Genesis of the Daleks: Menudo SERIAL que me he calzao. Genesis... es probablemente el mejor episodio de Doctor Who que he visto en la serie clásica, y uno de los mejores, de todos los tiempos. Vamos bien.
Episodio fundacional de la historia de la serie, y la historia de los Dalek, que para eso estaba ahí Terry Nation, como un Davros de la vida real que creó a los pimenteros asesinos del espacio y que, casi siempre, hasta Genesis... ha guionizado los seriales protagonizados por ellos.
El caso es que se le aparece al cuarto Doctor un compañero de su planeta natal, un Timelord (o una monja, por su vestimenta no me ha quedado nada claro) para decirle que tiene que ir a Skaro ANTES de la creación de los Daleks, y destruirlos, puesto que estos son la fuerza que más daño ha causado en el Universo. Así que los Timelord le trasladan hasta allí con sus amigos humanos del momento, Sarah Jane y Harry Sullivan, y no tardarán en verse envueltos en el conflicto entre las dos razas humanas del planeta: los Thals, y los Kaleds. Estos últimos han empezado a mutar/evolucionar hacia algo más allá de los humanos, y la raza, aterrorizada por el cambio, se ha puesto en manos del más brillante científico de su planeta: Davros, un ser de indefinido caracter, manco, sin piernas, que para moverse se vale de un ingenio deslizador con aspecto de Dalek, y que controla toda clase de aparatitos y virguerías desde un panel de mandos pegado a su cuerpo.
Pero claro está, si le das todo el poder de un planeta a un hombre, este va a ser el malo, está claro, no más ni menos que el último GRAN villano de la serie clásica que quedaba por aparecer. Y así es, Davros está toqueteando genéticamente a las criaturas en las que los Kaleds se están convirtiendo, no solo preparándoles para sobrevivir, sino eliminando de ellos cualquier sentimiento humano, excepto el odio y el ansia de sobrevivir a cualquier precio. Estos seres de apariencia pulposa y no muy alejada del facehunger de Alien, casi nunca se ven en la serie, van metidos en una casi indestructible armadura de guerra, y con ellos, Davros planea dominar Skaro, y después el mundo. Pero claro, eterno dilema, si creas seres sin sentimientos, ¿como esperas que te respeten, que te teman, que te sigan, que te obedezcan?
Todo el serial es una alegoría política de los nazis, los Dalek siempre han representado lo que, en los sesenta, con la segunda guerra mundial todavia fresca, debía resultar terroríficamente cercano: la despersonalizacion absoluta, la carencia de sentimientos, una masa que se mueve unida y destruye unida sin reconocer o respetar absolutamente nada, salvo a ellos mismos. El propio Doctor lo deja claro cuando tiene la oportunidad de destruir a nuevas generaciones de Daleks en una incubadora, y duda. "Si pudieras viajar al pasado y te toparas con un niño que sabes que en el futuro va a ser muy malo, y va a causar mucho dolor en el mundo, ¿serías capaz de matar a ese niño?" Y aún después de DOCE TEMPORADAS con los Dalek dando por saco de un rincón a otro del Universo, el Doctor siente dudas y remordimientos ante la idea de exterminarlos. Genocidio es genocidio. Incluso en teórica defensa propia.
Si alguno sois fan de la serie nueva, y aún no habéis visto nada de la vieja... vedlo, coño. Un clásico de la television