L.M. fue condenado a 15 años de cárcel por asesinar a puñaladas a una mujer en el pueblo onubense de Cortegana en el año 2000 y luego había seguido en prisión por atacar con un cuchillo en un aparente intento de violación a una vecina de El Campillo en 2008 durante un permiso penitenciario.
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En el asesinato de 2000 en Cortegana, mató a puñaladas, una de ellas en el cuello, a una vecina en cuya casa se coló de noche. La mujer lo acababa de denunciar a la Guardia Civil minutos antes por haberle robado documentación, dinero y las llaves de casa en un bar. Ella salió del bar y se enfrentó a él en la calle recriminándole por el robo, que él negaba.
L.M., que admitió los hechos en el juicio celebrado en Huelva, se fue a la casa de la madre de esta mujer, se coló por una ventana y, al ver que la denunciante regresaba de noche a casa en el coche de un amigo, cogió un cuchillo en la cocina y la esperó oculto. En cuanto entró, la mató a cuchilladas.
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L. tiene un hermano gemelo, B.M., que también estuvo en la cárcel por asesinato. B., que llegó con su gemelo L. y sus padres desde Barcelona a mediados de los 90 a Cortegana, donde había una comunidad gitana de unas 250 personas, como ellos, entró a robar en casa de una vecina del pueblo de 80 años, en 1995. La anciana lo sorprendió y él la apuñaló en el cuello y huyó. La mujer sobrevivió y lo denunció. Cuando quedó libre a la espera de juicio, volvió a casa de su víctima y la mató. Cinco años después, su hermano L. al que ahora buscan por la desaparición de Laura Luelmo, mató a otra vecina de Cortegana, M. C., igualmente apuñalándola en el cuello.