, dejan de llamar, pero a su lado hay hombres que desearían comprometerse, pero ella quiere "algo mas". Al menos eso es lo que le han prometido a ella con la revolución sexual, es lo que dicen las revistas. No te conformes.
La solución del autor a esta situación puede sorpredente a los ojos actuales, pero hay qu tener en cuenta que el terror afecta a la percepción de la realidad. Solo después de la pesadilla nazi o soviética o Jacobina, sus protagonistas se dieron cuenta de su propia miseria y de las aberraciones, físicas e ideológicas, que se cometieron. Durante una revolución, sus víctimas no son conscientes de ella, siemplemente la aceptan como signo de los tiempos, como algo que está en la naturaleza de las cosas. Lo mismo ocurre con el reinado del terror de la liberación sexual.
Me gusta leer cosas políticamente incorrectas, porque, una cosa es seguro, las ideas que nos pueden sacar del suicidio no se encontrarán entre las esterilizadas instituciones desde las que el poder nos manda todo su adoctrinamiento, sino de gente marginal que se atreve a pensar, verdaderamente, fuera de los cánones de esta dictadura con modales.
Políticamente Incorrecto: El Reino del Terror de la Revolución Sexual