Habría otra opción. Que gobernase la derecha y nada más entrar, desmontase sin piedad todos los chiringuitos y revirtiera todas las leyes que considera perniciosas, sin pararse a pensar en el qué dirán o lo que les llamarán.
Pero eso no va a pasar con el PP, y la prueba evidente la tenemos en Andalucía. No han desmontado nada, se han limitado a seguir regándoles con dinero para que no se enfaden y a hacer algún aspaviento de cuando en cuando que no va a ninguna parte.
Y me temo que con VoX pasaría lo mismo. Si acaso, con más y mejores aspavientos. Así que estamos bien jodidos.